Tegucigalpa – El Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) este 2014 cumple sus “Bodas de Oro” (50 años) de ayudar a descubrir y a propiciar la vocación personal y la creación de núcleos cristianos, que vayan fermentando de Evangelio los ambientes.
Bajo el lema “50 años haciendo comunidades cristianas”, este movimiento de la Iglesia Católica se llena de alegría y se pinta de mil colores para desarrollar varias actividades, entre ellas; la XXXV Ultreya Nacional, que tendrá su epicentro en la ciudad de Danlí, El Paraíso, del 25 al 26 de octubre de 2014.
Previo a esta fecha se realizarán muchas actividades, así lo dieron a conocer en conferencia de prensa los dirigentes de este movimiento, los sacerdotes Jenry Ruiz, Consiliario Nacional de MCC y Pablo Hernández, Consiliario de la Arquidiócesis de Tegucigalpa del MCC; Elmer Rivas, presidente del Secretariado Nacional; Renán Vásquez, Presidente del Secretariado de la Arquidiócesis; José León Aguilar, Coordinador de la XXXV Ultreya Nacional y Emilio Aguirre, presidente de la Comisión de celebración 50 años.
En su mensaje el padre Ruiz destacó que esta conmemoración es motivo de gratitud con el Señor por haber inspirado ese carisma en la vida de la iglesia universal. Así como hace 50 años urgía del carisma de Cursillos de Cristiandad, hoy también la iglesia sigue necesitando de la acción a lo largo de toda Honduras”.
Por su parte el Consiliario de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, señaló que cumplir medio siglo es un gran acontecimiento de la iglesia.
Asimismo se dio a conocer que se realizará una Ultreya especial, entre las actividades más grandes.
Sus inicios
Cursillos de Cristiandad, llega a nuestro país gracias a la inquietud del entonces Arzobispo Monseñor Héctor Enrique Santos, quien escuchó de cursillos al Padre Pedro Hernández que los dirigía en México, él lo puso en contacto con los hermanos cursillistas de El Salvador.
Monseñor Santos, quiso primero vivir él la experiencia, asistiendo a su cursillo en San Salvador, entusiasmado con el cursillo decidió enviar un equipo conformado por tres varones y al Padre Vicente Prestera, a hacer el cursillo a San Salvador del 3 al 6 de febrero de 1964.
Del 16 al 19 de octubre de 1964 un equipo de dirigentes de El Salvador, sembró la semilla en el primer cursillo de hombres en Tegucigalpa.
Esa semilla se ha esparcido y hasta esta fecha solamente en las principales ciudades de Honduras se han realizado alrededor de 600 cursillos de hombres y 500 de mujeres.
En todas las Diócesis existe este Movimiento que mediante un método propio, posibilitan la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano.
Este movimiento tiene su génesis en Cala Figuera, sobre la isla de Mallorca (isla española en el mar Mediterráneo), donde en agosto del 1944 se da la primera experiencia de un Cursillo de Cristiandad.
