Tegucigalpa – Un aumento de la temperatura, bajos niveles de agua y la disminución del caudal de los ríos, arreciarán en los primeros meses de este año, como producto del más severo fenómeno de El Niño de los últimos 50 años, según pronostican los expertos.
“Tendremos un verano adelantado, con temperaturas muy altas, incluso con vientos del sur, pero muy secos y eso va a prevalecer en estos primeros meses del año”, advirtió el meteorólogo, Will Ochoa.
Imágenes del satélite de la NASA indicaron a inicios de este mes que al menos hay tres fuertes razones para creer que el fenómeno de El Niño será tan «grande y poderoso» como el considerado peor de la historia, el de 1997 y 1998, quien tenía el mismo nombre que el actual.
Según los indicadores relacionados a las altas temperaturas de la superficie oceánica, en el hemisferio norte, muestran que este año El Niño no muestra signos de retroceder.
Esa situación preocupa a los miembros del Cuerpo de Bomberos de Honduras, debido la proliferación de incendios forestales y en zacateras lo que se agudiza por la poca humedad del suelo.
El capitán Nelson Barahona del Cuerpo de Bomberos de Tegucigalpa, indicó que apenas comienza el año y están atendiendo un promedio de dos incendios a diario.
“Creemos que va a ser una temporada bastante seca y larga y eso nos preocupa”, manifestó Barahona.
En enero, febrero y marzo, el panorama seco será más complicado y seco por lo que los expertos recomiendan atender con seriedad el tema.
El año pasado, los efectos de la presencia del fenómeno de El Niño, dejaron severos daños económicos a la agricultura y la ganadería.
