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La “victimización» le da réditos políticos a Elvin Santos

Tegucigalpa – La «crisis» política que afecta Honduras debido a la situación jurídica del vicepresidente Elvin Santos no es otra que una permanente maniobra del aspirante para mantener sus temas en la agenda del país, así como la de los medios de comunicación.
 

La «renuncia» de Santos a su investidura no fue más que otra «magistral» puesta en escena de su estrategia, ya que la hizo en horas de la tarde-noche, junto cuando los principales noticieros hondureños están en actividad y que le significó una cobertura completa y en directo.


La «victimización» a la que ha apostado Elvin Santos parece estarle rindiendo sus réditos políticos, ya que ha acorralado virtualmente al presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti, e incluso le ha restado al presidente Manuel Zelaya Rosales parte de su permanente actividad mediática.


Son los temas «elvincistas» los que se encuentran en la agenda de la prensa nacional y en la de los organismo públicos, Congreso Nacional, Tribunal Supremo Electoral (TSE) y Corte Suprema de Justicia», los cueles se ven reforzados por una hábil y dinámica propaganda electoral.


Cada tema político de Elvin es seguido por un bombardeo publicitario, de manera que los demás actores, incluyendo los del opositor partido Nacional, pasan a un segundo plano.

Presentarse como el eterno «perseguido» por el poder, combinado con una propaganda le ha dado resultados De manera que el electorado que acudirá a las urnas el próximo 30 de noviembre para escoger a los candidatos presidenciales de los partidos Liberal y Nacional, cree fervientemente que las elecciones se trata de ratificar a Elvin Santos para su posterior inscripción, dejando por fuera los debates sobre los planes de gobierno y como resolver la severa crisis económica, la incontrolable delincuencia, el enfermo sistema estatal de salud y sin contar con el ya perdido sistema educativo nacional.

Las movidas elvincistas han logrado, de creerse las encuestas existentes, que Micheletti sea borrado de las preferencias liberales y propagan que es la única opción para enfrentar a un partido Nacional y su virtual candidato presidencial Porfirio «Pepe» Lobo.


Aunque para lo anterior ha tenido ayuda del propio Micheletti, ya que su alianza con Mel Zelaya lo despojó de iniciativa propia y más parece que el aspirante es el propio mandatario, que el titular del Congreso Nacional.


La cercanía de Micheletti con Mel la ha canalizado perfectamente Santos, que se proclama como el candidato independiente en el liberalismo e incluso del país al hablar de una alianza entre Micheletti y Lobo en su contra.



Preparado

La estrategia de Santos no es de último momento, la ha venido afinando desde inicios de la actual administración de Zelaya cuando tuvo que salir de Casa Presidencial porque los allegados al mandatario le impidieron que ocupara oficinas.


El vicepresidente buscó otros espacios, pero los asesores de Mel Zelaya lo querían tener fuera del gobierno, lo cual lo aprovecho para decir que era despreciado y perseguido por los colaboradores presidenciales, aunque se cuido en ese momento de atacar al mandatario.


Después Santos pretendió buscar un acercamiento con Micheletti, supuestamente para propulsar una precandidatura presidencial única, pero igualmente aprovecho que los escuderos del titular del Congreso Nacional le impidieron acercarse para alejarse y dejar entrever que era aislado.


Cuando el veterano dirigente liberal Rafael Pineda Ponce buscaba crear una alianza de líderes regionales, todos sacados del gobierno por Mel Zelaya y sus colaboradores de palacio, con Marlon Lara, Gabriela Núñez y el propio Santos, aprovechó que Núñez se fue con Micheletti sin informar a los demás, para erigirse en el líder del grupo.

Inmediatamente conformó su grupo propio, alejó a Pineda Ponce de la dirección, aunque para ello le ofreció a Lara la coordinación nacional de su campaña electoral, y lanzó desde entonces su movimiento propio.

Pretendió canalizar algunos apoyos gubernamentales, los colaboradores que lo sacaron de Palacio se acercaron a él, así como el grupo de Jaime Rosenthal, pero finalmente se distanció con Mel Zelaya y por ende con sus colaboradores cercanos, mientras los rosenthalistas apostaron al barco de Micheletti pensando en otras ganancias políticas.Su «crisis» la ha transformado en una crisis política nacional, seguida por Mel Zelaya, Roberto Micheletti y la prensa hondureña

A partir de ahí, Santos se presentó como el candidato perseguido por Casa Presidencial, el Congreso Nacional, el TSE y la CSJ y denuncia oscuras alianzas entre el oficialismo liberal y los nacionalistas.


Todo ello le ha beneficiado y ha contado con las torpezas políticas de sus adversarios internos.

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