De esa cantidad 1,246 viviendas han sido declaradas, hasta ahora, con daños graves y, por lo mismo, irreparables, en las regiones Arica y Parinacota y Tarapacá, tras el terremoto y una réplica de 7,8 grados el miércoles.
Varios ministros del Gobierno, encabezados por el titular del Interior, Rodrigo Peñailillo, se encuentran en la zona norte evaluando los daños y tratando de agilizar la ayuda a los damnificados, así como la reposición de los servicios básicos.
Las localidades con mayores problemas son Pozo al Monte, Alto Hospicio y Huara, en la región de Tarapacá.
También se detectaron daños graves en Arica, Putre y Camarones, en la I Región del país.
«Vamos a disponer la posibilidad de un subsidio de arriendo, que les permita habitar transitoriamente en una vivienda próxima a sus hogares», dijo la ministra de Vivienda, Paulina Saball, refiriéndose a quienes sufrieron la destrucción de sus casas.
Saball precisó que la reconstrucción demandará la creación y fortalecimiento de pequeñas empresas y de constructores que «estén dispuestos a participar en esta reparación».
Agregó que aunque no hay plazos definidos para la tarea, espera que se desarrolle entre seis meses y un año.
Por su parte, el ministro Peñailillo dijo que «se requiere de un esfuerzo mayor del Estado» para llevar adelante la reconstrucción y reiteró que «los recursos necesarios van a estar disponibles».
También afirmó que el Ejército seguirá colaborando en el resguardo de las zonas golpeadas por el sismo para garantizar la seguridad y evitar robos o saqueos.
Aunque se han redoblado los esfuerzos porque el norte chileno recupere en parte la normalidad, las réplicas del terremoto persisten y ya se han registrado más de 500.
Eso sí, la intensidad de los movimientos telúricos ha bajado y el más fuerte que se sintió a las 02.44 hora local del sábado (0544 GMT) fue de 5,4 grados.