Un panel de tres jueces desestimó ese alegato en abril pasado al dictaminar que la Convención de Ginebra no incluye elementos que impidan a una de las partes extraditar a un prisionero de guerra a otro país solo porque tenga esa condición.
Estados Unidos y Francia son signatarios de ese convenio.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos sería la última instancia judicial a la que acude el panameño, de 73 años, que continúa en una prisión de Miami por orden de un juez que dictaminó que no puede ser extraditado hasta que agote todo su proceso de apelación.
En EE.UU., Noriega fue juzgado por permitir el envío a este país de los embarques de cocaína del desaparecido cartel colombiano de Medellín.
Por ese delito recibió una condena de 40 años de prisión que fue rebajada a 30, por haber cumplido cárcel, y luego a 20, por buena conducta, de los que cumplió 17 en septiembre del 2007.
Francia solicita su extradición tras juzgarle en 1999 y condenarle en ausencia a diez años de prisión por el lavado de unos 3,1 millones de dólares.
El ex militar capturado por tropas estadounidenses en 1989 en la invasión de Panamá también es solicitado por su país para que encare acusaciones de violaciones a los derechos humanos y otros cargos por los que recibiría arresto domiciliario debido a su edad.