Tegucigalpa – Los rotundos triunfos obtenidos por Porfirio Lobo Sosa del movimiento Cambio Ya en el partido Nacional y de Mauricio Villeda Bermúdez en el partido Liberal reflejan que sus bases partidarias apostaron por los dirigentes que consideran propios y que a la vez rechazan la injerencia gubernamental en la selección de los candidatos.
Los dos aspirantes representaron a movimientos que en todo momento rechazaron las maniobras desde el poder para modificar la voluntad popular, así como rechazaron los coqueteos continuistas del actual presidente Manuel Zelaya, así como la cooperación con el Ejecutivo.
La derrota de Roberto Micheletti, actual titular del Congreso Nacional, se puede interpretar como un rechazo al presidente Zelaya, ya que en los últimos 45 días hizo a un lado su promesa de no interferencia y se sumó directamente a apoyar e impulsar al titular del Congreso Nacional, que hasta ayer recibía con beneplacito el favor presidencial.
Pepe y su consolidación
El triunfo de Cambio Ya significa que Porfirio «Pepe» Lobo logró consolidarse como el líder del partido Nacional, que su política de unidad y concesiones a las diferentes figuras del nacionalismo ha permitido mantener al partido unido en la parte básica.
Le queda pendiente como atraer a los votantes de Mario Canahuati, que aunque pocos son vitales para movilizar todo el voto nacionalista para los comicios presidenciales de noviembre próximo.
Pero ahora deberá preparar su estrategia para enfrentar la campaña electoral general%26nbsp;y como hacer frente a la crisis que se avecina, ya que aunque el candidato formal ganador es Mauricio Villeda Bermúdez, el jefe del movimiento Elvin Santos hizo de las internas un referéndum en cuanto a su inscripción.
Lobo deberá definir claramente su estrategia y concentrarse en atraer el voto independientes, crucial en toda elección general, para poder ganar los comicios generales y evitar la tentación de intervenir en la crisis interna liberal, pero ser firme en rechazar cualquier acusación que provenga del también vicepresidente Elvin Santos.
Asimismo, deberá contener las pretensiones de varias figuras de su movimiento en cuanto a que les ofrezca desde antes de las elecciones las parcelas de poder en el gobierno, ya que ello es visto mal en el electorado, especialmente el independiente.
Mauricio Villeda
El ganador de los comicios internos y candidato presidencial liberal Mauricio Villeda Bermúdez deberá administrar su nueva condición política, aspirante formal a la Presidencia, pero a la vez leal al vicepresidente Santos.
Seguramente recibirá presiones de su entorno para que asuma hasta el fin la candidatura presidencial, algo para lo cual no estaba preparado, o bien debe resignarse a la misma si las instancias judiciales fallan en cuanto a que Santos no puede ser inscrito como el candidato presidencial por el partido en el poder.
Hijo del ex presidente Ramón Villeda Bermúdez, justamente este añse celebra el bicentenario de su nacimiento, Mauricio será un actor importante en el quehacer político hondureño a partir de la noche del domingo.
El nuevo dirigente político deberá coordinar con Elvin Santos todos sus pasos y declaraciones, mientras los liberales no aclaren quién será su candidato a enfrentar a «Pepe»