Dios creó al hombre y lo dotó de atributos y dones; entre ellos el conocimiento, la voluntad y la libertad para tomar decisiones. Esto lleva inherente la necesidad de admitir responsabilidades por las acciones realizadas, lo que olvidamos con demasiada frecuencia, especialmente la clase política. Esa libertad permitió al ser humano elegir qué tipo de relación quería tener con su Creador. El pecado primigenio fue el de soberbia, junto al de desobediencia al mandato recibido. Fueron actos libres y voluntarios, con conocimiento. Una vez cometidos, en lugar de asumir las consecuencias de la transgresión, el hombre buscó una justificación para minimizar su comportamiento y eludir responsabilidades. Adán le echó la culpa a Eva, y ella a la serpiente por haberla tentado. Pero Lucifer no forzó ninguna voluntad para infringir la norma, simplemente utilizó una táctica que en esta era tecnológica, de las comunicaciones, la imagen y la realidad virtual, se ha convertido en arma de destrucción masiva: la mentira maliciosa, el engaño, las fake news.
Una herramienta que con el paso de los siglos Lucifer ha perfeccionado. Mientras que en el Edén, Adán y Eva eran conscientes de su pecado, hoy día el concepto de la culpa ha quedado difuminado. El demonio ha logrado que el hombre considere a la libertad como su bien más preciado, y las emociones y los sentimientos como sus señas de identidad. La paradoja radica en que hoy la raza humana se encuentra más esclavizada que nunca, sometida a esa búsqueda obsesiva por el placer, la calidad de vida material. El pecado es un cuento chino para provocar sentimientos de culpa que coartan esa libertad, lo cual es inadmisible. Por tanto, hemos sustituido la realidad espiritual por la realidad virtual, la posverdad, donde todo es moldeable como la plastilina.
Las vacunas comienzan a llegar, y la sociedad hondureña se ilusiona, lo cual no es del agrado de los Morlocks porque la ilusión genera esperanza, y la esperanza provoca motivación, aliviando la precariedad existencial en la que se vive. Si finalmente la vacunación masiva de la población comienza a producirse, algún depredador pudiera pensar que tal situación beneficia al partido en el poder, de cara al próximo proceso electoral, lo cual no puede permitirse. Por tanto, es necesario sembrar la duda sobre la finalidad que se escondería detrás de las vacunas. Por ejemplo: “Vacunas por votos”. De tal manera que el sujeto, que se siente feliz por haberse vacunado, sepulte sus emociones positivas, su esperanza respecto de su futuro frente a la covid-19, en sentimientos de rechazo al gobierno porque esconde un interés político electorero. Sería bueno preguntar a personas vacunadas en países de nuestro entorno, si experimentaron sentimientos de rechazo hacia sus autoridades, porque las vacunas indirectamente podían beneficiarlas políticamente. Recordemos que siempre las palabras muestran el color del corazón de quien las pronuncia.
Necesidad, deseo, realidad. Toda la legislatura llevamos escuchando a la oposición exponer que Honduras “necesita” un cambio, que el pueblo “desea” el cambio, para seguidamente argumentar que solo unidos se logrará sacar al Partido Nacional de poder. Llevamos años argumentando que los partidos mayoritarios acudirían en solitario a las urnas. Cuando las bases votan por su líder, como candidato presidencial, no lo hacen para que renuncie por incapaz, entregando la candidatura a un tercero. El problema de los líderes políticos es que durante la legislatura no hicieron las tareas. A saber: fortalecer sus estructuras, actualizar el ideario político, identificar los problemas más importantes del país, para salir del subdesarrollo, y generar ideas novedosas para resolver cada uno de los problemas. Convertir las ideas en protocolos de actuación, estrategias y tácticas operacionales. Finalmente defender las propuestas ante el electorado para convencerlo, ilusionarlo, antes de pedirles su confianza mediante el voto. ¿Se hizo algo de esto? Mas bien, como en la fábula, mientras las hormigas nacionalistas trabajaban en ello, las cigarras estuvieron cantado durante toda la legislatura.
Respecto al problema de las alianzas, un amplio sector del Partido Libre considera que fue un grave error que en el anterior proceso electoral, su lideresa cediera la candidatura renunciando a sus posibilidades para ser favorecida con la banda presidencial, mostrando al electorado sus capacidades, ideas y propuestas. Ese error era evidente que no se volvería a repetir. Necesidad y deseo pueden convertirse sin esfuerzo en realidad virtual, emocional, pero difícilmente en realidad material, racional.