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Ombudsman de Panamá alerta de la dificultad de vacunar migrantes en tránsito

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Ciudad de Panamá.– El Ombudsman de Panamá, Eduardo Leblanc, dijo este jueves que la vacunación contra la covid a migrantes en tránsito, que ordenó garantizar la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es «importante», pero alertó que es poco probable realizarla ya que esta población está de paso por el país.

Leblanc explicó que la inmunización contra la covid-19 a los migrantes en tránsito «es muy difícil de lograr», ya que al implicar dos dosis, entre la primera y la segunda pasan unos «30 días» y en ese tiempo «el migrante ya debería estar en Honduras o saliendo de Nicaragua».

«En la práctica es poco probable que se pueda cumplir, no por (reticencia de) el Estado panameño, sino por la misma naturaleza de la migración y de la logística que corresponde a la vacunación», dijo el titular de la Defensoría del Pueblo en una conferencia virtual.

Según las cifras aportadas por Leblanc, ahora en Panamá hay poco más de 2.300 migrantes en tránsito: 1.300 en las estaciones migratorias de Darién, frontera con Colombia y otros 1.072 en Gualaca, en los límites con Costa Rica.

Esta semana la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ordenó a Panamá garantizar el acceso a los servicios de salud para los migrantes irregulares que atiende en albergues, lo que incluye pruebas y tratamientos contra la covid-19, así como su inclusión en el programa de vacunación.

El director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá, Oriel Ortega, recordó por su parte que «desde el inicio de la pandemia» las autoridades instalaron un campamento de recepción de migrantes con covid», para que recibieran el tratamiento correspondiente y se evitara la transmisión del virus.

Según los datos oficiales publicados por la cadena TVN, más de 50.000 migrantes en tránsito han llegado a Panamá desde marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia en el país, y se han detectado 549 casos de la covid entre ellos.

En lo que va de este año, más de 26.000 haitianos y 6.000 cubanos, además de personas de otras nacionalidades aunque en números mucho menores, han llegado a Panamá en su viaje hacia Norteamérica, según las cifras oficiales.

Pero miles de migrantes, unos 10.000 según datos de autoridades municipales colombianas, permanecen varados desde hace más de una semana en el lado colombiano de la frontera a la espera de poder continuar su camino hacia Panamá.

El manejo de esa masa de migrantes «es una preocupación que tienen ahorita mismo las autoridades colombianas», le dijo este jueves a la cadena local TVN el director del Senafront.

El comisionado informó de que este mismo día sostendría una reunión virtual con las autoridades migratorias de Colombia para compartir las buenas prácticas que en esa materia ha realizado Panamá.

«Panamá tiene una gran experiencia en mover estas masas. En el 2016 nosotros teníamos un aproximado de 5.000 migrantes diarios y es precisamente estas buenas prácticas que vamos a compartir con ellos», afirmó Ortega.

Debido a la pandemia de la covid-19, Panamá cerró el pasado mayo las fronteras terrestres, marinas y fluviales con Colombia, pero esto, al igual que en el 2020, no ha frenado el flujo de los migrantes en tránsito.

La mayoría llega a través del Darién, la peligrosa selva que sirve como frontera entre Panamá y Colombia, por la que cada año transitan miles de personas de todo el mundo que se dirigen hacia Norteamérica, afrontando los peligros propios de ese ecosistema y los derivados de la presencia de traficantes de drogas y personas.

Los viajeros, que ahora en su gran mayoría son familias enteras de haitianos, reportan que en la selva son asaltados y que incluso compañeros suyos mueren allí. Las autoridades de Panamá han informado del fallecimiento de al menos 12 migrantes en su travesía hacia el país. 

(IR)

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