Tegucigalpa – El Centro de Documentación de Honduras (Cedoh) presentó hoy en Tegucigalpa el libro «El manejo político y social de la corrupción en Honduras», escrito por varios autores.
El libro fue presentado por el director del Cedoh, Víctor Meza, quien subrayó que la academia no ha profundizado lo suficiente en un estudio serio sobre la corrupción y la impunidad en el país.
Agregó que la corrupción «es un delito en el que las dos partes, el corrupto y el corruptor, son beneficiarios».
En su opinión, las cuatro columnas que sostienen la corrupción son «el corrupto, el corruptor, la impunidad y la tolerancia social».
La obra fue escrita por «autores diversos que conocen el fenómeno de la corrupción desde distintos ángulos», enfatizó Meza, quien además es analista y fue ministro del Interior durante el gobierno que presidió Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio de 2009.
Meza señaló que el libro «refleja una visión múltiple, variada y plural de los hechos, no retrata el acto corrupto, lo analiza y ubica en el contexto general del proceso corruptor».
«Es, por lo tanto, más que una fotografía, un filme de la forma en que se produce y reproduce la acción corrupta, el momento clave en que sucede el intercambio de valores públicos por valores privados», añadió.
Los autores del libro, que es una compilación de ensayos, son Ángel Edmundo Orellana, José Llopis, Fernando García, Ramón Romero, Thelma Mejía y Leticia Salomón.
La periodista Thelma Mejía, autora del capítulo «La corrupción en el Instituto Hondureño de Seguridad Social: impacto político, social e institucional», indicó a Efe que su ensayo refleja la captura del Estado por parte de las redes que manejan la corrupción.
Destacó además, el hecho de que el expresidente Porfirio Lobo (2010-2014) haya dicho antes de entregar el poder que sabía del millonario desfalco descubierto en el Seguro Social, pero que no lo dijo antes porque venían las elecciones de noviembre de 2013.
Los otros capítulos del libro son «Corrupción e impunidad: contexto internacional, tendencias, percepción e indicadores», «La institucionalidad pública anticorrupción; evaluación y perspectivas» y «La corrupción en Honduras: ¿un problema de leyes, instituciones o voluntad política?».
Se suman «Los mecanismos de la corrupción en los operadores de justicia», «Actores y mecanismos de la corrupción en instituciones clave», «Percepción e impacto de la corrupción en los actores estatales, políticos, copartidarios y sociales» y «La corrupción en Honduras: tendencias, conclusiones y perspectivas».
El Cedoh destaca en la presentación del libro que «la corrupción es un fenómeno que nos concierne a todos» y que «se equivocan quienes creen que solo se relaciona con la acción del corruptor (generalmente un agente público)».
«Entre los dos -corrupto y corruptor- se establece un vínculo, un lazo tan extraño como inevitable, que los vuelve cercanos y entrañables. Los convierte casi en hermanos gemelos, mellizos indisolubles del acto corrupto. Así es», añade la presentación.
La corrupción pública y privada en Honduras es de vieja data y, según diversas fuentes, entre ellas la iglesia católica, es una de las principales causas de la pobreza que afecta a más del 60 por ciento de los 8,7 millones de habitantes del país centroamericano.
El escándalo descubierto en el Seguro Social hace tres años ha causado indignación en el país y la presión social ha permitido la instalación de la Comisión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La Maccih, cuyo vocero es el exministro peruano Juan Jiménez, se instaló en Tegucigalpa el 19 de abril para un período de cuatro años y supone para muchos hondureños una esperanza para reducir la corrupción y la impunidad que han campeado en Honduras a lo largo de su historia.
