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La tragedia del avión malasio no trae la paz a Ucrania

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Donetsk (Ucrania) – La tragedia del avión malasio que se estrelló el jueves con 298 personas abordo no ha traído la paz al este de Ucrania, donde ambos bandos en conflicto buscan adeptos en Rusia y Occidente para endosarle al rival la culpa de la catástrofe.
 

«Ya no se puede viajar a Shajtiorsk. En cuanto oscurece, los coches son tiroteados. Además, en el aeropuerto ha habido nuevos combates», aseguró hoy a Efe Eduard, un taxista que se negó a desplazarse desde la ciudad rebelde de Donetsk al lugar del siniestro del Boeing-777.

Los insurgentes prorrusos permitieron el acceso restringido a la zona de los inspectores de la OSCE, pero aún no han acordado con el Gobierno de Kiev un alto el fuego que permita una investigación internacional del accidente.


En la capital de la república popular de Donetsk los ánimos están caldeados y en cada esquina se forman corros en los que la gente discute quién pudo haber derribado el avión.

«Los rebeldes no han podido derribarlo ¿Para qué? Ha sido una provocación de los servicios de seguridad», asegura Vladímir, un partidario de la independencia de Donetsk y de la vecina Lugansk.

No obstante, otros discrepan y opinan que el avión de pasajeros malasio sí pudo haber sido abatido por error por los milicianos al confundirlo con un aparato de transporte militar ucraniano.

Tampoco ha contribuido a calmar la situación la decisión de los rebeldes de declarar un toque de queda, que aunque rige a partir de las once de la noche ahuyenta a los habitantes de Donetsk de las calles ya mediada la tarde.

«Con lo bonita que es Donetsk y aún siendo viernes parece una ciudad fantasma. Estamos hartos de la guerra. Mucha gente se ha ido. Ya no lo soportan más», aseguró a Efe un hombre que paseaba con su hijo cerca de la céntrica estatua de Lenin.

Mientras los combates prosiguen, los equipos de rescate siguen recogiendo cadáveres entre los escombros del avión siniestrado con la ayuda de los mineros de la cuenca hullera local.

La lluvia que cayó hoy durante gran parte de la jornada ha dificultado sus labores, a lo que se suma la confusión sobre el hallazgo de las cajas negras, que deberían ofrecer luz sobre la causa de la tragedia.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, no alberga dudas al respecto y tachó hoy el siniestro de «acto de terrorismo internacional», mientras la dirigente política Yulia Timoshenko comparó a los insurgentes con la mismísima red Al Qaida.

Al respecto, las autoridades ucranianas se han ganado el respaldo de cancillerías occidentales que han comenzado a afirmar que el aparato fue derribado deliberadamente.

Estados Unidos fue más allá al apuntar directamente a los rebeldes prorrusos como los culpables del derribo del aparato, para lo que habrían utilizado un cohete lanzado desde un sistema de misiles «Buk», que ya habría sido escondido en Rusia, según Kiev.

Los rebeldes responden que no disponen de tal armamento, pero a finales de junio anunciaron a bombo y platillo la toma de una unidad militar ucraniana en cuyo arsenal figuraban esos sistemas destinados a abatir cohetes balísticos y aviones estratégicos.

«Las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire que fue lanzado desde un área controlada por los separatistas respaldados por Rusia dentro de Ucrania», aseguró el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El presidente ruso, Vladímir Putin, discrepa de esas acusaciones occidentales y considera que el único responsable de la tragedia son las autoridades ucranianas por ser incapaces de pacificar el este del país y permitir vuelos civiles internacionales en la zona de conflicto.

«Esta tragedia no habría ocurrido si hubiera paz en esa tierra, si las acciones militares no se hubieran reanudado en el sureste de Ucrania. Y, ciertamente, el Estado en cuyo territorio ocurrió tiene la responsabilidad de esta horrible tragedia», aseguró Putin.

Los ojos de la comunidad internacional están ahora en el Kremlin, ya que la tragedia del Boeing-777 es una bola de nieve que ha convertido el conflicto ucraniano en un contencioso internacional entre Rusia y Occidente.

«Para facilitar la investigación, Rusia, los separatistas prorrusos y Ucrania deben adherirse a un alto el fuego inmediato», dijo Obama.

Occidente cree que Putin está interesado en la inestabilidad de Ucrania y por eso no ha hecho todo lo que está en su mano para traer la paz al país vecino.

La canciller alemana, Angela Merkel, pidió hoy al jefe del Kremlin que presione a los rebeldes para que cesen las hostilidades que hoy se recrudecieron en Lugansk, donde habrían muerto más de una veintena de civiles en el fuego cruzado entre rebeldes y fuerzas gubernamentales.

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