Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Conversar con María Antonia Martínez de Fuentes es abrirse a una cátedra del buen periodismo. Ella es una periodista hondureña con experiencia de larga data en cargos ejecutivos en medios de comunicación, impresos y digitales, los últimos 18 años como Directora Ejecutiva de los diarios La Prensa y El Heraldo.
Desde esas posiciones, ha liderado al par de otros altos cargos, los cambios e innovaciones de la industria en estos dos medios, incluida su transición digital, un escenario al que no es indiferente y que por el contrario lo ejerce bajo el compromiso de formarse tenazmente en la era donde también se lucha contra la desinformación.
A una maestría en Periodismo y Comunicación Digital y un postgrado de la Universidad de Navarra, España, ha ido sumando otros estudios porque “tanto periodistas como los medios de comunicación tienen el reto de irse adaptando a las audiencias y a las nuevas plataformas”.
Actualmente, aunque retirada de las salas de redacción, sigue ejerciendo como parte del equipo de editorialistas del diario La Prensa y es consultora en contenidos digitales desde su estudio en San Pedro Sula.
María Antonia está convencida que el periodista necesita pasión, valentía, ética, moral y acuciosidad, entre otras habilidades, pero más allá de ello, tener sensibilidad y solidaridad, porque no se puede ser un buen periodista, sin antes ser una buena persona, reflexiona.
Se declaró amante del buen periodismo, criticó a quienes se olvidan de principios básicos como la objetividad y la verificación de la información, justamente cuando existe tanta desinformación, piensa que la realidad del país exige inversión en el talento humano y que para tener un periodismo de calidad hay que proporcionar las herramientas y mejorar los salarios en el periodismo.
El periodista hoy en día –añade María Antonia-, no debe quedarse de brazos cruzados, debe tener aspiraciones, credibilidad, necesita ser incorruptible; porque los comunicadores no somos repetidores o transcriptores de información, hay que investigar, ir a fuentes confiables y no olvidar el balance de la noticia.
Sobre las nuevas generaciones dijo que su fortaleza es la juventud, pero que debe estar íntimamente relacionada a la ética, la moral y objetividad, para ello cree que quienes vienen empezando en esta profesión, deben echar mano de la gente experimentada, porque la información hoy más que nunca necesita contexto.
En una amplia conversación con Proceso Digital, María Antonia, nos relata lo que significa abrirse paso en el mundo del periodismo para una mujer de su época, sus proyectos, su ajetreada jornada de trabajo como directora de medios y cómo el periodismo puede contribuir a transformar a un país:
Proceso Digital (PD) – ¿Cómo y en qué momento inicia María Antonia su recorrido en el periodismo?
María Antonia Martínez (MAM) – Muy joven. Saliendo de la Escuela de Periodismo ya era reportera en los años 80, un tiempo que no fue fácil ni para las mujeres en este oficio ni para los primeros egresados de la universidad que tenían la barrera de los periodistas forjados en la experiencia. Además, esa década fue polémica y oscura para el país, de duro aprendizaje para quienes incursionábamos con la ilusión de hacer grandes aportes.
PD – ¿Qué representa para usted el periodismo?
MAM – Hace poco leía un artículo cuyo autor nos recordaba que, para ejercer el periodismo, además de éticos, morales y grandes investigadores, hay que ser buenos seres humanos. Si no se es un buen ser humano, recuerda el columnista citando un antiguo libro, es imposible comprender a las personas. Y de eso se trata el periodismo, de ser sensibles y solidarios; no basta ser valientes y apasionados y coordinar grandes reportajes, sino de lo sensibles que seamos. También lo ha dicho así de claro el colombiano (fallecido en el 2019) Javier Darío Restrepo: “el buen periodista ha de ser, ante todo, una buena persona”.
PD – ¿Cómo valora el papel de la prensa en un país que sobrevive en medio de multipandemias?
MAM – Complicado y frustrante, y así nos debe percibir el público. Nos hemos dejado arrastrar por una vorágine donde es muy poco el tiempo dedicado al análisis y a la reflexión, a profundizar. La desinformación, la noticia por encima, el poco contexto, las imprecisiones, el sesgo, repetir sin confirmar, el sensacionalismo, buscar “likes” como locos, etc., son enemigos del buen periodismo. Es obligación de los medios invertir más en periodismo de calidad, en preparar más talento humano, dar más espacio a la investigación, dotar de herramientas y, está claro, deben mejorar los salarios en esta profesión tan demandante. Solo así va a sobrevivir el periodismo de calidad que debe hacerle frente a las multipandemias de las que habla.
PD -Cuéntenos de ese recorrido suyo por importantes medios de prensa del país y en la dirección de dos de ellos.
MAM – He tenido la fortuna de trabajar en medios que han sido innovadores y una doble experiencia de dirigir salas de redacción, ambas con equipos inspiradores, apasionados y muy competitivos. Las reuniones mañaneras con editores, con equipos de periodistas, fotógrafos y diseñadores planeando coberturas; ganar en primicias, conseguir enfoques que logren asombrar, que tengan impacto. Ver a periodistas haciéndose preguntas y abordar nuevos ángulos y, por qué no, esos desvelos y ansiedades que son parte de este trabajo. Lo más reciente, por supuesto, los logros en la transición a lo digital, etc. Ese es el espíritu que anima a las redacciones, lo que se añora cuando pasamos a ser parte de otros proyectos fuera de esas salas.
PD – ¿Puede ser periodista alguien que no sabe escribir?
MAM – El periodista debe “cambiar algo todos los días”, decía Gabriel García Márquez, es un profesional que debe trabajar las noticias hasta llegar al enfoque correcto de la historia, debe esforzarse en conocer los hechos y transmitirlos con coherencia, con transparencia, atendiendo las buenas prácticas que funcionan en todos los formatos y acudiendo siempre a fuentes confiables. Si el hecho es relevante para el público y tenemos una historia con significado y balance, seguir las reglas básicas de la redacción periodística resulta fácil.
PD – ¿Cuáles son las fortalezas y los desatinos de los jóvenes periodistas?
MAM – Su mayor fortaleza es precisamente su juventud. Periodistas que pertenecen a una generación que ha crecido con la evolución digital, los posmillénicos. Ese entendimiento es perfecto porque no solo se adaptan a los medios digitales, sino ayudan a entender las necesidades de las audiencias jóvenes. ¿Oportunidad de mejora? Diría que no deben dejar de estudiar, no dejar de leer, compartir con sus colegas que tienen la experiencia y conocen el entorno del país que les aporta contexto a su trabajo. No conformarse, deben siempre ir por más.
PD – ¿Ser mujer es una barrera en el ejercicio del periodismo en Honduras?
MAM – Cuando se es mujer, en cualquier profesión, nos toca conciliar temas como la maternidad con el trabajo, eso es ineludible. Y hay medios de comunicación que reportan otros obstáculos, como la falta de equidad en cuanto a la conformación de las redacciones o que hay muy pocas mujeres en cargos donde se toman decisiones. Personalmente, me enorgullece ver en Honduras mujeres periodistas que destacan en periódicos, radio, televisión o en sitios tan reconocidos y competitivos como este, Proceso Digital, que fue fundado y es dirigido por una mujer. Así que tenemos en el país grandes ejemplos de que las mujeres hemos salido adelante, pero seguro es un buen tema para debatir.
PD – ¿Ha pensado en la docencia para enseñar periodismo?
MAM – Claro que sí, me encantaría ser parte de ese desafío. Así como los hábitos y necesidades de las audiencias han cambiado y obligado a las plataformas y empresas periodísticas a evolucionar para atender sus demandas y nuevos hábitos de consumir información, así debe evolucionar constantemente la enseñanza en las universidades. El comunicador competente, el periodista que maneje con habilidad los nuevos entornos, con recursos y herramientas digitales, son profesionales que son apreciados y no solo en los medios de comunicación.
PD – ¿Cómo hacer la diferencia en la información que sobreabunda en tiempos del auge de las redes sociales, los llamados influencer y de cientos de páginas digitales que resultan ser “flor de un día” o espacios con propósitos ajenos al periodismo?
MAM – Los medios de comunicación tradicionales y las plataformas digitales que siguen los valores que hacen la diferencia entre la especulación y la información confiable es lo que hace la diferencia. La credibilidad que se consigue solo trabajando la información con responsabilidad, confirmación mejor si es de dos fuentes fidedignas, precisión en los datos y relevancia, son características que dan confiabilidad. No apresurarse a dar una información sin confirmar, que es lo que hacen estos sitios armados con el ánimo de conseguir tráfico a cualquier costo, aunque sea empujando especulaciones para lograr ingresos por publicidad. La confiabilidad, relevancia y calidad en la información es lo que le garantiza sobrevivir a los medios que buscan un modelo de suscripción digital.
PD – ¿Cómo los periodistas hondureños deben contribuir con su profesión, con el país y con la función genuina de la profesión?
MAM – Atendiendo los valores del periodismo que es una profesión de grandes compromisos, comenzando con la objetividad y la verdad, y ahora con retos que debemos enfrentar, combatir y desterrar, como es la desinformación, las llamadas “fake news”; alejarnos del sesgo político porque tiende a cegarnos, y de las vanidades que terminan por desenfocarnos de nuestro propósito que es servir a la sociedad. (PD).