La nueva normativa requiere a los ciudadanos de 22 países de la Unión Europea (UE), así como de otros 13 Estados, registrarse con suficiente antelación en la página web https://esta.cbp.dhs.gov.
El objetivo de EE.UU. es mejorar la seguridad del Programa de Exención de Visado (VWP, en inglés), que permite al Departamento de Seguridad Nacional determinar con antelación si los pasajeros cumplen los requisitos para entrar al país o si, por el contrario, representan un riesgo para el orden público o la seguridad.
El Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA, en inglés) es capaz de recibir entre 16 y 20 millones de visitas anuales y proporciona una respuesta «muy rápida, casi inmediata», explicó la subsecretaria adjunta para Políticas del Departamento de Seguridad Nacional, Kathleen Kraninger.
El ESTA sustituye al tradicional formulario verde, conocido como el I-94W, que los viajeros han tenido que rellenar hasta ahora en el avión y entregar a su llegada en el control de inmigración en EE.UU.
El formulario electrónico está disponible en 21 idiomas y el pasajero tiene que rellenar, en inglés, sus datos personales, número de pasaporte, número de vuelo y proporcionar una dirección en EE.UU., así como contestar siete preguntas relacionadas con enfermedades, detenciones, terrorismo, espionaje, narcotráfico, entre otras.
La solicitud también puede ser rellenada por terceras personas como los amigos, la familia o el personal de agencias de viajes.
El proceso es, de momento, totalmente gratuito, y el Gobierno de EE.UU. ya ha advertido de páginas web que cobran por este servicio.
Las autoridades recomiendan que se solicite «cuanto antes» la autorización electrónica, preferiblemente cuando se planifica el viaje, si bien reconocen que no todas las visitas se pueden prever, por lo que solicitudes de última hora serán tramitadas.
La autorización tiene una vigencia de dos años o hasta que el pasaporte del pasajero caduque si es antes de esa fecha.
Únicamente en el caso de que alguna información personal o de las respuestas cambia a lo largo de esos dos años, el viajero debe actualizar el formulario.
Las respuestas que puede dar el sistema son tres: autorización aprobada, autorización no aprobada o autorización pendiente. En este último caso, el pasajero debe entrar al menos 72 horas antes de su viaje en la página web para recibir una respuesta definitiva a su solicitud.
Si la autorización es denegada, el viajero debe solicitar un visado en el consulado o la embajada estadounidense.
Según Kraninger, el ESTA no emite una justificación de la razón por la que una solicitud ha sido rechazada, pero es referido al Departamento de Estado si quiere saber los detalles.
La autorización de viaje no implica necesariamente que el pasajero pueda entrar al país, ya que únicamente permite embarcarse en un avión o crucero y la decisión final corresponde a los agentes del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).
El pasajero no tiene que imprimir su autorización para entregarlo en el aeropuerto, ya que el Gobierno trabaja con las aerolíneas que vuelan a EE.UU. para que estas puedan verificar si la solicitud ha sido aprobada o rechazada, señaló Kraninger.
La nueva normativa entra oficialmente en vigor el lunes, pero las autoridades son conscientes de que se podría producir un retraso en su aplicación plena, y destacan que aquellas personas que no eran conocedoras de este requerimiento antes de subir a un avión no van a ser rechazas por ello en la aduana.
Pero, advierte, «habrá un momento en el que un pasajero ya no podrá subir al avión» sin disponer de la autorización electrónica.