«La dimisión de Hosni Mubarak constituye un hecho histórico. Hoy es un día de gran alegría. En la alegría de los rostros se ve la fuerza que da la libertad», dijo Merkel en una declaración leída ante la prensa.
Merkel les deseó a los egipcios un futuro en paz y en libertad, «sin torturas y sin detenciones arbitrarias» y agregó que espera que la fuerza que han tenido para provocar el cambio les siga acompañando en el proceso de democratización que debe terminar en elecciones libres.
La dimisión de Mubarak fue calificada por Merkel también como un «último servicio al pueblo egipcio» antes de expresar su esperanza de que el futuro gobierno siga con el compromiso por el proceso de paz en Oriente Medio y respete los tratados con Israel.