Ahmed Mohamed Mahmud, de 36 años, empleado de una publicación del conglomerado de prensa Al Ahram, fue herido por disparos de un francotirador cerca de la plaza Tahrir cuando cubría un enfrentamiento entre la policía y manifestantes.
La edición digital del diario gubernamental Al Ahram, al dar a conocer la muerte del periodista, dijo que Mahmud entró en estado de coma en un hospital el 28 de enero, pero hoy pereció por las heridas recibidas.
Se trata del primer periodista que fallece en Egipto en los últimos días durante las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, que han causado más de un centenar de muertos en todo el país y unos cinco mil heridos.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, en inglés), con sede en Nueva York, se hizo eco hoy de la muerte de este profesional y denunció que también hoy los periodistas tuvieron que hacer frente a «asaltos, detenciones y amenazas» de parte de simpatizantes de Mubarak.
La peor jornada se vivió el jueves, cuando partidarios del régimen rodearon uno de los hoteles del centro donde se alojan muchos periodistas y varios profesionales fueron golpeados por estos simpatizantes de Mubarak o detenidos por fuerzas militares.
«Aunque el número de ataques (de hoy contra los periodistas) fue menor que el jueves, las actividades en curso contra la prensa siguen en un nivel alarmante y deben terminarse», agregó el CPJ en su comunicado.
«Es pasmoso que el Gobierno continúe enviando matones y policías vestidos de civil para atacar a los periodistas y saquear las oficinas de los medios de comunicación», afirmó en el comunicado el coordinador del CPJ para Oriente Medio y el Magreb, Mohamed Abdel Dayem.
En las últimas 24 horas, esa organización documentó diez asaltos contra profesionales de medios de comunicación, ocho detenidos y dos ataques en oficinas de periodistas, incluyendo la sede en El Cairo de la cadena qatarí Al Yazira, donde ingresaron partidarios de Mubarak para destruir e incendiar equipos.
La oficina de información del Gobierno rechazó hoy en un comunicado que haya una política oficial para reprimir a la prensa internacional durante la protestas que estallaron en Egipto el pasado 25 de enero.
El comunicado indicó que hay cerca de mil periodistas internacionales trabajando en el país.
«Cualquier acto de violencia contra los periodistas, o cualquier otra persona, es inaceptable», añadió el Gobierno.
Según las autoridades, en todas las ocasiones que algún profesional ha sido detenido por las autoridades, el Ministerio de Información «ha trabajado de cerca y con éxito» con las partes involucradas para acelerar su puesta en libertad.
Varios gobiernos occidentales hicieron ayer un llamamiento a Egipto para que se garantice la seguridad de los periodistas y no se interfiera en su trabajo.
