Tegucigalpa – Luego que el presidente estadounidense, Donald Trump, firmara el lunes la nueva versión de su polémico veto migratorio, que seguirá prohibiendo la entrada de refugiados al país y detendrá la emisión de visados a los ciudadanos de Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán, algunas organizaciones hondureñas salieron al paso y afirmaron que la medida también afecta a los centroamericanos.
– Hondureños y salvadoreños han disparados las solicitudes de asilo en México donde se reporta un aumento del 154.6 % de las peticiones de asilo.
Así lo afirmó Rony Díaz, representante la Fundación Olanchanos Unidos por Honduras en Estados Unidos (FOUHE), quien aseguró que existe un vacío en el decreto en cuanto a la palabra refugiados, lo que también podría tener consecuencias no solo para los hondureños sino para los centroamericanos solicitantes de refugio.
“Esta es una situación muy complicada porque hay que entender que cuando se toma el tema de refugiados también estamos hablando de los refugiados de Centro y Sur América”, expresó el líder hondureño en una entrevista con la capitalina América Multimedios.
Consideró que, el gobierno norteamericano está “aprovechando” el veto a los seis países como “una pared” para también aplicarlo a otros países.
“La palabra refugiados generaliza a todo el mundo, él podrá decir otra cosa pero nosotros como organización así lo tomamos”, agregó.
Arguyó que en el futuro un juez podría escudarse en la interpretación de la palabra para denegar una solicitud de asilo a un centroamericano.
El nuevo decreto migratorio entrará en vigor el 16 de marzo y sustituirá al polémico veto emitido el pasado 27 de enero y bloqueado por una decisión judicial.
En esta ocasión, Trump ha decidido permitir la entrada a los iraquíes porque su Gobierno se ha comprometido a colaborar en la investigación de sus nacionales, según explicaron altos funcionarios del Gobierno que pidieron el anonimato durante una llamada con la prensa.
A pesar de que el Gobierno ha sacado a Irak de su lista, ha detenido la emisión de visados durante 90 días a los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana: Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán.
Medidas como la anterior emprendidas por el presidente estadounidense han provocado que los centroamericanos, en especial los hondureños y salvadoreños disparen las solicitudes de asilo en el país vecino, México.
Con un aumento de 154.6 por ciento de las peticiones de asilo en 2016, México consolida su paso de país de tránsito a país de acogida.
El país pasó de recibir 3 mil 424 solicitantes en 2015 a 8 mil 781 en 2016, de acuerdo con las cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
La mayoría de estas peticiones (un 86.6 %) provienen de Honduras y El Salvador.
