Berlín – La canciller alemana, Angela Merkel, y los alcaldes de las once principales ciudades alemanas reconocieron este viernes que se enfrentan al reto de controlar el incremento de contagios en los centros urbanos, tras un nuevo repunte de casos de COVID-19.
«Todos sabemos que las ciudades y las áreas urbanas son ahora el escenario donde se va a ver si la pandemia en Alemania se puede mantener bajo control o si el control descarrila. En este punto estamos «, advirtió Merkel.
La canciller se expresó así después de haber conocido que, según los datos de este viernes, la cifra de nuevos contagios en Alemania alcanzó el nivel más elevado desde mediados de abril: en 24 horas se registraron 4,516 contagios con el Sars-CoV-2, según notificó el Instituto Robert Koch.
El total de infecciones desde el inicio de la pandemia sube así a 314,660, con 9,589 víctimas mortales, once de ellas en las últimas 24 horas, y la cifra de pacientes recuperados es de 271,800. La media en Alemania es de 22.2 casos por 100,000 habitantes en los últimos siete días.
En los últimos días la atención ha estado centrada en Berlín, donde esa media supera los 50 casos, pero hoy el alcalde gobernador de la capital, Michael Müller, subrayó que no se trata solo de un problema de esta, sino también de otras ciudades.
El alcalde de Berlín apela a la responsabilidad ciudadana
«Estamos en un momento importante y tenso y tenemos que estar atentos a cómo se desarrollan las cifras de contagios. Los contagios aumentan en las grandes ciudades. Hay causas diversas y hay que apelar a la responsabilidad de la población», dijo Müller en una comparecencia conjunta con varios médicos del hospital universitario de La Charité.
Según Müller, entre los factores que explican el crecimiento del número de contagios están tanto las fiestas en grandes grupos con consumo de alcohol y las celebraciones de grupos más pequeños en espacios cerrados, sin que se tomen las medidas adecuadas de protección.
«No hay que impedir toda convivencia pero hay que atender esas dos situaciones en las que surgen cadenas de contagios. Sé que para muchos es un revés pero pido comprensión para las medidas. Hemos logrado mucho en todo el país, no porque hayamos sido más inteligentes sino porque pudimos reaccionar más temprano», dijo el alcalde.
Con ello, Müller defendía nuevas medidas, como la imposición de que bares y restaurantes cierren a las 23:00 horas locales.
Merkel pide a los jóvenes que acepten sacrificios
Merkel, por su parte, celebró esas medidas aunque dijo ser consciente de que «son dolorosas para muchos» y apeló a la gente joven a que acepte esos sacrificios y piense que el aumento de los contagios puede terminar afectando a grupos de riesgo.
La canciller agregó que el objetivo debe ser rastrear el mayor número posible de infecciones, para alertar a todos los contactos y romper las cadenas de contagios, con el fin de que el virus no se propague de forma «incontrolada e incontrolable».
Para ello las ciudades con una incidencia semanal mayor de 35 contagios por 100,000 habitantes podrán recurrir al apoyo del Instituto Robert Koch de Virología o a personal sanitario del ejército alemán.
Además, a partir de 50 contagios por 100,000 habitantes se deberán tomar medidas similares a las de Berlín.
Sin embargo, hasta ahora el problema no es tanto que no existan restricciones, sino la dificultad para controlar las mismas por lo que hoy se planteó reforzar a los municipios, con ayuda de la policía de los estados federados y de la policía federal.
Aplanar la curva sin restringir la vida pública
La prioridad del Gobierno alemán es poder aplanar la curva de contagios sin tener que adoptar restricciones de la vida pública y la actividad económica como en marzo y abril.
En concreto, la canciller subrayó la importancia para el Ejecutivo de recuperar la actividad económica, asegurar los puestos de trabajo y mantener, «en la medida de lo posible», las guarderías, los colegios y otros centros de estudios abiertos.
La videoconferencia con los alcaldes sigue a la que el Gobierno central mantuvo el miércoles con representantes de los dieciséis estados federados y en la que se concretaron nuevas restricciones ante el repunte de los casos de coronavirus.
La mayoría de los estados federados han prohibido las pernoctaciones a los residentes procedentes de los distritos alemanes con alta incidencia (como varios de Berlín), a no ser que presenten un test negativo realizado en las 48 horas previas a su viaje. Esta medida coincide con el inicio de las vacaciones de otoño en parte del país.
El director general del Hospital Universitario de La Charité, Heyo Kromer, y el director médico de ese centro, Ulrich Frei, advirtieron, por su parte, de que el aumento de contagios puede llevar a poner en jaque las capacidades de los hospitales, no por falta de infraestructura sino por falta de personal. (ag)
