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Medvédev y Chávez visitan la flota rusa tras sellar una reforzada cooperación

Caracas – Los presidentes de Rusia, Dimitri Medvédev, y de Venezuela, Hugo Chávez visitaron hoy la flota rusa que realizará maniobras conjuntas con la Armada venezolana, tras sellar en Caracas una renovada cooperación entre ambos países.
 

Al concluir su estancia oficial de dos días en Venezuela, Medvédev partió hacia Cuba, última escala de una gira latinoamericana que comenzó en Perú y continuó en Brasil.

En el puerto venezolano de La Guaira, a unos 30 kilómetros de Caracas, Medvédev y su anfitrión venezolano visitaron el destructor «Almirante Chabanenko», uno de los navíos que atracaron en el país suramericano el martes pasado para los ejercicios conjuntos previstos para el 1 de diciembre.

La flota rusa, integrada también por el crucero de propulsión nuclear Pedro el Grande, que tuvo que fondear fuera del puerto debido a sus medidas, participará en unas maniobras que, subrayaron los dos presidentes, no deben generar preocupaciones a la comunidad internacional.

A bordo del buque, ambos gobernantes firmaron un «precontrato de compra» de dos aviones comerciales rusos con capacidad para unas 260 personas para Conviasa, la aerolínea bandera de Venezuela creada por el Gobierno de Chávez en 2006, al parecer negociado a última hora.

Y desde la cubierta del destructor, Chávez bromeó, saludando a la prensa: «Nos vamos para Cuba».

Ayer, en la primera jornada de la visita de Medvédev a Caracas, los dos presidentes suscribieron otros siete acuerdos, entre ellos uno para la explotación y refino conjunto del petróleo venezolano y otro de cooperación nuclear con fines pacíficos.

Este último pretende promover «proyectos bilaterales» en materia nuclear, «especialmente aquellos que satisfagan las necesidades internas energéticas y contribuyan a la diversificación de las fuentes de energía», señala el texto del tratado.

En todo ello, según Chávez, no hay «ninguna provocación a nadie», aunque en el caso de las maniobras navales dijo que constituían «un mensaje de independencia», en aparente alusión a Estados Unidos, que ha anunciado que «vigilará de cerca» estos ejercicios, que comenzarán en alta mar en el Caribe el lunes próximo.

Chávez y Medvédev anunciaron además que en diciembre nacerá un banco binacional ruso-venezolano, cuyo capital inicial será definido próximamente aunque se esperaba que fuera formalizado durante esta visita.

El presidente venezolano subrayó el carácter «estratégico» y de beneficio mutuo de toda la relación con Rusia, país que ha visitado este año en dos ocasiones y al cual le compró material militar por unos 3.000 millones de dólares en los últimos tres años.

Chávez volverá a Moscú en 2009, al aceptar una nueva invitación que le cursó Medvédev, para desarrollar aún más una relación que tiene «grandes perspectivas» para el futuro, coincidieron ambos.

Y no sólo bilateralmente, añadieron al reiterar que compartían «deseos mutuos» a favor de un mundo multipolar.

Precisamente, esta primera visita oficial de un jefe de Estado ruso a Venezuela comenzó ayer inmediatamente después de que Chávez clausurara en Caracas una cumbre extraordinaria de gobernantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

En la reunión del ALBA, instancia creada a petición de Chávez en contraposición al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsado por Estados Unidos, participaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Honduras, Manuel Zelaya; Nicaragua, Daniel Ortega, y Ecuador, Rafael Correa, este último como observador.

Asimismo, el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, y el vicepresidente del Consejo de ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas, también asistieron al encuentro, en el que los dirigentes se comprometieron a avanzar hacia una zona monetaria común, en su respuesta «desde el Sur» a la crisis financiera mundial.

Varios de los ellos se quedaron en Caracas para una cena privada con Medvédev, al que Chávez lanzó la invitación para que su país se adhiera al ALBA como observador, al igual que, dijo, lo harán próximamente países como Irán y China.

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, «ha solicitado ser miembro observador» del ALBA y China también han mostrado interés, destacó el gobernante venezolano, en tanto que el ruso dijo seguir «con interés y simpatía» el asunto y se mostró «dispuesto a analizar y a pensar» una eventual participación de Rusia en dicho organismo.

«Nuestra participación en esta asociación podría ser en calidad de miembro asociados o de alguna otra manera. El desarrollo de esta colaboración tiene muchas perspectivas», agregó.

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