Barcelona- La ministra de Cultura de Panamá, Maruja Herrera, ha apelado este martes, en una de las sesiones paralelas de la conferencia Mondiacult de la UNESCO que se celebra en Barcelona, a una mayor integración cultural entre Centroamérica y Centroáfrica.
En la sesión, titulada ‘La cooperación Sur-Sur: los vínculos entre la cultura y la educación’, Herrera, que ostenta la presidencia de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana del Sistema de la Integración Centroamericana (CECC-SICA), Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC), ha expresado la convicción de que «la cultura y la educación son pilares fundamentales para el desarrollo sostenible y para la integración de nuestros pueblos».
Ha recordado que en 2025 se conmemora el cincuenta aniversario del Consejo de ministros y ministras de Cultura y de Educación del sistema de integración centroamericana CECC-SICA, «cincuenta años de consensos, trabajos compartidos y voluntad política» que han demostrado que cuando Centroamérica y República Dominicana se ponen de acuerdo se producen avances.
Un bien público global
El ‘Llamado de Cantarranas’, un acuerdo firmado por los ocho países del SICA, se ha convertido en una «brújula ética y política», por la que todas esas naciones se reafirman con una sola voz en que «la cultura debe ser reconocida como bien público global y como un objetivo de desarrollo sostenible específico en la Agenda post-2030».
Para la ministra panameña, «la educación cultural y artística no es un lujo ni un complemento, sino una necesidad». De igual manera, ha advertido de que la Inteligencia Artificial (IA) nunca podrá reemplazar que los niños aprendan a escribir, a leer, a sumar y a restar.
En este sentido, ha asegurado que «los artistas nacieron para darle luz al ecosistema y para alzar la voz».
En su intervención en la sesión, la ministra ha dicho que «en cada escuela, en cada comunidad indígena y afrodescendiente, en cada barrio, la educación cultural forma a ciudadanos críticos, sensibles y capaces de convivir en la diversidad y, sobre todo, de saber desatar los nudos en momentos complejos».
Ha mencionado como ejemplo la Ciudad de las Artes, un centro de arte y cultura de la ciudad de Colón, en Panamá.
Desafíos comunes
Herrera ha señalado que Centroamérica y Centroáfrica «comparten desafíos como la desigualdad y la exclusión social, pero también grandes fortalezas». » Ambos son pueblos jóvenes, creativos y resilientes, con culturas vivas que son nuestra fuente de identidad y nuestro camino hacia el futuro, ambos tenemos una cultura ancestral y una cosmovisión especial», ha resumido.
La ministra ha apuntado que el ‘Llamado de Cantarranas’ marca el inicio de una nueva etapa para la cooperación Sur-Sur, puede ser «un punto de partida para intercambiar saberes y compartir experiencias».
Herrera ha pedido la creación de un mecanismo de colaboración entre los países de CECC-SICA y CEMAC con el apoyo de la propia UNESCO.
La representante panameña ha recordado que ambos territorios tienen mucho que compartir: «Tenemos en Panamá una comunidad afrodescendiente muy fuerte, casi el 33 % de nuestra población, y estoy segura de que podemos reparar un tejido social compartido».
Herrera ha concluido su intervención con una convicción: «Sin cultura no hay paz, pero sin educación artística y cultura no hay futuro, porque la educación es importante, pero sin cultura no hay educación y viceversa». EFE/lb