Madrid – El artista mexicano Fabián Cháirez, exhibe por primera vez en Madrid «Las plumas ardiendo al vuelo», una colección que incluye una réplica de su más polémica pintura «La revolución», que sacudió los estigmas del «racismo, clasismo y sexismo de la sociedad mexicana», en palabras del pintor.
La polémica obra, también conocida como «el Zapata gay», que se expone en la capital española con motivo del mes del orgullo, causó una revuelta en redes sociales y en las calles mexicanas tras representar a Emiliano Zapata -un líder campesino de la Revolución mexicana (1910-1917)- montando a caballo sin ropa, con zapatos de tacón y un sombrero rosa.
La figura del caudillo mexicano históricamente ha estado asociada a los símbolos de la masculinidad «hegemónica», hasta que en 2019 se presentó en el Palacio de Bellas Artes (Ciudad de México) la pieza del artista chiapaneco, quien tras esa exhibición recibió amenazas de demanda por daño moral de Jorge Zapata, el nieto del líder revolucionario.
Cháirez, uno de los artistas más controvertidos de Latinoamérica, confiesa en declaraciones a EFE que esta es una de las obras «más importantes de su carrera» porque causó «una revolución» que le dio poder y visibilidad a personas como él «del sur de México, con una masculinidad y una sexualidad disidente».
En la muestra, abierta al público hasta el 16 de julio en el Museo La Neomudéjar, dedicado al arte de vanguardia, también se pueden ver otras 19 piezas como «La anunciación», «Eucaristía», «La venida del Señor», «La inmaculada», «Agnus Dei» o «Carmelitas», una serie de cuadros que «usa los elementos de la religión católica para dar poder a los cuerpos disidentes».
El creador argumenta que comenzó a usar estos elementos del imaginario católico hace cinco años, cuando en México el Frente Nacional por la Familia -una organización de derecha apoyada por las instituciones católicas- empezó a hacer discursos en contra de los derechos de las mujeres y de la población LGBTQIA+».
«Algo que busco en mi obra es darle un giro al imaginario del poder (…) revertir situaciones, dar poder a quienes han sido suprimidos», subraya Chairez, tras explicar que la pintura de las «Carmelitas» es un «retrato perfecto de lo que quiere lograr».
Cuenta Cháirez que la congregación católica femenina de las Carmelitas es la que «menos poder tiene en la institución religiosa», por eso en esta obra «vemos a dos monjas -que son dos amigas trans del artista- interactuando con una virgen del Carmen en una composición con forma vulva».
«Me gusta dar ese poder de éxtasis a partir de lo erótico a mis amigas trans», agrega el autor de la obra.
Las pinturas de Fabián Cháirez empezaron a popularizarse como murales dentro de las discotecas LGBTQIA+ como El Marra de la Ciudad de México, ya que las galerías «le cerraban las puertas por pintar cuerpos de maricones morenos».
Actualmente su obra es reconocida internacionalmente en distintos países de América y Europa por su carácter crítico ante temas de género, raza y clase. EFE
