“Me parece que lo que se está viendo aquí por parte del gobierno es una especie de improvisación en el nombramiento de ministros que van a sustituir a los que han puesto su renuncia o que fueron obligados a renunciar”, argumentó.
Acotó que es “una gran improvisación porque el gobierno debe de rodearse de personas idóneas, pero además que haya alguna comunicación en función de que el que llegue a una secretaría tiene que cumplir las políticas de Estado”.
Carías calificó como un fracaso, el hecho de llevar a la cartera ministerial de educación a un hombre que estuvo involucrado con la resistencia.
“El ministro de Educación que ha sido nombrado, estaba en una cancha diferente, desde el punto de vista político, desde el punto de vista partidario, por lo que no va a seguir las líneas que el presidente de la nación le está definiendo”, mencionó.
Al momento de agregar que “en todo esto lo que estamos viendo es un fracaso, porque lo ideal es que los ministros que se nombren terminen el período para que pueda haber continuidad, pero esto solo se puede con personas consistentes y con capacidad de poder obedecer una línea central”.
Según el analista, en Honduras la gestión gubernamental marcha de forma milagrosa, por una inadecuada elección del equipo gubernamental.
“Aquí las cosas marchan por milagro del altísimo, como no hay política las cosas quedan en el aire, no hay consistencia, no hay decisiones que apunten a poner orden en la casa, no vemos esas grandes iniciativas porque hasta la elección del equipo gubernamental no ha sido la más adecuada”, indicó.
Marlon Escoto fue juramentado como ministro de Educación, la noche del viernes. El nuevo funcionario público aceptó que con orgullo participó en las protestas en contra de la crisis política y que lo volvería a hacer si fuese necesario.