Lo importante y lo urgente

Por: Julio Raudales
Siempre es estimulante seguir el desarrollo de la lucha emprendida por los jóvenes indignados y la abnegación de un pueblo que, viernes a viernes se toma las calles (en horas inhábiles para no interrumpir el trabajo y sin causar daños materiales), agitando banderas y antorchas, exigiendo lo que desde hace tiempo necesita nuestro país para iniciar la escala hacia el desarrollo y la paz social.

La historia muestra que a veces es necesaria la indignación colectiva como obertura de los grandes procesos sociales. Desconocer su presencia es contumaz y no atender su denuncia la clave del fracaso de cualquier autoridad.
Pero una consigna no cambia un país. Es evidente que combatir y erradicar la impunidad garantiza per sé un incremento en la producción nacional, aumenta la imagen y confianza internacional de nuestro país y sobre todo mejora la autoestima de los hondureños. ¿En cuánto? No lo sabemos y un primer paso sería intentar medirlo, pero enseguida debemos pensar en Cómo. ¿Cuáles son las acciones inmediatas y posteriores que se deben tomar para garantizar el éxito?, es decir que la lucha emprendida no se enrede en el discurso, sea sumergida en el agotamiento o lo que es peor, perezca cooptada por intereses fraudulentos que nunca faltan.
Lo más urgente es restablecer la confianza en las instituciones nacionales y para hacerlo yo propongo tres tareas:
Primero, es necesaria una elección aséptica de la Corte Suprema de Justicia que sustituirá a la actual el próximo mes de enero y lo mismo para la del Tribunal Superior de Cuentas, dos organismos fundamentales para garantizar la justicia en el país. Un sistema de justicia y rendición de cuentas despolitizados son un elemento básico para el desarrollo de instituciones inclusivas.
Lo segundo es la necesaria elaboración y aprobación de una nueva Ley Electoral que fomente la transparencia, reduzca los costos de las campañas políticas y facilite el desarrollo democrático. Honduras ha dejado atrás el bipartidismo y la realidad actual requiere de nuevas reglas para fomentar una adecuada participación ciudadana.
Un tercer elemento es el establecimiento, por qué no, de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIH), mecanismo que ya fue solicitado en el gobierno anterior y que constituye la demanda fundamental de los Indignados. Honduras ha requerido de la ayuda de la Comunidad Internacional para muchos procesos exitosos en el pasado, tales como el apoyo de Transparencia Internacional para la compra de medicamentos y otros, no creo que hacerlo en este caso, sea renunciar a nuestra soberanía.   
Los tres elementos mencionados constituyen lo urgente, es decir, lo que debemos iniciar de inmediato para aprovechar la coyuntura de manera adecuada. Pero lo más importante debe trabajarse con rigurosidad y las decisiones políticas al respecto, deben emerger de un dialogo franco y abierto entre todos los sectores del país. Al respecto propongo concentrar el dialogo en dos temas cruciales:
Una reforma fiscal apegada a criterios de eficiencia y progresividad, es decir, que logre en lo tributario, además de un aumento de al menos 3 puntos porcentuales del PIB en la recaudación, incentivos adecuados (pero no más exoneraciones) a la inversión privada y una mejora sustancial en la redistribución del ingreso, revirtiendo la actual situación que obliga a las personas con menos recursos a financiar al fisco en mayor cuantía que los más ricos. Esta reforma debe ir aparejada a una revisión del gasto público, para asegurar que favorezca a los necesitados.
Un segundo elemento importante es el saneamiento de dos de nuestras empresas públicas: La ENEE y la ENP. Aunque se viene repitiendo desde hace tiempo, es necesario tomar decisiones puntuales, en el caso de la ENEE, como la decisión de bajar los costos de producción de energía, la modernización de la red distribuidora y el cambio en el modelo de facturación son elementos de política fundamentales para sanear a la primera. La mejora en los mecanismos de transparencia y una mayor inversión es crucial en la  ENP.
Abba Lerner, un famoso economista moldavo-americano del siglo XX, dijo que la economía es la reina de las ciencias sociales, siempre y cuando estén resueltos los problemas políticos. De esto deduzco que lo urgente es resolver el problema político atendiendo las demandas de los Indignados, pero una vez conseguido esto, será importante entrarle a lo económico, si queremos que el país cambie para bien.
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