spot_img

¿Le abrimos la puerta a Jesús o a ideologías que prometen y no cumplen?: cardenal Rodríguez

Tegucigalpa – El cardenal emérito de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, preguntó durante la homilía de hoy ¿le abrimos la puerta a Jesús o a ideologías, que prometen mares y montes, y no cumplen?

La llamada de Jesús en el evangelio de hoy nos puede ayudar a despertar de la pasividad, la indiferencia y el descuido con que podemos llegar a vivir nuestra fe, agregó.

Refirió que Jesús pide que estemos preparados para su venida, pero no se trata de vivir en angustia, dijo.

Sin embargo, enfatizó que no es necesario “esperar el mañana para vivir el hoy”. El miedo va contra la fe.

“No podemos tener miedo en Honduras, aunque se nos amenace,  aunque se quiera utilizar el poder para meter miedo”, reflexionó.

Dios nos llama a la vigilancia, pero no es pasividad, al contrario, estar vigilante quiere decir, estar dispuesto a actuar.

“Donde está tu tesoro allí está tu corazón, no pongamos nuestros bienes donde la polilla y la corrupción acaban con todo”, acotó.

A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del santo evangelio según san Lucas

12, 32-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino. Vendan sus bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde está su tesoro, ahí estará su corazón.

Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.

Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen vendrá el Hijo del hombre».

Entonces Pedro le preguntó a Jesús: «¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?» El Señor le respondió: «Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre, con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso este siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si este siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los criados y a las criadas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada, llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte que a los hombres desleales.

El servidor que, conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.

Al que mucho se le da, se le exigirá mucho, y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más». (RO)

spot_img
spot_img
spot_imgspot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img