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Mercados capitalinos reducidos a cenizas

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Tegucigalpa- En pocas horas un voraz incendio redujo a cenizas cinco mercados en la capital hondureña. Unas 20 mil personas resultaron afectadas y las pérdidas suman al menos 150 millones de lempiras.
 

El siniestro comenzó el mediodía de este sábado y se prolongó durante cerca de seis horas.

No se sabe cuál fue el origen. Versiones de los afectados dan cuenta que en un puesto estalló un chimbo de gas; otros expresan que vieron extenderse el fuego desde una venta de piñatas.

Una vendedora dijo que una pandilla (mara) amenazó con prenderle fuego a varios puestos de venta debido a que sus propietarios se negaban a pagar el “impuesto de guerra”, mientras que una mujer indicó a una cadena televisiva que vio cuando alguien lanzó una cóctel molotov.

Las diversas versiones de los afectados han llevado al alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, a exigir una investigación exhaustiva de las causas del siniestro, así como también a solicitarle a la embajadora estadounidense, Lisa Kubiske, a que las acciones del grupo élite del Buró Internacional de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego ( ATF IRT), que investiga el incendio que acabó con la vida de 358 privados de libertad en una cárcel de la central Comayagua, también se involucren en lo ocurrido en la capital hondureña.

El incendio se extendió por los mercados Álvarez, Colón, San Isidro, pasaje San Miguel y Quinta Avenida. Todos se concentran entre la quinta y sexta avenida y la primera y segunda calle de Comayagüela.

La ciudad se tiñó de gris y una interminable columna de humo matizó el enrarecido ambiente de la ciudad, en medio del ruido de ambulancias, carros de bomberos y otras unidades de contingencia.

Los hondureños viven estupefactos en los últimos cinco días debido a que un descomunal incendio en la Granja Penal de Comayagua ocasionó la muerte de 358 internos, en la peor tragedia ocurrida en una cárcel de este país centroamericano.

Las escenas de este sábado y la cobertura casi unánime de las televisoras, periódicos digitales, rotativos y radios locales puso a la población nuevamente en estado de alarma y de psicosis colectiva.

Las llamas se volvieron gigantescas y la tarea de los bomberos se vio dificultada por el caos vial que impidió la rápida movilización de las unidades apaga fuegos.

A la tarea se unieron 280 bomberos y todas las unidades de las vecinas localidades de Cantarranas, Santa Lucia, Valle de Ángeles, Comayagua y hasta las inamovibles del aeropuerto internacional de Toncontín.

Al menos cinco mil puestos han resultados en su mayoría destruidos mientras que los más favorecidos se encuentran dañados. Los reportes hablan de alrededor de una docena de personas heridas o lesionadas. Lo más importante es que no hubo víctimas mortales.

El alcalde de la ciudad permaneció en la escena y coordinó acciones. También lo hicieron el titular de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), Lisandro Rosales; el jefe de las Fuerzas Armadas, René Osorio, y el ministro del Interior, Áfrico Madrid.

Bomberos, policías y cuadrillas municipales atendieron la emergencia en medio de la desesperación de los vendedores que intentaban rescatar sus pertenencias y la mercadería.

No faltaron los malvivientes que saquearon algunos puestos del área. Unas 20 personas fueron detenidas porque fueron hallados infraganti robando lo poco que quedaba en los pequeños comercios de los mercados.

Los mercados capitalinos han sido considerados un área vulnerable debido a su deteriorada infraestructura, que sucumbe frente a las lluvias e igualmente ante otros embates durante la estación seca.

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