Germán Saltrón, agente del Estado venezolano, afirmó en sus alegatos finales que la CIDH «no es imparcial», al igual que dos jueces de la Corte, que no identificó, quienes dijo, formaron parte de la Comisión Andina de Justicia, una organización no gubernamental que «ha realizado pronunciamientos contra Venezuela».
Las declaraciones de Saltrón se produjeron en el marco de una audiencia pública que se celebró en la sede de la Corte, en Costa Rica, por una demanda de 44 trabajadores del canal Globovisión contra Venezuela por persecución, hostigamiento y agresiones físicas y verbales.
La presidenta de la Corte, la chilena Cecilia Medina, recordó en un par de ocasiones al agente del Estado venezolano que se estaba refiriendo al Sistema Interamericano y le pidió que se concentrara en los hechos propios del caso.
Sin embargo, el agente venezolano, quien luego dijo que su intención era aportar ideas para el mejoramiento del sistema, continuó su exposición y acusó a Globovisión de haber sido «determinante» en el golpe de Estado de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez y de «aclamar y apoyar» la «dictadura de Pedro Carmona Estanga».
Saltrón también acusó a medios de comunicación venezolanos de actuar como partidos políticos y de querer «suplantar a la administración, a los tribunales y a los legisladores para invalidar la Constitución y las leyes de la República».
Finalmente, sobre la demanda de Globovisión, Saltrón afirmó que «si en un país existe libertad de expresión, ese es Venezuela» y agregó que en ese país «hay exceso de libertad de expresión».
También negó todos los cargos en contra del Estado, que afirmó es «tolerante» con los medios de comunicación.
El representante en el juicio de la CIDH, ente que eleva las demandas a la Corte, Sergio Pinheiro, dijo en la audiencia que «este es un día tristísimo para el Sistema Interamericano de Derechos Humanos» por lo que calificó como «un ataque» en su contra y pidió a la Corte no permitir en el futuro ese tipo de declaraciones.
Otro representante de la CIDH, Juan Pablo Albán, lamentó que los alegatos finales del Estado se hayan convertido en «un discurso de tinte político encaminado a descalificar a las víctimas y al sistema interamericano de Derechos Humanos».
Por su parte, el abogado de las víctimas, Carlos Ayala, expresó que «lamentamos que el juicio no haya sido rebatido con argumentos jurídicos sino con políticos» y aseguró que los trabajadores de Globovisión consideran «malo» cualquier golpe de Estado.
Durante la audiencia de dos días que concluyó hoy, la parte acusadora solicitó a la Corte que condene a Venezuela por no investigar agresiones contra periodistas, limitar la libertad de expresión y el derecho a la información.
Además solicitó reparaciones económicas para los trabajadores del canal televisivo.
