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Las inundaciones acaban con la esperanza de miles en Pakistán

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Fazilpur (Pakistán) – Shah Hussain dormía en su casa de Fazilpur, en el este de Pakistán, cuando su primo le despertó por teléfono para advertirle de que se avecinaba una fuerte inundación, una de las tantas que han arrasado gran parte de este país asiático en los últimos meses y que han acabado con la vida de más de 1.100 personas.

Era el 20 de agosto y Hussain, desconcertado, comenzó a despertar a toda su familia y a pedirles que empacaran las cosas para marcharse de inmediato. Cuando salió de casa, el agua se encontraba a solo unos metros de distancia, por lo que se apresuró a guardar los objetos más valiosos.

Solo dos horas después, Hussain junto con su esposa y sus cuatro hijos estaban listos para abandonar su hogar junto con varios vecinos, pero el agua ya superaba el metro de altura en el interior de casa y fluía a tal velocidad que acabó arrastrando a su hija de tres años.

“No hemos encontrado a Rabia Bibi desde entonces”, recuerda este hombre de 40 años.

Sin tiempo que perder, todos los habitantes de Fazilpur, una localidad de la provincia oriental de Punjab que ha sido la más afectada por las inundaciones, tuvieron que franquear la fuerte corriente y caminar durante dos kilómetros para llegar a un lugar seguro.

Hace once días de ese momento, y Hussain y su familia aún no han regresado a casa. Pasan el día y la noche en un camino polvoriento buscando comida para sus hijos, que no siempre logran obtener.

“Se comió a mi hija”, dijo este padre mientras miraba el agua que descendía por la carretera.

UNA CIUDAD SUMERGIDA

Próxima al río Indo, que atraviesa el país de norte a sur, las inundaciones sumergieron la parte occidental de esta ciudad de 200.000 habitantes, mientras que su parte oriental permaneció a salvo.

Según la sala de control de inundaciones en la oficina del Comisionado Adjunto en Rajanpur, capital del distrito, casi el 80 % del área de Fazilpur se inundó.

«Hay un total de 22 muertos en todo el distrito y 33.658 casas han sido total o parcialmente dañadas», dijo a Efe Muhammed Fayyaz, un funcionario a cargo de seguir el desarrollo de las inundaciones.

Además, todos los cultivos del pueblo quedaron sumergidos, dificultando todavía más la recuperación de esta localidad sacudida por la catástrofe.

Los pocos campamentos médicos que se han levantado apenas disponen de mediciones o cuentan con instalaciones muy limitadas para tratar a todo aquel que se acerca a solicitar ayuda.

“Todavía no hay ningún brote, pero estamos recibiendo diariamente entre 200 y 300 pacientes con fiebre, diarrea y malaria”, dijo a Efe Mulazim Khan, médico en uno de estos campamentos médicos.

Para los más jóvenes del lugar, esta fue la primera inundación repentina de sus vidas, mientras que los mayores sí que recuerdan otra que se produjo hace más de 40 años.

“No he visto inundaciones en mi zona desde 1978”, cuenta a Efe Fida Bakhsh, un vecino de Fazilpur de 70 años, mientras descansa en su refugio a las afueras de la ciudad.

Bakhsh relata que dejó su aldea, a unos cinco kilómetros de Fazilpur, y llegó al lado este de la ciudad la misma noche en que Hussain perdió a su hija.

“Llegamos a Fazilpur después de seis horas, pensando que era un lugar más seguro, pero escuchamos que el río Indo también se estaba desbordando”, dijo el anciano.

“No había adónde ir entonces, por un lado estaba la inundación repentina y por el otro la inundación prevista del río”, agregó.

TOTALMENTE IRRECONOCIBLE

A diferencia de otros habitantes, Bakhsh sí pudo regresar a su casa a comprobar los desperfectos y ver si le habían robado ya que, según relata, los ladrones se aprovechan de la situación y se acercan a las casas por las noches en bote para desvalijarlas.

“Cuando fui allí por primera vez después de las inundaciones hace unos tres días, no pude reconocer si era mi propia zona. (,,,) Lo más valioso que tenía eran mis granos, que había conservado durante el año, y todo se desperdició en el agua”, ”, dijo Bakhsh con los ojos llorosos.

Pese a que el Gobierno paquistaní declaró una emergencia en las áreas afectadas por las inundaciones y el Ejército se encuentra desplegado en varias zonas para ayudar a las víctimas, Bakhsh aseguró que no habían recibido ayuda o asistencia del Gobierno y que son personas de otros distritos las que están llegando para ayudar con alimentos.

Cobijados en tiendas de campaña y refugios improvisados en el camino entre Rajanpur y Fazilpur, cientos de personas aguardan a que lleguen los vehículos cargados con artículos de socorro, sobre los que se abalanzan para pedirles comida.

Catástrofes como la que sucedió en Fazilpur han sido habituales en los dos últimos meses en Pakistán, donde al menos 1.191 personas han fallecido por las inundaciones, incluidos 399 niños, mientras que 3.641 personas han resultado heridas, según datos de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA).

Con gran parte del país sumergido y 33 millones de personas afectadas, el Gobierno calcula que los daños de las inundaciones ascienden por lo menos a los 10.000 millones de dólares. JS

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