La portavoz del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres en Honduras (CLADEM), Claudia Herrmannsdorfer, dijo a periodistas que en el país se ha avanzado algo en materia de leyes, pero que lamentablemente no todas se aplican.
Agregó que en el caso de los problemas de las mujeres adolescentes, que temprano se convierten en madres, de nada sirve que haya una ley de protección en el campo de la salud reproductiva, si hay sectores conservadores de las iglesias católica y evangélica que se oponen a la educación sexual en las escuelas.
Según fuentes oficiales, Honduras tiene la tasa más alta de fecundidad adolescente en América Central, con 137 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años.
La defensa de los derechos de las mujeres centró hoy una jornada de la Convención para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que fue adoptada por las Naciones Unidas en 1970.
En la reunión, a la que asistieron, además, representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, profesionales y sindicalistas entre otras invitadas, se dieron a conocer las recomendaciones del Comité CEDAW al Gobierno de Honduras, en lo que respecta a la discriminación.
Las representantes del CEDAW le recomendaron al Gobierno que preside Manuel Zelaya que intensifique los programas de capacitación para los profesionales del derecho y difundir ampliamente la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer.
Pidieron además el desarrollo de campañas continuas de concienciación y divulgación jurídica cuyo tema central sean las mujeres, y reformar o derogar, «sin demora y dentro de un plazo definido, las leyes, códigos de procedimiento y reglamentos de carácter discriminatorio».
Otras recomendaciones se orientan al fortalecimiento del Instituto Nacional de la Mujer, asegurar que se tipifiquen como delito todas las formas de violencia contra las mujeres y garantizar que las políticas y decisiones públicas estén de conformidad con la Constitución que establece el carácter laico del Estado.
En lo que respecta al actual Gobierno, las mujeres organizadas consideran que «parece desconocer nuestra existencia, es como si no estuviéramos aquí».
«No existe un solo documento conocido, elaborado en esta gestión, en el cual se mencione alguna problemática o alguna salida para ella, en lo que a las mujeres respecta», indicó una representante del Centro de Derechos de Mujeres.
Además, sostienen que cercanos colaboradores al presidente «están más ligados a grupos religiosos fundamentalistas, contrarios al respeto y goce de los derechos de las mujeres, que a los grupos sociales que demandan tomarnos en cuenta, que visibilizan nuestras necesidades y derechos ciudadanos».
No obstante, reconocen que «quizá lo único que hasta ahora resulta evidente es el esfuerzo de la esposa del presidente (Xiomara de Zelaya) por lograr mayor protección a los derechos de las mujeres positivas por VIH/Sida, aunque lamentan que el tema es manejado de una «manera asistencialista». ACAN-EFE