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Mundial Sub-17: Honduras y Suecia persiguen un sueño

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Emiratos Árabes Unidos – A nadie sorprende que Brasil y Nigeria brillen con luz propia en la Copa Mundial Sub-17. Todos esperamos grandes cosas de estos equipos, tricampeones y grandes favoritos. Ambos llevan años dedicándose a exhibir en los grandes escenarios mundiales a sus grandes talentos del mañana. Por eso, la novedad de las sorprendentes gestas de dos tapados en EAU 2013, Honduras y Suecia, se vive con tanta emoción y regocijo.
 

Una de estas naciones, separadas entre sí por miles de kilómetros y tan diferentes culturalmente, reservará una plaza en las semifinales tras el partido de cuartos que las enfrentará el viernes por la noche en Al Ain. Suecia debuta en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA, mientras que Honduras jamás consiguió arrancar ni un solo punto en sus dos participaciones previas. Ninguna de las dos, por lo tanto, figura precisamente entre las grandes potencias tradicionales de la categoría.

“Podemos llegar muy lejos en esta competición, lo sé”, explicaba el sueco Valmir Berisha a FIFA.com tras marcar dos goles en el empate con Nigeria en la fase de grupos. Parecía la bravuconada de un futbolista joven y exuberante, pero nada más. Ningún otro equipo ha mantenido a raya a Nigeria en los Emiratos Árabes Unidos, ni siquiera el defensor del título, México. “La gente nos llama ‘modestos’, pero lo no somos tanto”, añadió.

Los suecos, con sus vistosas camisetas amarillas y su fútbol directo y positivo, han aportado algo muy especial a esta fase final. Su seleccionador, Roland Larsson, ha conjuntado un equipo que cree en sí mismo, una característica muy poco habitual en un debutante. “No se juega al fútbol sobre la historia”, bromeaba el afable entrenador al comentar la etiqueta de tapado que se colgó a Suecia desde el principio. “Se juega sobre el campo”.

Berisha y Gustav Engvall han marcado seis de los nueve goles del equipo. Su combinación con el mediapunta Elias Andersson y el extremo Anton Saletros ha sido impresionante y en las antípodas del juego vertical y físico que se esperaba de los escandinavos. El cariño evidente que se tienen los jugadores y la atmósfera de amistad y compañerismo que se respira en la concentración sueca llaman la atención en la competición sub-17, donde la presión por ganar o por exhibirse ante los ojeadores de los grandes clubes suele provocar fricciones y tensión entre los jugadores.

“Mejoramos partido a partido. Trabajamos sin descanso en los entrenamientos y hemos logrado llegar lejos. Queremos que esto siga”, comentó Andersson, quien se llama a sí mismo, bromeando, “el rey de las asistencias”. Saletros, reflexivo y callado, tiene un mensaje para el mundo: “También nuestros jóvenes futbolistas están despuntando. No sólo pasa en Nigeria y otros países”, afirmó el jugador, cuyo rostro se ilumina cuando habla del orgullo que siente al vestir los colores nacionales. “La gente debería recordarlo”.

La pujanza de Honduras

También los centroamericanos están que se salen en esta competición, y no parece que vayan a dejarse impresionar por la camaradería o y simpatía de los suecos. Su camino hasta cuartos se ha visto salpicado de baches, pero semejante gesta no se consigue por casualidad.

Honduras es un país con problemas y dificultades sociales, pero los jóvenes presentes en los Emiratos Árabes Unidos representan la nueva hornada en una larga lista de pioneros. Y están regalando a sus compatriotas toda una hazaña.

Su selección absoluta se clasificó para la Copa Mundial de la FIFA 2010™, su segunda aparición consecutiva en la máxima competición, y por el camino venció incluso a México en el Azteca. A continuación, siguió una impresionante carrera hasta cuartos de final del Torneo Olímpico de Londres 2012, donde se impuso con claridad al Brasil de Neymar. “Hemos visto tres veces ese partido en DVD aquí en los Emiratos Árabes Unidos”, admitió el mediocampista Rembrandt Flores. “Es un gran ejemplo para nosotros”.

Honduras, que sufrió lo indecible en sus dos participaciones previas en el Mundial Sub-17, está jugando con desparpajo y seguridad en sí misma. Sus éxitos en ruta hacia octavos de final, donde eliminaron a una Uzbekistán en inferioridad numérica, reciben el apoyo incondicional de sus paisanos. “Toda Honduras está viéndonos por televisión”, reveló el seleccionador José Valladares, director de un combinado rápido y trabajador. “Vamos a seguir trabajando como hasta ahora para no defraudar a nuestros paisanos. Cuando llegamos a los Emiratos, el objetivo era meternos en octavos, porque era una novedad. Pero, como a partir de aquí todo es una novedad, ¿por qué no pensar en la final?”.

Los Catrachos buscan escribir su nombre en la historia. Flores asegura que su equipo podrá desarbolar a los tácticos y astutos suecos con su incontenible velocidad. “Para nosotros, el partido contra Suecia supone un paso más hacia la final”, prosiguió el entrenador. “Tenemos ambición y queremos hacer historia por nuestros paisanos”.

Los debutantes suecos y los pujantes hondureños persiguen el mismo sueño: alcanzar las semifinales en una Copa Mundial, pero solamente uno puede conseguirlo. A uno le esperan la tristeza y las lágrimas y al otro una alegría indescriptible.

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