Según el diario Ultimas noticias Mujica, de 75 años, se vería «impedido» de realizar ese viaje para ver en persona el encuentro de cuartos de final entre Uruguay y Ghana debido a una enfermedad autoinmune que sufre desde hace varios años.
Fuentes de la Presidencia consultadas por Efe no confirmaron ni desmintieron esta información.
Sin embargo, aclararon que tampoco asistirán al choque mundialista ni el vicepresidente del país, Danilo Astori, ni los ministros de Economía, Fernando Lorenzo, y Transporte, Enrique Pintado, quienes habían anunciado su intención de hacerlo la semana pasada.
Mujica padece vasculitis, una enfermedad que le baja las defensas del organismo y que le agrava una deficiencia renal.
El semanario uruguayo ‘Búsqueda’ publicó el pasado jueves que el mandatario tenía «muchas ganas» de acompañar a la selección celeste en los cuartos de final.
No sería la primera vez que el presidente uruguayo suspende un viaje por motivos médicos ya que el pasado mes de mayo no pudo participar en la cumbre UE-Latinoamérica en Madrid por una recomendación médica de «bajar la intensidad de su agenda» tras sufrir un episodio de estrés.
En esa ocasión, el mismo Mujica aseguró que debía «bajar las revoluciones», aunque aclaró que lo sucedido no era «nada grave».
Sin embargo, en el país se reabrió el debate sobre los perjuicios que pueden tener en su avanzada edad las duras condiciones en que estuvo preso por su antigua lucha guerrillera.
El presidente uruguayo, ex líder guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros), estuvo recluido trece años, en varios períodos y en duras condiciones, antes y durante la dictadura que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985.
Como consecuencia de sus años de prisión, algunos de los cuales los pasó en un aljibe como uno de los «rehenes» del régimen militar, tiene problemas físicos.
En enero de 2005, cuando era senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, estuvo ingresado casi un mes en un hospital de Montevideo debido a una reacción alérgica que le afectó los riñones.
En aquella ocasión, Mujica declaró que si no se cuidaba, podía terminar con un «diálisis de continuo».
