«Si, se trata de una crisis humanitaria que ha desbordado» dice Ana García de Hernández, primera dama de Honduras y cabeza de una fuerza de tarea estatal para atender a los niños y familias hondureñas que han emigrado rumbo al norte del continente así como a los retornados.
Luego explica que las causas que han disparado el fenómeno migratorio son múltiples y cita la violencia y la pobreza ancestral como algunas de las típicas pero, – agrega, – a ellas hay que sumarle una que sobresale en esta etapa: la desinformación y la fuerza con que el crimen organizado a través de los traficantes (coyotes) ha propagado la especie en la región, en torno a que los niños que lleguen a suelo estadounidense serán acogidos en ese país debido a situaciones de legalidad, aluden.
«Eso provoca que los migrantes salgan y entren en un fenómeno que no para», explicó Ana García de Hernández quien recién a finales de junio recorrió varios puntos fronterizos en Los Estados Unidos y allí estuvo en los albergues con niños centroamericanos, igualmente con autoridades en puntos de la Patrulla Fronteriza y con congresistas entre otras autoridades.
La esposa del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, recordó detalles de su visita y revivió el drama de los pequeños. «La hielera» le dicen los niños a los cuartos donde los albergan y donde se enfrentan a temperaturas muy frías recordó, a la vez que señaló que adecuan instalaciones para poder albergar apropiadamente a los infantes. Leer nota completa