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Open data, una herramienta de cambio para los movimientos vecinales europeos

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El uso de bancos de datos abiertos se ha convertido en una herramienta de trabajo para los movimientos vecinales europeos que han incorporado las nuevas tecnologías a sus proyectos con el objetivo de encontrar una solución a los tradicionales problemas de desempleo, acceso a la vivienda o educación.

Reunidos en mesas de trabajo y laboratorios urbanos, medio centenar de profesionales de más de 30 ciudades europeas comparten sus conocimientos desde primera hora de la mañana en el centro Etopia de Zaragoza, transformado en una gran incubadora de ideas sobre el uso ético de Internet.

En Knowle West, un barrio humilde de la ciudad británica de Bristol, más de 500 personas esperan en la lista de espera para poder acceder a una vivienda pública, mientras que el encarecido precio del suelo impide que muchos vecinos de la zona puedan comprar una nueva residencia.

“Tenemos un problema de vivienda”, explica en una entrevista con Efe la directora del Knowle West Media Center, Carolyn Hassan, quien ha optado por recurrir a las nuevas tecnologías para conseguir que los vecinos se involucren y aporten su punto de vista para combatir este fenómeno.

El proyecto “We Can Make” permite a los ciudadanos participar a través de Internet en el diseño de nuevas viviendas, que se ubicarán en micro parcelas y jardines del barrio, de forma que su construcción responda a las propias necesidades de la población y a su poder adquisitivo.

“Tenemos que usar la tecnología para crear casas que la gente pueda usar durante mucho tiempo”, señala Hassan, quien recuerda que la primera vivienda de estas características ya está operativa y abierta a todo el público.

Viviendas y calidad del aire


Es uno de los proyectos que Hassan ha presentado al resto de expertos europeos reunidos en Etopia y que, junto con su iniciativa para controlar la calidad del aire a través de sensores medioambientales, reflejan la importancia de incorporar el tráfico de datos en los proyectos comunitarios.

Sin embargo, la responsable del centro social también reconoce los efectos negativos que puede acarrear el uso indebido de Internet, especialmente entre los más jóvenes que son más susceptibles de aislarse de la sociedad y que suben más información a las redes sociales.

Unos niños juegan con ordenadores. EFE


“Tenemos que tomarnos la seguridad y la privacidad muy seriamente”, explica la directora del Knowle West Media Center, quien aboga por educar a la población en la importancia de seleccionar muy bien cuándo se comparten los datos personales.

“Si tengo un problema médico, compartiría esa información con un investigador o con una fundación que esté buscando una solución, pero no lo haría con una compañía de seguros”, ejemplifica la responsable del centro comunitario.

Tras una jornada de grupos de discusión e interesantes charlas en las pausas del café, Hassan ya prepara su intervención en la conferencia “El ciudadano para la ciudad más humana”, un encuentro con otras profesionales como la fundadora de Libelium, Alicia Asín, la comisionada de Innovación y Tecnología de Barcelona, Francesca Bria, o la miembro de Eticas Foundation, Victoria Peuvrelles.

Allí, la directora del Knowle West Media Center expondrá las virtudes del Open Data como herramienta de cambio y mostrará su visión icónica del Bristol del futuro, una ciudad donde la tecnología permita que colectivos como los jóvenes, la comunidad negra o los trabajadores también puedan participar en las decisiones sociales. EFE

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