Tegucigalpa – Representantes de la Alianza Nacional de Comunidades de América Latina y El Caribe (NALACC por sus siglas en inglés), demandaron este miércoles más respuestas por parte del gobierno a la crisis migratoria provocada por el éxodo de niños no acompañados que intentan cruzar la frontera de Estados Unidos.
El llamamiento lo hicieron los representantes de la NALACC durante la II Jornada de Incidencia Regional: “Niñez, Engaños y Migraciones” la cual se realizó este día en un hotel de Tegucigalpa.
El director asociado para iniciativas transnacionales de la NALAAC, José Luis Gutiérrez, manifestó que el objetivo principal de su visita al país centroamericano es “incidir en el proceso de migración y la toma de decisiones del gobierno hondureño en lo que respecta a la crisis migratoria”.
En ese orden, solicitó “un acompañamiento más serio del gobierno hondureño en la defensa de los derechos Humanos de los hondureños que han decidido migrar”.
Asimismo, llamó a los gobernantes de los países del Triángulo Norte como al presidente Barack Obama a aceptar su responsabilidad en esta emergencia humanitaria que a su consideración solo afecta “a la niñez centroamericana”.
Por su parte, Patricia Montes quien es la directora ejecutiva del Centro Presente en Boston, una organización que trabaja por los derechos de los inmigrantes, criticó las últimas acciones tomadas por el gobierno estadounidense como el envío de la Guardia Nacional a la frontera de Texas lo que representa un costo adicional de 12 millones de dólares mensuales.
Acto seguido, exteriorizó que “seguridad no significa militarización sino que las personas puedan vivir en condiciones dignas tantos en los países de origen como los países de destino de la migración”.
Recordó que desde octubre del 2013 hasta la fecha han ingresado al país norteamericano un total de 63 mil menores no acompañados por lo que vaticinan que al finalizar el 2014 la crisis afectará a unos 90 mil niños y niñas originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador.
En ese sentido, la hondureña afirmó que entre el 40 y 60 por ciento de los menores centroamericanos que han ingresado al territorio estadounidense reúnen las condiciones para ser tratados como refugiados.
Concluyó, que una de las soluciones inmediatas que proponen a la crisis migratoria es articular una agenda regional con organizaciones civiles y los gobiernos afectados por la migración masiva para buscar conjuntamente las vías de solución más oportunas que se puedan aplicar acorto, mediano y largo plazo.
