Tegucigalpa – Una adolescente logró llegar hasta la entrada del insigne colegio público en el que estudia en la populosa colonia Kennedy, pero no pudo ingresar al aula. Su estado de embriaguez no le permitió seguir de pie. Ayudada por compañeros, la jovencita de 13 años fue trasladada a un lugar cercano mientras sus amigos trataban de que le pasara la borrachera.
La escena es común y muchas veces muestra a jóvenes adolescentes con crisis depresivas o eufóricos, dependiendo de las drogas que consuman, comentó un maestro con algo de recelo por el temor que deviene de la presencia de estudiantes que son parte de las estructuras del narcomenudeo que opera en centros de educación públicos y privados de Tegucigalpa, la capital hondureña.
Los colegios y las universidades son mercados florecientes para la venta de drogas revelan informes oficiales conocidos por Proceso Digital.
El narcomenudeo se ha convertido en este país centroamericano en un lucrativo negocio en el que participan comerciantes de fachada, vendedores de “hot dog”, golosinas, despachadores de gasolineras y otros ambulantes que operan en zonas rosas, semáforos, puntos de taxi, mercados y zonas calientes.
La proliferación del narcomenudeo en Honduras, especialmente en las urbes y en los corredores por donde transita la droga tiene un grave impacto entre los jóvenes. Y es que Centroamérica dejó de ser corredor de tránsito de cocaína, metanfetaminas y una amplia gama de drogas sintéticas para también volverse un mercado de consumo ya que muchos servicios de los traficantes son pagados en especie.
Nelson un narco menudísima convencido
La droga llega así desde las más suntuosas zonas residenciales donde tiene entre sus clientes a empresarios, políticos, artistas e intelectuales; su consumo pasa por las zonas de clase media, visita las universidades y colegios, llega a los barrios más pobres donde la exclusión marca historias dramáticas.
“Cuando uno está en esto solo le espera la cárcel o la muerte, así busque de Dios no voy a salir de esto sentenció Nelson, un joven de 17 años, convencido de que la esperanza de apartarse de la distribución de marihuana, piedra y cocaína es menos que una minúscula posibilidad para él.
Nelson tiene toda una historia en el negocio de las drogas que circulan en Honduras y que cada día amplían su mercado local.
Así lo confirma Nelson, un muchacho que vive con su abuela en la antañona e histórica zona de La Leona en Tegucigalpa, la capital hondureña. Este joven hondureño es el retrato de la disfuncionalidad que afecta a miles de familias en Honduras. Nunca conoció a su padre y su madre murió cuando él era un bebe.
Se inició en las drogas como consumidor, desde los 12 años de edad, -“un buen pase me mantiene activo” – justificó. Luego sus proveedores le propusieron que entrara a la venta y distribución. Él, ni corto ni perezoso encontró un mecanismo para hacer dinero fácil, mientras su abuela tiene la convicción que el nieto trabaja como el mejor obrero en un taller de ebanistería.
“No termine mis estudios, llegue hasta el sexto grado, pero a veces trabajo en un taller de ebanistería” dice.
Nos relata como inició en el negocio: “mire en esto uno solo se mete o a veces las mismas amistades con las que uno se lleva, yo empecé cuando buscaba quien me proporcionara la marihuana ahí fui conociendo “manes” (hombres) que me llevaron a esto y ahora no me puedo salir.
¿Cuáles son los lugares donde la distribuye?, le preguntamos. “La mayoría de veces los clientes me llaman por teléfono y yo voy donde ellos y les doy sus pases”, detalló para agregar que la clientela es variada: “hay todo tipo de clientes desde cipotes que están en colegio hasta ya personas mayores”.
¿Qué es lo que más vende?
“Marihuana y piedra son más baratas que la cocaína”.
¿Qué precio tienen?
La piedra vale 50 lempiras, la marihuana 10 el rol, pero también se vende por 50 lempiras, la cocaína vale 100 y en bruto 500, pero ya esa sólo la adquieren personas que también la revenden.
¿Cómo hacen los colegiales para comprarla?
Por lo general la marihuana la adquieren en grupos de tres o cuatro y como es barata, si sólo quieren un pase les cuesta 10 lempiras, cuando la compran en grupo se vende por 50.
¿Y quién se la proporciona a usted?
No eso no lo puedo decir porque me metería en problemas y hasta mi vida corre riesgo.
¿Le gustaría salirse de la venta de drogas?
A veces sí, pero cuando uno está en esto solo le espera la cárcel o la muerte, así busque de Dios no voy a salir de esto.
Nelson es uno entre decenas de casos que marcan en Honduras la distribución de drogas. Los jóvenes son un segmento importante en el rubro, pero también las mujeres son activas en el narcomenudeo.
En el interior del país también hay consumo
Hace unas semanas, por ejemplo, una mujer fue capturada en la colonia Renacer de Marcovia, Choluteca, sur de Honduras, en posesión de 280 gramos de supuesta cocaína. Identificada como Berta Julia, a la mujer se le trasladó hasta las oficinas de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
Uno de los agentes policiales informó que la mujer fue capturada en su casa en la citada colonia luego de realizar un seguimiento.
Al hacer el allanamiento se incautaron siete envoltorios conteniendo cada uno 40 gramos de droga.
El ingenio lleva a las mujeres a buscar mecanismos para traficar drogas. Así lo deja ver el caso de una mujer que fue detenida cuando intentaba pasar un retén con pastelitos de marihuana en la paradisiaca isla de Roatán.
“Los Departamentos que presentan un mayor consumo de drogas son Francisco Morazán seguido de Cortés. Se sabe que en Olancho, Gracias a Dios, Colón, Atlántida y Las Islas de la Bahía presentan relativamente consumo de drogas, sin embargo urge la necesidad de llevar a cabo estudios especializados de incidencia y prevalencia del consumo de drogas en dichos departamentos para conocer in situ la problemática, así como en el resto del país”, ha manifestado el ex director del Observatorio Sobre Drogas del Consejo Nacional Contra el Narcotráfico (CNCN), Efraín Aguilar.
El último eslabón
En Honduras, al menos siete personas que se dedican al narcomenudeo en distintas localidades, son capturadas a diario, según reveló a Proceso Digital, el propio director general de la Policía Nacional, comisionado Ramón Antonio Sabillón, quien detalló que este segmento es el último la cadena del narcotráfico.
Sabillón detalló que se trata de distribuidores de pequeñas cantidades de estupefacientes como marihuana, crack y cocaína, lo que refleja la magnitud de cómo ha avanzado el tráfico y consumo de drogas en el país.
Sabillón refirió la cantidad de narcomenudistas que son arrestados a diario, también refleja que la ciudadanía está colaborando activamente con la Policía al presentar denuncias a través de la línea del 911.
Agregó que las denuncias también son presentadas directamente a los jefes policiales en los municipios y departamentos del país.
Aclaró que esa cifra de entre seis y siete narcomenudistas que son detenidos a diario, solamente es un promedio, pues hay días cuando se practican operativos y redadas la cantidad de detenidos es mucho mayor.
Indicó que en una redada practicada reciente en varias colonias de la capital como la Estados Unidos, Brisas de Olancho, Nueva Suyapa y San Miguel, entre otras, los agentes encontraron cocaína y marihuana lo mismo que la piedra de crack.
Marihuana la de mayor consumo
El jefe policial citó el caso del descubrimiento de un sembradillo de marihuana en la aldea El Pedernal, municipio de El Porvenir, Francisco Morazán, donde se encontraron al menos tres mil 520 arbustos de la cannabis la que posteriormente es distribuida a través del narcomenudeo.
“Se encontraron seis toneladas de marihuana, pero porqué es importante para nosotros esto, es mejor hallar una plantación, capturar seis personas en la plantación porque ya cuando se distribuye esto, se nos desparrama y se nos hace imposible, no tenemos los recursos necesarios ni humanos, ni logísticos para seguir esa distribución, mejor la destruimos en cosecha”, apuntó el jefe policial.
Problema de salud pública y seguridad nacional
En el informe publicado por el Conadeh en 2012, se establece que una realidad en el país es que el trasiego de drogas y el narcomenudeo alivian un poco la pobreza y el desempleo, en contra de la salud pública y la seguridad nacional.
Desde ese entonces, el organismo humanitario alertó a las autoridades para que establezcan políticas en contra del narcomenudeo ya que los jóvenes hondureños ya no sólo consumen cocaína y marihuana sino que también drogas sintéticas.
Incidencia y prevalencia del consumo de drogas en centros educativos y universidades
Los resultados de la última investigación realizada en 2013 en institutos de educación secundaria, indican que la droga que más se consume es el alcohol, seguidamente el consumo de tabaco, marihuana, tranquilizantes, inhalantes, estimulantes y cocaína, en ese orden de frecuencia estadística. El 63.6 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida, el 70.1 por ciento en los varones y un 57.9 por ciento del sexo femenino. Con relación al total de estudiantes el consumo actual es de 17.2 por ciento. Un 58.0 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber fumado cigarrillos alguna vez en su vida, el 72.6 por ciento en los varones y un 45.1 por ciento del sexo femenino. Con relación al total de estudiantes el consumo actual es de 14.8 por ciento. Con relación al consumo de marihuana, un 16.8 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber consumido esta droga alguna vez en su vida, un 20.5 por ciento en los varones y el 13.5 por ciento del sexo femenino. Con respecto al total de estudiantes el consumo actual de esta droga es de 4.4 por ciento. El consumo de tranquilizantes, un 14.8 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber consumido estas sustancias alguna vez en su vida, el 12.0 por ciento del sexo femenino y un 17.3 por ciento del sexo masculino. Con relación al total de estudiantes el consumo actual es de 3.2 por ciento. Respecto al consumo de cocaína, un 10.0 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber consumido esta droga alguna vez en su vida, un 16.2 por ciento en el caso de los varones y el 4.5 por ciento en el sexo femenino. Con relación al total de estudiantes el consumo actual es de 1.6 por ciento. Sobre consumo de solventes o inhalantes, el 9.6 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber consumido estas sustancias alguna vez en su vida, el 12.0 por ciento en los varones y únicamente el 7.5 por ciento del sexo femenino. Con relación al total de estudiantes no se reporta consumo en la actualidad. En torno al consumo de estimulantes, un 8.4 por ciento de los estudiantes entrevistados manifestaron haber consumido estas sustancias alguna vez en su vida, el 9.8 por ciento en el sexo femenino y únicamente el 6.8 por ciento en el sexo masculino. Con relación al total de estudiantes el consumo actual es de 1.2 por ciento. En cuanto a la magnitud de consumo por sexo se encontró que existe un mayor consumo entre los estudiantes del sexo masculino en casi todas las drogas, a excepción del consumo de estimulantes y tranquilizantes se presenta un mayor consumo en el sexo femenino. En relación a la edad de inicio del consumo de drogas se encontró una edad promedio de inicio de 13 años en consumo de alcohol, tabaco y tranquilizantes, 14 años en consumo de marihuana, cocaína, estimulantes e inhalantes como la edad de inicio para el consumo de estimulantes, marihuana y cocaína. (FUENTE: IHADFA / DEPARTAMENTO DE INVESTIGACION / REVISTA DE INVESTIGACIONES VOLUMEN 1 Y 2 AÑO 2013) |