Una mujer y su perro observan el fuerte oleaje en la cala de Biniancolla, en Menorca, como consecuencia del paso de la borrasca Celia. La borrasca Celia, nombrada por el servicio meteorológico portugués, es la tercera de una temporada en la que muy pocas han generado el suficiente impacto como para tener nombre. I EFE