En su mayoría estos artefactos han sido decomisados a grupos criminales que operan en el país, donde se estima hay cerca de un millón de armas que circulan irregularmente.
El proceso de destrucción de armas se lleva a cabo en las instalaciones ubicadas en el Cuartel General de Casamata, ahí se está procediendo a la destrucción de armas en decomiso y desuso.
El departamento de Relaciones Públicas de la Policía Nacional informó que todas las personas particulares o representantes de alguna institución gubernamental y no gubernamental o de la sociedad civil, que desean presenciar este proceso lo pueden hacer de lunes a viernes de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.
El pasado 3 de junio, la Policía inició la destrucción de unas siete mil armas de fuego y cinco mil municiones decomisadas a bandas del crimen organizado, en el marco de un programa apoyado por Estados Unidos.
Las armas, entre pistolas, fusiles AK-47 y ametralladoras, son destruidas con una máquina cortadora donada en mayo pasado por el Gobierno estadounidense.
Las máquinas tienen capacidad de destruir más de 50 mil armas cada una y contribuirán a reducir el número de esos artefactos en exceso almacenados en instalaciones de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y el Ministerio Público de Honduras, según las autoridades.
El programa de cooperación bilateral incluye, además de la destrucción de los pertrechos, mejorar la seguridad en los centros de almacenamiento de armas y capacitar a la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y la Fiscalía.
Honduras, considerado uno de los países más violentos del mundo, vive una espiral de violencia que deja un promedio de 15 asesinatos diarios, la mayoría por armas de fuego.