«La inteligencia se basa en su capacidad para memorizar y recordar, motivo por el que se ve gravemente afectada por el uso de dispositivos digitales. Las pantallas afectan a todo lo que nos hace humanos: lenguaje, capacidad de pensar, de razonar, de memorizar…», son reflexiones que hace el neurocientífico Michel Desmurget en su libro: “La fábrica de cretinos digitales”. Dedicarles tantas horas a las pantallas de los smartphones desde muy jóvenes está produciendo generaciones de imbéciles. Un imbécil es una persona poco inteligente, un ignorante falto de conocimientos y habilidades,que seconvierte en idiota cuando está seguro de que no necesita perder tiempo en memorizar y aprender porque todo se encuentra en la Internet.
Como cualquier musculo, el cerebro requiere entrenamiento para desarrollarse, ejercicio que conlleva esfuerzo que provoca cansancio, equivalente a las agujetas que aparecen cuando realizamos un trabajo físico al que no estamos acostumbrados. De la misma manera que el enfermo por un enfisema pulmonar depende del tanque de oxígeno, se solapan generaciones de idiotas drogodependientes del celular.
Al problema, cual tronco de árbol, le salen cuatro ramas. Primera: aunque el sujeto encuentre en la red la información, debido a que carece del soporte intelectual para entenderla correctamente, es presa fácil de errores, sesgos y manipulaciones. Segunda: el léxico utilizado para los mensajes digitales, el llamado ciberlenguaje, es una permanente bofetada a la gramática. Tercera: el cerebro se acostumbra a esta forma de comunicación perdiendo capacidad para conceptualizar la información de un documento. Cuarta: estas generaciones de cibernautas terminan hablando igual que escriben en la pantalla del celular, en «jerigonza».
En Honduras hay políticos que son un espejo donde se refleja la preocupante situación descrita. Porfiados de que ver y oír es suficiente para comprender; que por la imagen se conoce el asunto; que leyendo los 280 caracteres de un tuit se está en capacidad de subirse al pedestal y emitir opiniones. Como ejemplo el prócer nefelibata cuando el pasado mes de marzo criticó al gobierno por ordenar el primer confinamiento a cuenta de la cóvid-19: “Es una medida excesiva porque este virus durará dos, tres días a lo sumo. China ya está aplicando con éxito una vacuna”.Hay políticos cuya simplicidad y temeridad en los juicios preocupa, porque siendo figuras públicas difunden mensajes engañosos que contaminan a un sector poblacional vulnerable por idiotizado. Como decía Mark Twain, es más fácil engañar a las personas que convencerlas de que han sido engañadas.
El discernimiento no se encuentra en un buscador de Internet, necesita del juicio desde el intelecto, del estudio que genera conocimiento. Conocer obliga a comparar para cuestionar, analizar para procesar, inducir para establecer hipótesis, desechar y confirmar para emitir conclusiones, pero estos conceptos son jerigonza para el rebaño idiotizado y pastores necios.
Meses atrás, durante los disturbios en Nicaragua consecuencia de errores cometidos por el presidente Ortega, el locutor se lamentaba porque el comportamiento violento de los “nicas” no era imitado por el pueblo hondureño para derrocar al gobierno, y poder agarrar la banda presidencial. Recientemente, horas después de que la turbas prendieran fuego al Congreso de Guatemala, la presidenta del Colegio Médico emulaba al salvador de Honduras: “Creo que llegó el momento de demostrar igual que el pueblo de Guatemala que no estamos dispuestos a tolerar a los corruptos. Cuando el pueblo se levanta es capaz de todo”. Para la «aprendiz de Juana de Arco» la corrupción tiene otro significado cuando se aplica a su entorno familiar y laboral. ¡Adelante lideresa!, muestre al mundo cómo se construye democracia. Enarbole la antorcha y junto a los políticos cretinos con quienes se identifica préndale fuego al Congreso, pero ¡dejen en paz al pueblo! Ustedes son también pueblo, por lo tanto “capaces de todo cuando se levantan”, no utilicen al pueblo para que les haga el trabajo sucio. Y cuando los bomberos se presenten para apagar el incendio pídales que desvíen algunas unidades hasta sus casas, porque iniciado el fuego la dirección de las llamas es una incógnita.
Fomentar la violencia para fortalecer la democracia es la versión mejorada del “camarote de los hermanos Marx” que proponen fracasados políticos necios para desarrollar Honduras. No entienden que donde falte democracia lo que hay que hacer es aplicar más democracia nunca la anarquía.
“Reclamamos en nombre de la tolerancia el derecho a no tolerar a intolerantes”. – Karl Popper –