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Hernández rebate testimonios del narco en tribuna de la Asamblea de Naciones Unidas

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Nueva York /Tegucigalpa – El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, rebatió este miércoles  en la tribuna de la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas, los testimonios de narcotraficantes confesos que le involucran en sus actividades y en usar fondos negros para financiar sus campañas políticas.

Luego de describir las acciones de su gobierno en operaciones antinarcóticos combinadas con agencias estadounidenses, Hernández dijo que “sin duda los productores de Netflix, específicamente los escritores del programa “Narcos”, están estudiando estas grabaciones, porque es una ventana real, rara veces visible, de los pensamientos y conversaciones cuando narcotraficantes y asesinos se reúnen en privado para conspirar”. 

Hernández muestra las trazas de narcoavionetas en 2010.

Prosiguió detallando que los capos de la droga, “hablando entre ellos describieron su realidad: los narcos se quejan de que a pesar de sus esfuerzos no pueden arreglar nada conmigo; que no soy alguien con quien puedan trabajar, ni negociar; por el contrario, saben que sería implacable con el crimen organizado; ellos discuten incluso cómo intentar matarme”.

El gobernante utilizó por lo menos la mitad de su tiempo en el estrado para hacer énfasis en desacreditar los testimonios colaborativos que jefes de carteles como los Chiros, entre otros, han brindado ante las cortes estadounidenses y que, fiscales de Nueva York consignan. En esos testimonios los barones de la droga mencionan a altas esferas del poder público hondureño, incluido el gobernante.

Hernández volvió a utilizar una tribuna internacional para rechazar vínculos con el narcotráfico.

Advertencia

En su discurso el presidente hondureño dijo que el sistema de cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico sería amenazado sí Estados Unidos premia a los narcotraficantes por, lo que considero, “falsos testimonios”.

El presidente hondureño aseguró que, si los criminales reciben beneficios, podrían usar de forma impune los falsos testimonios lo que significa darles armas peligrosas que serán utilizadas en contra de los aliados contra el crimen transnacional.

A su juicio, darles crédito a estos testimonios representa un peligro real y en los diferentes países “habría una pérdida de la confianza, provocando un colapso de la cooperación, y eso perjudicaría los intereses de todo país que como Honduras está comprometido en la lucha contra el narcotráfico”, apostilló.

Para el presidente hondureño darles crédito a los testimonios de los jefes del narcotráfico significa “una traición una traición a los aliados que arriesgan su vida en esta lucha”.

El discruso del presidente hondureño estuvo marcado en su mayoría en el tema del narcotráfico.

Proceso Digital reproduce el discurso completo pronunciado por el presidente de Honduras ante la 76 Asamblea general de las Naciones Unidas:

Desde 2014 hemos traído ante este foro temas de relevancia como el impacto severo del cambio climático en nuestros países, los bajos precios internacionales del café, el papel del crimen organizado, las maras y pandillas, como desestabilizadores de gobiernos democráticos, y la injusta distribución de las vacunas contra covid-19. Todas nuestras demandas han sido justas.

Hoy el mundo entero se enfrenta a una pandemia que nos ha puesto de rodillas. Covax tuvo serios problemas al inicio para poder cumplir con la distribución de vacunas a los países miembros, un momento crítico en el cual está de por medio nuestras vidas.

Esto evidenció la importancia que la OMS no debería esperar los problemas para preparar las soluciones, no pueden estar desprevenidos para enfrentar esta o cualquier otra emergencia.

Hoy propongo ante esta Asamblea una transformación del sistema internacional de salud, en especial de la Organización Mundial de la Salud, debido a la inequidad reflejada en la distribución de vacunas contra la covid-19 a los países en vías de desarrollo, que a pesar de tener el dinero disponible, no pudimos acceder a ellas.

Se debe  crear un fondo de emergencia con el aporte de todos los países para garantizar un acceso equitativo y a tiempo de las vacunas o cualquier otro medicamento.

Sin duda alguna, el año 2020 fue catastrófico para Honduras. Además de la pandemia, fuimos golpeados por dos huracanes altamente destructivos: Eta y Iota, destruyeron nuestros cultivos, nuestros aparatos productivos, y nuestra infraestructura vial fue severamente afectada, millares de casas fueron dañadas, y lamentablemente decenas de hondureños perdieron la vida.

De acuerdo a Cepal y  al Banco Central de Honduras, en estudios diferentes pero unidos, las pérdidas estimadas fueron de más de 4.000 millones de dólares, lo cual puede ser poco para los países ricos, pero es mucho para nosotros, es mucho porque equivale al 30 % de nuestro presupuesto nacional anual. Nos dejó más de 445.000 desempleados. 

Por ser uno de los países más afectados del mundo con sequías y lluvias destructivas, a pesar de ser una de las naciones que más aportes hace a la conservación del medio ambiente, el 50 % de su territorio es bosque y el 30 % está bajo condición de reservas naturales protegidas, aun así somos de los más afectados por el cambio climático.

En Honduras hemos diseñado un sistema de protección, que consiste en represas multipropósitos para recoger el agua que proviene de lluvias destructivas, agua para consumo humano e impulsar una agricultura inteligente con alta tecnología en riego y mayor producción de alimentos. Complementado esto, con un cambio para hacer la agricultura en menos superficie territorial, mayor productividad y cuidado del bosque.

Los Fondos Verdes para el Clima, ya ustedes lo saben, no llegan como deberían hacerlo, y esto solo puede hacerse con una verdadera voluntad política. Señores, hace tiempo teníamos que actuar y no terminamos de entenderlo, por qué no se actúa.

En México, propuse la creación de un centro de previsión del cambio climático. Lo propongo aquí y lo llevaremos a Glasgow.

Demandamos que los países industrializados cumplan con sus compromisos a través de los Fondos Verdes, que se acabe la burocracia y se atienda la mitigación, adaptación y emergencia de los países que somos afectados.

Señoras y señores

En 2014, cuando recibimos el Gobierno, el país era el más violento de la tierra y desigual de la región, la mayoría de las micro, pequeñas y medianas empresas sin acceso al crédito, una infraestructura desatendida por más de medio siglo, la mayor parte de la población sin vivienda y sin esperanza de obtenerla,  y una economía en general desordenada e inestable.

A pocos meses de finalizar nuestra gestión, con gran satisfacción puedo decirles que esa Honduras hoy es otra, a pesar de las graves y catastróficas crisis que hemos podido enfrentar; hoy en día tenemos de las mejores cifras macroeconómicas de la región, gracias al buen manejo de las finanzas.

Instituciones como el Fondo Monetario Internacional y las más importantes calificadoras de riesgo país respaldan la transparencia y el manejo de fondos; el país puede acceder a dinero fresco, a muy bajas tasas de interés y de fácil acceso, beneficiando directamente a la población en general con programas sociales.

Seguimos levantando la más grande infraestructura que ningún otro Gobierno anterior; estamos logrando el sueño de hace 200 años, unir el Pacífico y el Atlántico, así como todas las regiones productivas del país.

Mejoramos y modernizamos nuestros puertos, aeropuertos, ahora el Aeropuerto de Palmerola es el primer paso para la Ciudad Aeropuerto, como lo será el Villeda Morales en San Pedro Sula.

Hoy podemos hablar de un crecimiento significativo de la industria de la maquila en un 70 %; entramos en una nueva era de la industria manufacturera con plantas modernas para producir el filamento sintético.

Ahorramos millones de lempiras al Estado en la construcción del Centro Cívico Gubernamental más moderno de la región y se atiende a la población de manera más eficiente, cercana e integral. Esto es un legado para muchas generaciones futuras.

Lo hemos hecho de forma transparente, trabajando duro como toda nuestra Administración en estos 8 años.

Invertimos y manejamos los recursos del pueblo hondureño con transparencia, durante nuestros ocho años de Gobierno; trabajamos de la mano con Transparencia Internacional en al menos cuatro áreas de Gobierno.

Junto a la OEA creamos la primera Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en la historia de la OEA.

Ahora seguimos trabajando en transparencia y lucha contra la corrupción y el delito con las Naciones Unidas.

Creamos la Secretaría de Transparencia para velar por los intereses del pueblo.

Creamos y fortalecimos organizaciones al servicio de la gente, apoyando la prevención, la protección civil, para cuidar y salvar vidas.

Uno de los sectores de mayor impulso ha sido el turismo, generando más de 274 mil empleos, gracias a que nuestro país tiene un potencial enorme aún por explotar en esta materia.

Apostamos al turismo internacional, ahora recibimos los cruceros más grandes del mundo.

Por primera vez en la historia los más necesitados, los olvidados de Honduras por muchos años, son atendidos con dignidad con el programa social más grande en la historia de nuestro país; Vida Mejor ha atendido a más de 5,7 millones de personas, con más de 41 millones de beneficios, que van desde el mejoramiento de viviendas hasta la construcción completa de casas.

Además de capitalizarlos con capital semilla y créditos blandos y capacitaciones, para que puedan despegar y ser sus propios jefes.

Vida Mejor significa dignidad para la Honduras olvidada. Significa justicia social.

De acuerdo a los datos de la Cepal, logramos  bajar, hasta antes de la pandemia, un 7 por ciento los niveles de pobreza del país.

Por este programa se pudo amortiguar la magnitud del impacto de los huracanes y la pandemia, y agilizar el proceso de recuperación.

Los emprendedores son la economía social que en Honduras genera más del 70 % de los empleos en el país, y ahora cuentan con préstamos a tasas muy bajas que impulsan sus negocios.

Asimismo, han recibido un apoyo histórico los productores del campo, con bonos, capacitaciones técnicas y un sistema de Agrocrédito 5.0 anual, un crédito con los mejores plazos y tasas del mercado, nunca antes vistas en la historia de Honduras.

Hemos construido más de 46 mil viviendas, más que sumados todos los gobiernos de los últimos años.

Hoy continuamos la transformación. Tenemos más seguridad, más infraestructura, más apoyo a los emprendedores, al campo, a la vivienda, programas sociales para los antes olvidados. Estamos entregando una mejor Honduras.

Señoras y señores

Hay un nuevo tema: que es mi obligación plantear en este foro que afecta a muchos de los gobiernos que, igual como Honduras, están trabajando en la lucha internacional contra el narcotráfico.

Para entender este tema es importante  recordar que hace una década Honduras tenía la tasa de homicidios más alta en el mundo y fuimos el país por donde más pasaba la droga que entraba a Estados Unidos.

Así era la situación en 2010 cuando asumí la presidencia del Congreso Nacional. Aprobamos una serie de leyes de seguridad que eran temidas por los narcos. Si miran estas medidas, sabrán “quién es quién”, porque acciones de este tipo, por ejemplo la extradición, por primera vez en un siglo, sólo serían tomadas por enemigos declarados del narcotráfico y crimen organizado, y nadie vinculado al narcotráfico o intimidado por los criminales jamás las tomaría.

La transformación que Honduras ha logrado es extraordinaria y ha sido reconocida por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, y por gobiernos aliados en todo el mundo.

Según los datos oficiales del Gobierno de Estados Unidos, reportados por el Departamento de Estado y el Comando Sur, desde que llegué a la Presidencia Honduras ha reducido el tráfico de drogas por su territorio en un histórico 95 %, un logro casi sin precedentes (muestra trazas).

Bajo mi Gobierno, a través de la extradición, la rendición o la captura, 44 narcotraficantes están hoy bajo la custodia de Estados Unidos, desarticulando los cárteles más poderosos del país.

Transformamos la Policía Nacional de manera profunda, que estaba criminalmente penetrada; casi la mitad de sus miembros fueron destituidos, con una comisión integrada por la sociedad civil y con plena independencia para tomar las decisiones, logrando una nueva Policía que ahora goza de la confianza del pueblo y es vista como un ejemplo en la región.Y lo más importante: con todas nuestras decisiones, se logró que la tasa de asesinatos se redujera en casi 60 %, salvando miles y miles de vidas cada año.

Hasta hace poco, para explicar cómo, trabajando juntos, logramos grandes resultados, se escuchaba únicamente de los funcionarios hondureños y nuestros aliados, entre ellos agencias como la DEA, Comando Sur, el Departamento de Justicia, el FBI, y países como Colombia, Chile, Israel, México, Sica, y por supuesto, la ONU y el BID.

Pero ahora hay un elemento nuevo: varios documentos reveladores, disponibles para todos y de interés, tanto para las autoridades como para los historiadores, que completan el cuadro agregando la historia real del lado de los criminales: estas son las grabaciones secretas hechas por la DEA a los narcotraficantes hondureños. (muestra grabaciones)

En 2013, la DEA tenía un infiltrado que estaba en las reuniones secretas de varios narcos en Honduras. Vale la pena leer las transcripciones. Estos son documentos del Gobierno de Estados Unidos, producidos por fuentes oficiales de la DEA, y presentados como evidencias por los fiscales federales en procesos judiciales.

Sin duda los productores de Netflix, específicamente los escritores del programa “Narcos”, están estudiando estas grabaciones, porque es una ventana real, rara veces visible, de los pensamientos y conversaciones cuando narcotraficantes y asesinos se reúnen en privado para conspirar.

Hablando entre ellos describieron su realidad: los narcos se quejan de que a pesar de sus esfuerzos no pueden arreglar nada conmigo; que no soy alguien con quien puedan trabajar, ni negociar; por el contrario, saben que sería implacable con el crimen organizado;  ellos discuten incluso cómo intentar matarme.En una grabación, el 3 de diciembre de 2013, después de las elecciones, cuando saben que yo sería el próximo presidente, los narcos dicen sin tapujos, “ahora, sí, nos va a derrotar” (la palabra que usaron no fue realmente «derrotar»; usaron otra palabra, una palabra más corta y vulgar, pero eso es lo que significó: que conmigo todo se acabó).

Y tenían razón: aunque mi Gobierno no fue informado por los Estados Unidos sobre esas reuniones de los narcos, de hecho después de que asumí la Presidencia, los sujetos en las grabaciones terminaron en la cárcel en los Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.

Más tarde, en septiembre de 2014, el FBI y la Embajada de los Estados Unidos, en Tegucigalpa, mi país, informaron a mi Gobierno de los planes inmediatos de los sicarios mexicanos y sus patrocinadores hondureños, de matarme en Gracias, Lempira. Pudimos evitar ese crimen. Los criminales fueron capturados. (muestra la hoja).

Lo que se comprueba en la grabación de audio es que conmigo no tenían ningún trato, ni protección, ni esperanza. Así que faltando menos de tres semanas para las elecciones, habiendo visto la legislación y política que estuve impulsando desde 2010, y que sus intentos de acercarse a mí nunca dieron resultados, estaban preocupados.Y así fue que los narcos hablaron de cómo unos sicarios mexicanos podrían matarme, que mínimo 100 personas morirían en el atentado.

En esencia, en las grabaciones los criminales estaban diciendo que Juan Orlando Hernández no es un hombre con el que puedan trabajar, que este es un tipo al que no pueden comprar, al que no pueden manipular y al que no pueden intimidar.

Repetidas veces dicen que ni siquiera es un tipo al que los criminales pueden acercarse porque se mantiene alejado, intratable, e inaccesible para esa categoría de personas como son los narcos; que era “arisco” “bien arisco”, “super arisco”, [que en inglés y en el contexto significa “aloof”, “distant,” “stand-offish” — y lo digo porque no se interpretó correctamente en la transcripción oficial, la palabra “arisco”].  Los criminales comprendieron que tenían un grave problema.

Los mensajes en las grabaciones son impactantes; sin embargo, es poco probable que incluso ustedes que siguen las noticias hayan visto mucha información sobre las publicaciones y de las grabaciones secretas de la DEA, a pesar de que estas y otras revelaciones han provocado que las falsas alegaciones de los narcos queden desacreditadas y sin valor.

Cuando los medios eventualmente informen sobre las transcripciones, los titulares serían: «Grabaciones secretas de la DEA destapan y derriban el falso testimonio sistemático de los narcos hondureños».

Ahora se comprueba que los narcotraficantes, por mentir bajo juramento, han cometido perjurio. Es decir, han dado falsos testimonios en los tribunales y procesos de Estados Unidos, con la esperanza de obtener beneficios, hacer tratos con los fiscales y vengarse.

Un elemento clave, muy importante, es que han violado una condición absoluta para poder recibir cualquier beneficio en el sistema de justicia de los Estados Unidos.

Además, el comportamiento auténtico y visible de los narcos habla por sí mismo, y refuta sus propios falsos testimonios:

Estos narcos a los que persiguieron las instituciones hondureñas, cuando rindieron sus declaraciones iniciales en custodia de Estados Unidos, nunca mencionaron ningún trato conmigo o las instituciones hondureñas, ni de recibir protección, ni menos que recibí su dinero.

Obviamente, es lo más extraño que unos años después, y solo después de varios otros juicios en que testificaron de forma diferente, cambiaron sus versiones para afirmar, falsamente, lo contrario.

Y cuando los Cachiros y una docena de narcos más deciden que conmigo como presidente no tienen ninguna esperanza en Honduras ni posibilidad de hacer un trato, y que su mejor opción es abandonar sus imperios criminales, que se someterán a la vida en una cárcel extranjera, y poner su única esperanza en buscar un arreglo con Estados Unidos, entonces su conducta habla más fuerte que cualquier mentira que ahora digan en los tribunales.

La razón por la que este tema es relevante para tantos estados miembros de la ONU  (y la razón por la que eventualmente los medios internacionales comenzarán a informar sobre ésto) es porque hay un tema esencial que debe ser abordado, y que es mucho más grande que Honduras o cualquier otro país: la interrogante es si los narcos recibirán beneficios por falso testimonio, que es lo que los narcos creen y esperan que suceda, y aparentemente se les ha hecho creer que obtendrán estos beneficios.

Aquí está la cuestión: en pocas palabras, si asesinos como los Cachiros, grandes narcotraficantes que han confesado al menos 78 asesinatos, incluyendo homicidios y otros delitos cometidos, mientras que fueron cooperadores de la DEA, si ellos pueden obtener beneficios a cambio de dar falsos testimonios, el Sistema de Cooperación Internacional no será sostenible porque introduciría una corrupción sistemática en el proceso judicial y significaría una traición a los aliados que arriesgan su vida en esta lucha.

Si el perjurio es recompensado por Estados Unidos, si los criminales pueden usar impunemente testimonios falsos en la Corte Federal de los Estados Unidos, eso pone armas peligrosas en manos de un enemigo mortal, sicarios confesos, para ser utilizadas contra los miembros más efectivos de la alianza contra el crimen transnacional.

Si las autoridades de los países aliados de los Estados Unidos se dan cuenta que los sicarios y narcos pueden recibir beneficios del Gobierno de Estados Unidos después de cometer perjurio, entonces existe el peligro real de que en países de todo el mundo haya una pérdida de la confianza, provocando un colapso de la cooperación; y eso perjudicaría los intereses de todo país que, como Honduras, está comprometido en la lucha contra el narcotráfico, y deshonraría a los valientes héroes que sacrificaron sus vidas en esta batalla.

A los miles de inocentes que perdieron sus vidas, y a todos los gobiernos e instituciones que pusieron su fe en una alianza internacional vital.

Sin embargo, permítanme enfatizar que yo tengo confianza en que, al final, Estados Unidos no premiará con beneficios a los Cachiros y otros narcos después de que hayan dado falso testimonio.

Hemos visto, por ejemplo, que luego de que los narcos testificaron falsamente en un proceso federal en Nueva York, alegando que los militares hondureños los estaban ayudando, el comandante del Comando Sur se subió a su avión, voló a Honduras, y en una ceremonia pública presentó al máximo comandante militar hondureño con una importante condecoración: fue vista como una poderosa demostración de que las  mentiras no deben ser recompensadas.

De manera similar, luego de otros falsos testimonios en Nueva York, el máximo liderazgo de la DEA nos invitó a mí y a mi equipo antinarcóticos a reunirnos con ellos en Washington, donde la DEA emitió una fuerte declaración pública de que el presidente y el Gobierno de Honduras son socios confiables y efectivos en la batalla contra el narcotráfico.

Cuando comenzamos nuestra lucha tuvimos una colaboración de confianza y efectividad con la Administración de Obama-Biden y la consiguiente Administración. Trabajando con el entonces vicepresidente Biden se vio la solidez de su compromiso.

Mi Gobierno continuará como siempre su Cooperación Internacional efectiva, hasta mi último día como presidente, en enero de 2022.

Le estamos dejando a las nuevas generaciones una Honduras más segura, con esperanza y futuro.

Me despido de ustedes con optimismo que los logros que han transformado nuestro país van a brindar más y mejores oportunidades para nuestro pueblo. Estoy seguro de que los próximos gobiernos serán capaces de hacer algo igual o mejor.-

PD

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