Tegucigalpa – La procesión del Santo Entierro, que cierra el duelo por la muerte de Jesucristo en el Viernes Santo, acentuó los actos religiosos que ocupan como escenario las ciudades de Comayagüela y Tegucigalpa que juntas conforman la capital de Honduras.
– La procesión dio inició en la avenida cervantes de Tegucigalpa, subió al barrió Guanacaste y se regresó hasta llegar a la iglesia El Calvario en Comayagüela.
El numeroso público congregado en las calles capitalinas para acompañar las imágenes de Jesús en el sepulcro, así como de los apóstoles Pedro y Juan y de María Magdalena evidenció una vez más la fe de los hondureños y la aclamación de paz en el país.
Esta fue una de las principales peticiones de los asistentes que en el silencio rezaron por paz en Honduras, un alto a la violencia y a la corrupción.
Los actos devocionales estuvieron adornados desde genuflexiones, oraciones públicas hasta en el sacrificio de cargar las pesadas ramblas en las que se escenifica diversos pasajes bíblicos de la muerte del Hijo de Dios.
Jesús murió, pero también resucitó
Sacerdote Luis E. Gutiérrez.El sacerdote Luis Enrique Gutiérrez conversó con Proceso Digital y explicó que la procesión del Santo Entierro tiene como finalidad reflexionar sobre el camino de Jesús después de su muerte hacia el sepulcro y quienes le acompañaron como su madre María y el discípulo amado Juan.
Sin embargo -dijo-“no nos quedamos ahí” ya que aunque se reflexiona sobre la muerte de Jesucristo también sobre su triunfo sobre la misma al resucitar, acto solemne que tendrá lugar este Domingo de Pascua.
“Debemos saber que no nos quedaremos con un Cristo crucificado y en el sepulcro sino que celebraremos la resurrección”, enfatizó.
En ese orden, instó a regocijarse en la alegría de la resurrección y celebrar junto a la Iglesia la “madre de todas la vigilias”, la Vigilia Pascual que tiene lugar la noche de este sábado como antesala al Domingo de Pascua o de Resurrección.
Mujeres destacan en procesión
Jessica Vásquez.A diferencia de años anteriores la partición de mujeres fue uno de los actos devocionales más destacados en la procesión del Santo Entierro que inició minutos después de las cinco de la tarde y culminó casi a media noche.
La joven Jessica Vásquez, de la Pastoral Juvenil, destacó la participación de las mujeres no solo como feligresía sino como organizadoras y participes del acto religioso.
“En pastoral Juvenil la mayoría somos mujeres y es muy importante la participación femenina en estos actos”, refirió la joven que junto a otras féminas cargó con diversos altares representativos a ángeles.
Explicó que todas la féminas se prepararon tanto física como espiritualmente para participar en estos actos pero la mayor preparación se dio en el tiempo de cuaresma través del sacramento de la confesión.
Aunque las mujeres destacaron en esta peregrinación, también ancianos y niños se hicieron presente y no como observadores sino como parte de los “Caballeros del Santo Entierro”.
Cita con la historia
El historiador Nelson Carrasco.De su parte, el historiador Nelson Carrasco destacó que aunque este es un acto religioso también es una cita con la historia ya que es una tradición arraigada desde hace más de 300 años.
“Todos los años además de una cita con la religión esta procesión es una cita con la historia ya que es una tradición arraigada desde hace más de 300 años, desde que Tegucigalpa se convirtió en una villa que construyeron todos las iglesias que hoy vemos”, razonó.
Sostuvo que cada año las iglesias se renuevan y en ellas se encuentra la historia de la capital.
Esta historia es contada sin palabras a través de las procesiones que son transmitidos de generación en generación como herencia cultural de la religión en el país.
Arguyó que, aunque en las mismas se cuenta la historia del país también actos fundamentados en la biblia, por lo que se convierten a su vez en tradiciones milenarias.
Fervor y sacrificio ponen broche de oro
El broche de oro del acto religioso fue puesto por el fervor y sacrificio de miles de asistentes que por varias horas acompañaron los escenarios cargados por fieles devotos que con su sacrificio hicieron de la jornada el acento en los actos religiosos que se desarrollan en la capital del país.
Algunos, como es el caso de Lizeth y Gustavo Durón, una familia que se desplazaron del municipio turístico de Santa Lucía, ni siquiera viven en las ciudades que conforman la capital, pero su fe les unió en el lenguaje universal de la oración.
“Para nuestra familia es una tradición venir cada año y en este particular destacamos la organización y por supuesto la elaboración de las alfombras de serrín”, expresó don Gustavo.
De su lado, el joven Brayan Ramos, quien cargó con una de las figuras de ángeles que adornaron la procesión consideró que este sacrificio no es más que un “llamado de Dios al servicio al prójimo”.
Anda procesional
El anda procesional fue adornado en la parte posterior con el anuncio de resurrección que dos ángeles le hacen a María Magdalena quien visita la tumba de Jesús junto con María Salomé quienes encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor.
En la parte superior del anda se observó un ángel cargando un sirio pascual que representa a Cristo Resucitado, vencedor de las tinieblas y de la muerte.
Asimismo, en la parte superior del sepulcro se observó dos ángeles envueltos en una nube que simboliza el poder y la gloria de Dios Padre.
Finalmente en la parte frontal se proclama la resurrección que es la transmisión y testimonio de fe desde el tiempo de los apóstoles.
