La decena de informadores, en su mayoría empleados en medios opositores venezolanos, dijo en rueda de prensa que estudian iniciar demandas legales contra los sectores oficialistas que los acusan de recibir fondos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para desarrollar una campaña mediática en contra del gobierno.
Los señalamientos de que serían «agentes de la CIA» constituyen «difamación» e «incitación al odio», e incluso podrían hacer peligrar sus vidas y la de sus familias, argumentó el grupo de periodistas.
Varios diputados de la AN, de 167 miembros, todos oficialistas, y otros sectores afectos al gobierno del presidente Hugo Chávez han dicho que tienen una lista de 33 periodistas que, según ellos, habrían recibido dinero de la Inteligencia de Estados Unidos.
El periodista Alfredo Meza dijo que él, al igual que la mayoría de los sus colegas señalados de ser «agentes de la CIA», han ido a Estados Unidos a hacer «cursos de mejoramiento» profesional, y que sectores oficialistas han tomado el hecho como excusa para acusarlos de «usar el periodismo para desestabilizar» el país.
«Queremos ejercer nuestro derecho a réplica en Asamblea Nacional en los mismos términos en los que fuimos acusados», dijo por su parte la periodista Maye Primera.
Precisó que consideran «acciones legales no solo contra los denunciantes» diputados de la AN, «sino contra medio oficiales que han emprendido esta campaña que se trata de incitación al odio».
Los informadores mostraron a la prensa las fotografías de al menos tres periodistas de las cadenas privadas Globovisión y Radio Caracas Televisión (RCTV), abiertamente opositoras, publicadas «en la edición del 24 de mayo de 2007» del diario oficialista «Vea» con el título «pueblo reconócelos».
«Lo que está en juego es el periodismo independiente y la libertad de expresión», agregó la periodista Aliana González.