Por: Pedro Gómez Nieto
Si una empresa es un negocio para ganar dinero, los empresarios del sector salud necesitan muchos enfermos por clientes.
Médicos y especialistas catalogan como alarmante el aumento de personas con insuficiencia renal, necesitando someterse a hemodiálisis para seguir vivos. La salida al problema es el trasplante de riñón. Al lado oscuro no le interesa que tengamos una ley de donaciones de órganos, proyecto engavetado en el Congreso Nacional. Para las empresas de diálisis no es negocio que el paciente reciba la donación de un riñón, mejor tenerlos enchufados a sus máquinas y que el Estado pague el “impuesto de vida”. El contrato supera los 500M de lempiras, y la deuda acumulada por el gobierno sobrepasa los 200M de lempiras. Tenemos unos 2.800 enfermos necesitados de diálisis dos veces por semana, ¿por qué el gobierno alquila a la empresa privada lo que puede comprar, amortizar y rentabilizar? ¿Existe conexión horizontal entre los empresarios del rubro y la clase política?
El problema toral no es paliativo sino preventivo. Hay que educar en hábitos alimentarios. Recordé una imagen habitual en las calles de cualquier ciudad hondureña, gente caminando con la botella de cola en una mano y el paquete de churros en la otra. Hay un impactante video en YouTube donde una persona saca un churro del paquete y le prende fuego, comenzando a arder como si fuera un trozo de plástico. Son productos elaborados con químicos, sin los nutrientes que el organismo necesita. Sin educación alimentaria seremos un país de enfermos.
Otro escenario. El alarmante el aumento de los accidentes de circulación es ya epidemia. La suma de velocidad y alcohol es un misil descontrolado buscando la muerte como objetivo. En los hospitales públicos los médicos utilizan los recursos destinados a pacientes con patologías tradicionales para las urgencias de estos accidentados, relegando a los primeros. Las autoridades repiten que el problema radica en “la falta de formación vial, respeto a la ley, y ausencia de valores cívicos”. Daños materiales, muertos, y heridos generando una sangría económica que distorsiona cualquier presupuesto nacional. La Dirección Nacional de Vialidad y Transporte está desenfocada. En las carreteras, los controles estáticos carecen de efectividad para reducir los accidentes por conducción temeraria, y en las ciudades los policías faltos de conocimientos juegan a las escondidas con los conductores. Sin educación vial seremos un país de sobrevivientes lisiados.
Escenario político. En las mesas de Garáfulic, Nasralla, excandidato de Libre-Pinu, provocó la protesta de los representantes nacionalistas por un tuit, afirmando que el próximo año iremos a un nuevo proceso electoral, vulnerando el código de ética firmado ante el representante de NNUU. El locutor se justifica: “Uno en las redes especula. Eso puede ser un globo sonda y no necesariamente corresponde a una verdad. Yo no estoy afirmando nada, son comentarios de redes”. Alumbremos: “…globo sonda…no corresponde a una verdad…no afirmo nada…” Asume que utiliza las redes para mentir maliciosamente induciendo comportamientos confrontativos. Cuando una persona habla de otra también lo está haciendo sobre sí misma. Su obsesión por JOH, su falta de respeto por la institucionalidad y la dignidad de las personas, influye en un populacho que canaliza sus emociones negativas en la dirección que marca el enfermo mental maleducado.
Napoleón Hill, periodista, decía: “La diferencia entre un sueño y un objetivo es la fecha límite”. Recordé la frase cuando leí el tuit de “Mel”: “Reglamentar la sentencia ilegal es una alternativa para asegurar su salida” (de JOH). Su bandera: “no se puede reglamentar lo que no existe”, parece desteñida. El objetivo de la Constituyente originaria es un sueño, le queda el plebiscito. El show de la consulta a sus bases le permite mantener el tema en los medios, echando agua bendita sobre su fallido proyecto reeleccionista, la “Cuarta Urna”. Dicen los achichincles: “No hay ninguna prueba de que “Mel” hubiera querido continuar en el poder”. ¿Seguro? Díganle que muestre el Decreto Ejecutivo fechado el 26-junio-2017 que vinculaba con carácter inmediato el resultado de la Cuarta Urna a la Asamblea Constituyente. Observemos la paradoja: si está en contra de la reelección ¿para que la consulta a las bases?; si está a favor ¿cómo reglamentar lo que no existe?
“Con una clase política infiltrada por delincuentes, enfermos mentales y maleducados el mejor futuro es el paupérrimo presente.”