Las historias de éxito también existen en las zonas de riesgo

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa.– En los llamados territorios calientes capitalinos, un grupo de pobladores de los barrios urbanos en desarrollo está dando un ejemplo de inclusión social en una de las capitales más desiguales de América Latina. Ahí no solo se ha mejorado la infraestructura, también se está apostando a reconstruir el tejido social con diversas disciplinas deportivas dirigidas a jóvenes y menores, cuyo éxito trasciende las fronteras hondureñas.

Ubicada dentro de la franja de los territorios de inseguridad que cubren el corredor capitalino, estas colonias tienen por qué estar orgullosas: sus polvorientas calles lucen pavimentadas, cuentan con sistemas de aguas negras, una amplia cancha deportiva, modernos centros comunales, obras de mitigación y otro sin fin de proyectos de infraestructura básica que esperaron por más de cuatro décadas.

“Esa cancha que usted ve ahí, la hicimos puras mujeres, con piocha y pala en mano, hace muchos años cuando fundamos esta colonia. Aquí antes era puro monte, era triste venir aquí, pero mire ahora: esa cancha que estas manos contribuyeron a hacer, ahora es otra, tiene iluminación, se puede correr y hacer todo tipo de deportes”, cuenta orgullosa a Proceso Digital, doña Blanca Fátima Vargas, una de las fundadoras de la colonia “Ramón Amaya Amador”, conocida también como “El Pantanal”.

De aquel pantanal que había en 1994, no existe ni la sombra. La “Ramón Amaya Amador” es una colonia que ya no tiene el promontorio de basura que la distinguía cuando era visitada. Eso desapareció, sus calles son de concreto hidráulico y lucen limpias, en mejores condiciones que muchas otras vías de la ciudad capital y sus bulevares.

Pero no solo por eso están orgullosos en la “Ramón Amaya Amador”. Ahí se forma también un semillero de jóvenes promesas deportivas, en el marco del Programa de Integración y Convivencia Urbana (PICU) que promueve el Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Idecoas).

001 Levantamiento de Pesas PICU IDECOASJason Baisa, es un joven que dejó las drogas y se alejó de los «chicos malos» para encontrar una nueva forma de vida en el deporte del levantamiento de pesas.

La iniciativa PICU, un programa de éxito

PICU es una iniciativa que desde 2013 se impulsa en nueve barrios o colonias urbanas en desarrollo de la capital. La “Ramón Amaya Amador” es una de ellas, a la que se suman la Arcieri, David Betancourth, Montes de Bendición, Alemania, Brisas de la Laguna, San Juan del Norte, Buenas Nuevas y Brasilia.

En todas estas zonas se ha hecho un trabajo de intervención social que agrupa componentes de infraestructura vial, microempresas y rescate de valores por medio de diversas disciplinas deportivas. PICU es una iniciativa financiada con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los nueve barrios o colonias intervenidas por los programas de Idecoas fueron identificados por el BID como parte de los llamados territorios del corredor de la inseguridad, donde la presencia de las maras o pandillas delictivas ha dejado sus huellas.

No obstante, el proyecto PICU se instaló para demostrar que en contextos de violencia, las historias de éxito también son posibles. Más de mil jóvenes y menores escriben su propia historia día a día en esas colonias. Muchos son parte de la selección nacional de tenis de Honduras, otros han destacado en el atletismo, el taekwondo, el levantamiento de pesas, el balonmano, entre otras disciplinas deportivas más allá del fútbol.

Esa transformación del tejido social de esa franja de los territorios calientes capitalinos, la están haciendo un grupo de entrenadores deportivos cubanos y hondureños, que por lema de trabajo han impuesto la disciplina de la no estigmatización ni discriminación.

“Yo vengo de un país donde el ser humano es lo primero. Hace 10 años resido en Honduras y el trabajo que estamos haciendo en estas colonias ha sido una de mis mayores gratificaciones. Estos jóvenes y niños se quieren devorar el mundo, hay tanto talento, que es cuestión de oportunidades”, dijo a Proceso Digital, el entrenador cubano Hugo Rivero.

Rivero coordina la iniciativa PICU, que en el área deportiva se rige por los valores de la excelencia, solidaridad, respeto, disciplina, perseverancia, voluntad y alegría por el esfuerzo.

018 TaekwondoAquí los menores de la colonia Arcieri en sus prácticas de taekwondo.

Por sus propias palabras

Precisamente es esa alegría por el esfuerzo la que se ve en los rostros de los jóvenes, niños y niñas de las distintas disciplinas ubicados en las colonias recorridas por Proceso Digital acompañado del personal de Idecoas.

Jason Baisa, es un ejemplo de esa alegría por el esfuerzo. No tiene pena en confesar que fue drogadicto, que era un joven callejero que tenía “malos amigos”. Siempre llegaba a molestar a los jóvenes que entrenaban en el levantamiento de pesas, en un pequeño espacio de uno de los locales prestados por la Iglesia Católica y el Infop en la “Ramón Amaya Amador”.

“Yo venía, los miraba y molestaba. Pero aquí los amigos (señala a los entrenadores cubanos) me convencieron de entrar y hoy estoy feliz, soy otra persona, ¡Cómo me han ayudado! Ya no ando en drogas ni con malos amigos, toda mi vida he vivido aquí. Los fines de semana me hace falta entrenar, me gustaría que estuviera abierto todos los días. Nadie se había preocupado por nosotros”, dijo Baisa, de 18 años.

Las historias se repiten con otros jóvenes y menores en el recorrido hecho por Proceso Digital. Alice Herrera, de 12 años, es una menor que practica el atletismo. Son las 10 de la mañana y está terminando su entrenamiento. Entra a clases por la tarde y entrena una hora de lunes a viernes.

Está feliz porque le tocó competir en un evento de atletismo. Ella practica el heptatlón, una competición del atletismo actual que consta de siete pruebas, realizadas en dos días consecutivos. Es un tipo de prueba combinada. En el primer día se realizan cuatro pruebas: 100 metros vallas, salto de altura, levantamiento de peso y 200 metros lisos. En el segundo día se practica el salto de longitud, lanzamiento de jabalina y 800 metros lisos.

“Fue una linda experiencia, yo quiero ser deportista, representar a mi país y a la colonia, esto es increíble”, apunta la joven atleta que jamás imaginó salir de su colonia a competir a otras ciudades del país.

En la colonia Arcieri, la disciplina es evidente. Un grupo de chicos, ejecuta sus prácticas de taekwondo. Oliver Jafed Rodríguez, de 11 años, dice que para él, esta disciplina “es lo máximo. Me gusta que nos enseñen disciplina, respeto, valores y sueño con sacar a mi familia adelante. Tengo grandes sueños”, dijo a Proceso Digital, luego de hacer una demostración de práctica junto a sus compañeros.

023 TaekwondoCuando sea grande quiere ser deportista y entrenador de taekwondo, poner en alto el nobre del país, de su familia y su colonia, dice Oliver Jafed Rodríguez.

En busca de la sostenibilidad

Las historias de éxito que se registran en estas colonias, lejos del pulular de la sirenas en la ciudad y el bullicio citadino, son admirables. El trabajo de inclusión social en contextos de inseguridad y violencia desarrolla sus propias dinámicas, acopladas a la realidad del entorno. Los jóvenes de estas zonas han ganado medallas centroamericanas de bronce, han tenido competencias en Cuba y Guatemala, así como en importantes ciudades del país.

No fue fácil entrar a esas zonas bajo el control de pandillas o grupos de narcomenudeo. Los técnicos de Idecoas relatan que tuvieron que encontrar los actores claves y que la participación de la comunidad fue clave para los logros del proyecto.

“Por suerte encontramos gran receptividad, la gente nos ha apoyado y se ha logrado que los muchachos malos entiendan que nuestra apuesta es al bienestar de la zona, a mejorar su entorno y dar oportunidades a los jóvenes”, dijo Miriam Leiva, coordinadora general del proyecto PICU.

Ella se conoce palmo a palmo cada rincón y líder de los barrios donde trabajan. Se integra con la gente y hace que le tengan confianza. Relata a Proceso Digital algunos códigos que deben usar en las zonas para desarrollar su trabajo. El consenso es básico en este tipo de acciones, acotó.-

En tanto, el ministro de Idecoas, Mario Pineda, comenta que estos trabajos de inclusión social son parte de una apuesta gubernamental por llevar no “solo obras físicas a estos barrios postergados, también programas de prevención para que los malos muchachos no sigan haciendo de las suyas”.

“No solo cemento queremos dejar, buscamos también generar capacidades instaladas para dar continuidad a estas iniciativas. Este proyecto con el BID ha sido exitoso y estamos gestionando una nueva fase dentro de un componente de Seguridad, una prioridad del actual gobierno”, dijo Pineda a Proceso Digital.

025 antes Col Montes de BendicionAsí lucía antes la colonia Montes de Bendición, uno de los nueve barrios intervenidos por Idecoas.

Esas capacidades que buscan generar, empieza a tener eco en los barrios objeto de este tipo de intervención social. En la colonia David Betancourth, la gente está preparada. Leonel Ramos, enlace social del proyecto PICU con las comunidades beneficiadas, cuenta como las familias se han organizado en un Comité Deportivo que integra a las otras colonias beneficiadas para “no dejar morir el proyecto”.

“Cuando llegamos aquí, la Junta de Agua apoyó mucho, ahora se han organizado más y nunca imaginamos que en tan poco tiempo, tuviéramos este éxito en prevención de violencia, muchos menos, que en tan poco tiempo, obtuviéramos estos niveles de competencia”, agrega sonriente Ramos.

Así lo cuentan orgullosos Junior Vargas y Jessenia Deras, del Comité que han creado para encontrar la sostenibilidad del proyecto. Para ellos, la recuperación de espacios públicos, ha sido un factor clave.

“Este proyecto nos enseñó también a independizarnos y a creer en nosotros mismos, no lo vamos a dejar morir”, dijo Junior Vargas, un joven hiperactivo que por las tardes reúne a las mujeres de la colonia para darles clases de baile zumba “en vez de que vean tantas novelas”, dice.

“Nosotros queremos que la comunidad se empodere más de todo este proceso. Yo me siento orgullosa de ver los logros de esta colonia y del proyecto. La alegría de nuestros hijos con lo que han aprendido no tiene precio y por medio del deporte no solo ellos se han integrado, nosotros también”, acota Jessenia Deras, líder comunitaria.

Es mediodía y el sol cala fuerte en estas colonias. El recorrido concluye, los jóvenes se alistan a ir a clases, pero su historia de éxito sigue su curso, porque en estas colonias, sus habitantes apuestan por dar otro rostro a la inseguridad: el rostro de la prevención y de la inclusión.

026 ahora Col Montes de BendicionAsí se encuentra ahora la colonia Montes de Bendición, tras los trabajos de mejora d einfraestructura realizados por el gobierno.

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img