El evento, celebrado en la escuela Cerro Grande, como centro piloto, la vicepresidente hondureña, María Antonieta Guillén, felicitó a nombre del mandatario Porfirio Lobo a la directora del centro educativo, Esperanza López, así como al personal docente, padres de familia y estudiantes.
Agradeció el acompañamiento permanente de la comunidad internacional, hoy encausada en una ruta de mayor consenso y objetivos comunes, así como al cuerpo diplomático y la sociedad civil.
Reconoció también al personal encargado de hacer la evaluación educativa, por su labor que hoy se traduce en resultados, como atender a 1.2 millones de alumnos del primero al noveno grado, de 12 mil centros educativos del país.
Guillén expresó que la evaluación fortalece el proceso de rendición de cuentas, al evaluar resultados y la participación de la sociedad civil en las auditorías del proceso, lo que va a permitir de forma justa, dar incentivos al desempeño del que se esfuerza en mejorar.
“Hemos venido oyendo a lo largo del año, el compromiso de llegar a los 200 días de clases, que con mucha satisfacción para niños, maestros y padres, es un logro importante al facilitar la actividad del sistema educativo y es la razón de ser”, comentó.
Señaló que desde que inició el actual gobierno del presidente Lobo, había el compromiso de imprimir a la educación el sentido humano y la realidad, transmitida y que la puedan absorber los estudiantes para una mejor calidad de vida.
Resaltó la labor del ministro de Educación, Marlon Escoto, por asumir el compromiso de hacer los cambios al sistema, siguiendo instrucciones del presidente Lobo y se ha tomado un rumbo de éxito que no pertenece a un gobierno en particular, sino a toda la sociedad hondureña y es la ruta a seguir.
Durante el acto, Guillén entregó a los maestros y alumnos de excelencia académica varias tabletas digitales y reiteró el compromiso del Mandatario de apoyarles en la instalación de un nuevo sistema eléctrico para ese centro educativo.
Por su parte, el ministro de Educación, Marlon Escoto, expresó que es un día especial para la educación. “Aquí están los que creímos evaluar a los niños como en cualquier parte del mundo, porque se promueve la cultura de la evaluación, la capacitación y la mejora permanente”, acotó.
Agradeció a organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que financia parte del proyecto y al Fondo Común conformado por España, Canadá, Alemania y Francia que han creído en los resultados.
Indicó que las evaluaciones no serían una realidad si el Presidente Pepe Lobo, en el momento debido, no hubiese apoyado el decreto que las convertía en obligatorias, permanentes y que se debían practicar los últimos días del año escolar.
Reconoció el papel de la sociedad civil a través de la organización no gubernamental “Transformemos Honduras”, que así como el año pasado y el presente, son los auditores del proceso, a través de miles de voluntarios acreditados para asegurar qué las pruebas se practiquen.
Reiteró que son más de 1.2 millones de niños que se someterán a las pruebas de rendimiento, gracias al apoyo del Ejecutivo, a la cooperación internacional y padres de familia que han jugado un papel importante para que sus hijos participen en la evaluación.
