Tegucigalpa – El traspaso de bosque nacional a comunidades para el manejo sostenible se ha convertido en una política nacional prioritaria.
Recientemente las comunidades indígenas de Suhí y Pranza en La Mosquitia se integraron a la forestería comunitaria para conservar y aprovechar al mismo tiempo sosteniblemente sus recursos forestales.
Las 56,000 hectáreas de bosque son hasta el momento la cantidad más grande de bosque de pino y latifoliado que se han unidos a la forestería comunitaria. Para el Programa Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal (Clifor), financiado por la Unión Europea y el Gobierno Alemán (BMZ) y ejecutado por el Instituto de Conservación Forestal (ICF) y la GIZ, la decisión de las dos comunidades misquitas significa un enorme paso hacia delante del programa en su afán de lograr la meta de poner 550,000 hectáreas del territorio nacional bajo manejo forestal, amparado por el Sistema Social Forestal del país.
“Nos alegra mucho que la Federación Indígena nativos de la zona Mocoron y Segovia (FINZMOS), los consejos comunales de Pranza y Suhí y las asociaciones de productores agroforestales Pranza Prana y Wanki Tangni y comunidades aledañas se unieron a esta forma de proteger sus áreas boscosas y beneficiarse a través de las actividades que ofrecen los productos maderables y no maderables”, comenta Fausto Lazo, coordinador del componente Forestería Comunitaria de Clifor.
Particularmente La Mosquitia juega un papel sumamente importante en el desarrollo sostenible de Honduras. La región, ubicada en el Departamento de Gracias a Dios, es una de las zonas más ricas en biodiversidad en Centroamérica.
Además dispone de una gran tradición cultural. Sin embargo, por las consecuencias negativas del cambio climático, La Mosquitia ha experimentado serios problemas. Recientemente el Programa Clifor dio capacitaciones teóricas y prácticas en el cultivo de arroz. Y con la integración de más de 56,000.00 hectáreas a la forestería comunitaria llegará más asistencia técnica al extremo nororiental de Honduras.
“Desde junio 2014 llevamos procesos en los temas del manejo forestal, cambio climático y la parte agrícola que aborda el Programa Clifor en La Mosquitia. Como resultado de los procesos hemos llegado a consensuar que el Consejo Territorial FINZMOS ha delegado a través de los concejos comunales a los grupos productores agroforestales en las comunidades de Suhí y Pranza, más de 56,000 hectáreas de bosque de pino para el manejo racional sostenible de los recursos forestales”, expresa Marleny Arias, Jefa Regional del ICF en Puerto Lempira.
Ambas partes, el Programa Clifor y FINZMOS, buscan promover el desarrollo sostenible de las comunidades que conforman la zona de Mocorón y Segovia, mediante la participación comprometida de sus habitantes en un proceso de organización y autogestión, basada en el manejo racional de sus recursos naturales, culturales, el fortalecimiento de las organizaciones tradicionales y el ejercicio de los derechos que confieren las leyes y tratados internacionales que forma parte de la legislación nacional. “La forestería comunitaria y sus instrumentos apoyan también a las comunidades misquitas en afianzar la posesión sobre sus territorios recién titulados”, relata Fausto Lazo.
En el pasado el Departamento Gracias a Dios ha sido la región con mayor cantidad de incendios forestales en toda Honduras. Con la transferencia de esta gran cantidad de bosque nacional a las comunidades indígenas se espera disminuir este flagelo. Además la integración de más de 56,000 hectáreas a la forestería comunitaria permite a los pobladores tomar su futuro en sus propias manos. La asistencia técnica del ICF y de la GIZ y el apoyo financiero de la Unión Europea y del Gobierno Alemán, son un garante para la conservación de los recursos forestales y un desarrollo comunitario sostenible.