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Niños migrantes y adultos extranjeros burlan fácilmente controles migratorios hondureños

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Tegucigalpa – Las fronteras hondureñas tienen grandes contrastes, por un lado los nacidos en este país centroamericano logran abandonar su tierra sin la documentación requerida y por otro lado es constante el flujo migratorio de ciudadanos extranjeros que sin cumplir controles mínimos se pasean por Honduras.
 

– Con 24 fronteras -entre marítimas, terrestres y aéreas- Honduras se convierte en paso obligado de personas, drogas y mercancías, debido a su ubicación geográfica en el corazón del continente.

– Migración acepta vulnerabilidad en fronteras y lo atribuye a la falta de personal.

En los últimos días se ha desatado una gran oleada de menores, que en compañía de sus madres, aunque en muchos casos hasta solos, evaden los controles migratorios para buscar el denominado “sueño americano”, que en la mayoría de los casos termina convirtiéndose en un drama humano.

Los niños salen sin documentación por el occidente del país y una vez en la ruta migratoria enfrentan innumerables peligros como ser: trata de personas, extorsiones, explotación sexual y laboral, entre otros.

Honduras cuenta con 11 fronteras terrestres, cinco aéreas y ocho marítimas donde hay presencia de la Dirección General de Migración y Extranjería, y en la cual se han detectado tentáculos del crimen que mueven el tráfico humano y documentan falsamente a personas entre otros quehaceres al margen de la ley.

También las fronteras nacionales son vulneradas por el ingreso masivo de extranjeros de diversas nacionalidades, muchos de ellos relacionados con el crimen organizado y otros delitos transnacionales.

Reforzar seguridad en fronteras

Ante esta problemática, el experto en temas de soberanías, Graco Pérez, es del criterio que Honduras requiere reforzar sus fronteras tanto por el flujo de salida de sus connacionales en busca del sueño americano, como por el ingreso de extranjeros vinculados al crimen organizado.

Además, señaló que centenares de niños hondureños están siendo deportados desde México y Guatemala, lo que quiere decir que estos países están haciendo su trabajo.

En las últimas horas se ha confirmado que al menos 300 menores han sido retornados a Honduras procedentes de Guatemala y México. Sin embargo, Estados Unidos ha informado que en albergues de ese país se encuentran retenidos unos 52 mil niños migrantes, la mayoría del Triángulo Norte de Centroamérica.

Este drama es calificado como una “crisis humanitaria” y los países centroamericanos abogan por “la reunificación familiar”, pero EEUU ha reiterado que lo único que procede es la deportación sin importar si se trata de un menor o un adulto.

En ese sentido, Pérez destacó que “estos países -se refiere a México y Guatemala- ya están haciendo un trabajo en la zona fronteriza”, por lo que le toca a Honduras ser congruente con estos esfuerzos en materia de migración.

El analista insistió que “Honduras también tiene que reforzar sus fronteras, no solamente para frenar la salida de nacionales sin ningún control, sino para detener a los foráneos que ingresas a suelo patrio como Pedro por su casa”.

Pérez puntualizó que “eso quiere decir que tenemos las fronteras desprotegidas”.

Migración lamenta falta de personal

El titular de la Dirección de Migración y Extranjería, Venancio Cervantes, reconoció que las fronteras hondureñas son vulnerables y mencionó que eso obedece a la falta de personal para ser desplegado en los 24 puntos de control migratorio que dispone el país.

“Nos falta personal para completar labores en algunos puntos. Nosotros estamos en los puntos que el Estado ha declarado como controles obligatorios, pero muchos evaden estos puestos porque no cumplen con los requisitos de la ley”, afirmó.

Cervantes propuso trabajar más en los controles internos y que las fronteras sean el último eslabón de la cadena.

Mencionó que decenas de niños han sido retornados de la frontera entre Honduras y Guatemala. “Estos menores son agarrados llenos de lodo porque transitan por puntos ciegos, hasta donde nuestro personal no tiene capacidad de llegar”, justificó.

Insistió en incrementar el personal de Migración para mejorar los controles, aunque reconoció que “es difícil poner un cerco en la frontera como sucede en Estados Unidos y pese a los recursos con que ellos cuentan siempre hay personas que burlan los perímetros migratorios”.

El titular de Migración defendió el actual pasaporte que se mantiene vigente en Honduras, al tiempo que señaló que muchos ciudadanos centroamericanos pasan por las fronteras nacionales con documentos falsos, una situación muy difícil de detectar por la oficina que él rectora.

En la actualidad, la Dirección de Migración y Extranjería se mantiene intervenida por el Gobierno de la República. Poco o nada se sabe sobre los hallazgos en esta importante oficina del Estado.

Notoria presencia de extranjeros

El director de la Policía Internacional (Interpol) en Honduras, comisionado Leonel Sauceda, manifestó que es notoria la presencia de extranjeros involucrados en actos delictivos en suelo nacional.

En ese sentido, argumentó que “por un lado lo hacen para evadir la justicia de sus países de origen y por otro lado, para tratar de incorporarse aquí a las pandillas hondureñas y de esa forma fortalecerlos en sus modalidades delictivas”.

Sauceda también aseveró que Interpol se mantiene en alerta ante el constante ingreso de integrantes de maras o pandillas de El Salvador, que arriban con la intención de cometer acciones ilícitas o para entrenar a miembros de estos grupos criminales.

Constantes capturas de extranjeros

Hace unas semanas, en una aldea del departamento de Intibucá, se detuvo a un peligroso pandillero salvadoreño que enfrenta procesos judiciales en su país de origen y que se relacionan a la extorsión, agrupaciones ilícitas y homicidio agravado.

Asimismo, el 17 de junio, agentes policiales capturaron al ciudadano José Antonio Delgado Argueta (35) de origen salvadoreño, vinculado a una red de criminales y quien tenía alerta roja en su país por lo que era buscado por la Policía Internacional (Interpol).

Posteriormente un día después, las autoridades capturaron a José Roberto Norales Martínez (39), alias “El Panameño”, quien según la Interpol, es un ciudadano de nacionalidad panameña de nombre Carlos Luis Rufino y sobre quien pesa una alerta roja emitida por los Estados Unidos de América.

Cabe señalar que recientemente, un juez le decretó sobreseimiento definitivo por supuesto mal procedimiento durante su captura.

También vale la pena mencionar que el pasado fin de semana, integrantes de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), capturaron en Cofradía, Cortés, norte de Honduras, a tres supuestos pandilleros, entre ellos un salvadoreño, pertenecientes a la mara 18, a quienes se les vincula a la quema de buses en la capital hondureña.

El extranjero detenido fue identificado como Jesús Hernández Pérez (41), alias “El Clíper”, de nacionalidad salvadoreña, aunque inicialmente mostró una identificación hondureña con nombre Humberto Mejía Rivera.

Sumado a los anteriores, en su momento fue capturado el supuesto marero salvadoreño José Jeremías Barahona, quien fue expulsado del país hace unos días y de quien se logró establecer que tenía orden de captura por los delitos de extorsión, homicidio agravado y por participar en asociaciones ilícitas, así como por evasión pues se había fugado de una celda policial en Usulután.


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