El informe presentado por la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (Odeco) ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, señala que la necesidad de esta política vendrá no solo a fortalecer los derechos de los pueblos étnicos y afrodescendientes, sino que también concienciar a la sociedad hondureña para que no se sigan practicando forma racistas contra las etnias.
La Odeco señala algunos casos de discriminación racial que se han dado en el país, al grado que sin ningún estupor algunas personas comunes o actores sociales relevantes emiten criterios como: “¡tenía que ser negro y estos después de las 12 no piensan!”.
“¡Qué más se puede esperar si es un negro!”, son otras de las expresiones que se escuchan comúnmente en el país o la proyección que de esta raza se hace en las caricaturas, señala el documento.
En Honduras, sostiene el informe, la sociedad hondureña en su mayoría prevalece un espíritu racista, “que se oye, se siente, pero se niega y no se acepta su existencia abiertamente y si esto no sucede a nivel del Estado, no se podrán asumir acciones contundentes que promuevan políticas públicas y acciones afirmativas que atiendan el asunto”.
“Es común escuchar el argumento: aquí no hay racismo, porque a los negritos los queremos”, dice en su informe la Odeco que destaca entre sus esfuerzos de incidencia la creación de la Secretaria de los Pueblos Indígenas y Afro hondureños, la cual desapareció y pasó a ser parte de la Secretaría de Gobernación, Justicia, Derechos Humanos y Descentralización.
Más allá de las fusiones, el informe alternativo sobre la situación de la discriminación racial en Honduras, sostiene que la creación de una política pública en esta materia permitirá promover los derechos humanos de los pueblos indígenas y afro hondureños, lo que contribuirá a eliminar la discriminación.
Lineamientos de la política
En este sentido, la política pública que contará con un plan nacional contra la discriminación racial permitirá atacar las causas estructurales del racismo y la discriminación racial para la convivencia en el plano de la interculturalidad y el respeto de los derechos humanos de los pueblos indígenas y afro hondureños, como principales víctimas del racismo y la discriminación racial.
Algunas de las líneas de esta política son: derecho a la participación social y política y al ejercicio de la ciudadanía intercultural de los pueblos indígenas y afro hondureños.
También el derecho a la educación, especialmente intercultural bilingüe, el derecho a la salud bajo la cosmovisión de los pueblos indígenas y afro hondureños, así como el derecho al acceso, uso y control de los recursos patrimoniales ancestrales con fines económicos y al trabajo digno.
Otros pilares que deberían contemplar la política y el plan contra la discriminación racial son el derecho a la tierra, territorio y recursos naturales; el derecho consuetudinario y acceso a la justicia formal y comunitaria.
La aspiración de los grupos étnicos es que esta política y plan sean probados este año por el actual gobierno, como parte de su estrategia de fortalecimiento de aquellas instancias que se han creado para hacer frente a este problema.
En Honduras existen siete grupos indígenas que por ser minoría no han tenido espacios de participación y representatividad política que garanticen una inclusión real en las políticas estatales.
Uno de los problemas que más golpea a estos grupos étnicos y afro hondureños, son además de la salud y la educación, el acceso a la tierra, la cual tiene para ellos una particularidad especial ligada a la cosmovisión y sabiduría de sus ancestros.
En este aspecto, la Odeco señala en el informe que los pueblos indígenas libran batallas por la reivindicación de sus derechos, ejecutan acciones para luchar contra el racismo y la discriminación racial, entre ellas el acceso a la tierra.
Una de las prioridades de estos pueblos es lograr la garantía sobre sus tierras, bajo una perspectiva comunal donde puedan tener la propiedad de aquellas extensiones de tierras que históricamente han ocupado.
Los retos a cumplir
En su informe alternativo, las minorías étnicas y afro hondureñas indican que los logros que se han obtenido son por los esfuerzos de los pueblos mismos, más que por respuestas que deberían venir del Estado.
En este sentido, piden al gobierno impulsar de manera decidida acciones de combate al racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas a la intolerancia.
Entre las medidas a ejecutar destacan una estrategia de comunicación social orientada a generar cambio de comportamiento y sanción del delito de discriminación racial.
La puesta en marcha de la Comisión Nacional contra el Racismo, la inclusión de las mujeres afro hondureñas en la agenda política y el fortalecimiento de la Fiscalía de las Etnias, entre otros aspectos, son algunos de los señalamiento que a criterio de este informe alternativo, constituyen los nuevos retos de las autoridades estatales.
