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La reconfiguración silenciosa del narco en Honduras

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Tegucigalpa – Los barones de la droga, que por décadas operaron en corredores del narcotráfico en Honduras, afrontan procesos en los Estados Unidos, extraditados la mayoría y otros, tras acuerdos con autoridades antidrogas de ese país, pero sus lugares en las estructuras del narcotráfico no han quedado vacíos.

La recomposición de las estructuras, poco visibles y hasta silenciosas, no ha parado.

Tras más de una década operando a sus anchas, en 2014 empezó el proceso de extradición de hondureños por delitos de tráfico de drogas hacia Estados Unidos, al tiempo que otros tantos decidieron entregarse para obtener rebajas en las condenas. Esos hechos han marcado el relevo generacional y la sustitución de los grandes capos por quienes fueron sus jefes operativos, colaboradores o aliados estratégicos y hasta jefes de sus estructuras de sicariato, distribución, trasporte o procesamiento.

Corredores como el de occidente, liderado por el clan de la familia Valle; el del Atlántico que últimamente dirigió Wilter Blanco; y el del Caribe que fue monopolizado por Los Cachiros; ahora mismo sobrellevan una recomposición silenciosa.

Otras zonas como Olancho que fue repartido entre varias familias dedicadas a la narcoactividad y el Valle de Sula que era controlado por capos independientes y otros que han sido extraditados a Estados Unidos, forman parte de una reconfiguración sistemática con cabezas poco conocidas, pero que, según fuentes ligadas a la investigación de casos, urgen sus capturas para que el país logre consolidar una ruta contra la violencia y la criminalidad organizada.

En esos conceptos se expresan otros actores de la lucha antidrogas, así como conocedores de la problemática que fueron consultados por Proceso Digital.

En otra entrega periodística -de este medio digital- hecha hace algunos meses se mencionó que cuatro presuntos hederos de las actividades ilícitas de clanes familiares permanecían prófugos de la justicia hondureña.

narcosjuniorsEsos son Luis Alonso Valle (hijo), Gerson Stanley Ortega Valle, Ramón Mata (hijo) y Jorge Barralaga (hijo), todos buscados por las autoridades locales e incluso con alertas rojas internacionales, de acuerdo con lo informado por fuentes oficiales.

Ver nota de los junior prófugos

La semana recién concluida, se conoció que Juan Ramón Matta Waldurraga, ya rinde cuentas ante la justicia de EEUU, acusado por conspirar para introducir drogas a ese país. El imputado es hijo del capo Ramón Matta, preso en esa nación del norte del continente, considerado como de los prolíficos narcos del siglo pasado.

Reemplazo de estructuras

El secretario de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, dijo a Proceso Digital que como institución siguen una férrea estrategia contra el crimen, aunque reconoció que ha existido un reemplazo de estructuras donde por décadas operaron importantes organizaciones criminales.

JPTJulián Pacheco Tinoco.“Ya no se trata en trabajar en los (carteles) que están desarticulados porque ellos ya están prácticamente fuera de operación, pero es importante identificar las nuevas estructuras que se conforman porque el negocio va a seguir en vista que es lucrativo”, arguyó.

Remarcó que la única vía rápida que tienen los carteles para trasladar la droga desde el sur al norte del continente, sigue siendo Centroamérica, por lo que al ocupar Honduras el corazón del istmo es tierra obligada para el paso de los alucinógenos.

Pacheco Tinoco mencionó que anteriormente los grupos criminales dedicados al tráfico de drogas controlaban el espacio físico. “Hoy el Estado hondureño tiene control del territorio nacional y de sus espacios. Anteriormente se les facilitaba el trabajo porque de alguna manera había una colusión de miembros de instituciones que tenían la obligación de trabajar en contra de estos flagelos. Actualmente no pasa eso porque hay una estrategia consolidada por parte de las autoridades que velamos para impedir el narcotráfico”, adicionó.

El alto funcionario señaló que el último año el decomiso de drogas en Honduras, especialmente de cocaína, ha sido escasa debido al trabajo integral entre los operadores del sistema de justicia.

“La poca incautación de cocaína este año nos demuestra la labor de las autoridades, aunque también nos da una idea que pueden estar usando otras técnicas para transportar el alucinógeno”, valoró.

cocaPOREste 2017 apenas se ha incautado una tonelada de coca en el país.En el caso del microtráfico que se produce con mucha incidencia a lo interno del país, Pacheco Tinoco refirió que las autoridades hacen un trabajo permanente para impedir estas técnicas. “Aceptamos que hay un mayor tráfico y consumo de marihuana, la cocaína aparentemente ha escaseado, sin embargo, vemos capturas todos los días de vendedores y distribuidores de drogas”, apostilló.

Consultado si el narcotráfico sigue siendo un problema mayúsculo para Honduras, respondió: “Siempre será una amenaza y lo que tenemos es que estar en alerta permanente para que no vuelva a crecer como lo tuvimos hace más de cinco años y que no se vuelvan a crear esas estructuras, incluso enquistadas en la clase política y de seguridad del Estado”.

Puntualizó que el narcotráfico no va a desaparecer nunca mientras haya alguien que lo produzca y otro sector que lo consuma. “Cambiarán los métodos, las técnicas, pero la droga seguirá pasando… que queremos que disminuya su accionar violento en el país, para eso trabajamos todos los días”.

El ministro Pacheco indicó que lo importante es identificar quienes se van quedando con el negocio de la droga para llegar hasta esos estratos, el trabajo de la Policía y los militares ha sido arduo para revertir la vorágine de violencia que vivió el país.

“El tema de desmantelar las estructuras dentro de los centros penales ha sido un éxito. Desde ahí era el centro de operaciones de los delincuentes y eso quedó demostrado en los últimos seis meses que se ha trabajado en ese tema específico”, concluyó el funcionario.

Capos sustitutos

Para el analista Raúl Pineda Alvarado en Honduras los carteles del narcotráfico continúan operando con normalidad, a pesar de que muchos capos están presos en Estados Unidos.

RPARaúl Pineda Alvarado.Aseveró que esas estructurar criminales no se terminarán en el país, mientras se mantenga la demanda en Estados Unidos y la producción en Suramérica.

“Honduras será un lugar de paso obligado por sus condiciones geográficas y la tolerancia de algunas de las autoridades, estos cuadros se van a ir recomponiendo y van ir generando fenómenos de modernización y mutación”, analizó.

El analista señaló que los carteles más grandes del país continúan operando con normalidad y con líderes sustitutos.

“Con la presencia de extranjeros manejando los procesos de recepción y tránsito en el sector del Atlántico, en cuanto a la inversión, los traficantes que ocupaban el occidente del país se han trasladado al sur”, desglosó el entrevistado.

Adicionó que “pensar que porque el gobierno de Estados Unidos ha capturado líderes de carteles o porque el Chapo Guzmán esté preso se va a terminar el tráfico ilícito de droga es estar en total equivocación”.

Pineda Alvarado auguró que se podrán dar embestidas a figuras visibles de la narcoactividad, pero todo forma parte de una negociación.

“En el caso de Honduras se han capturado líderes de carteles y el Estado no ha disparado ningún tiro, todo ha sido en base a negociaciones y arreglos que implican al interior de los carteles la preservación de algunos capitales y la designación que van a sustituir a los que están en Estados Unidos”, manifestó.

justiceEEUUExtraditables siguen entregándose a la justicia de EEUU.Prosiguió diciendo que “la narcoactividad está muy bien organizada, no es con la captura de traficantes que se va a terminar, porque en esas estructurar hay abogados, financistas y toda una gama de profesionales que manejan la actividad”.

Para el analista, en Honduras están en deuda porque no es un problema que se soluciona metiendo narcos a la cárcel o decomisando droga.

dolaresPTCuentiosas ganancias deja la venta de drogas.Refirió que muchas veces los carteles envían droga de mala calidad, que no les interesa, para que sea confiscada en la ruta de tránsito y así las autoridades se agencien “victorias maquilladas”.

Concluyó afirmando que “las estructuras se mantienen, hubo negociaciones que duraron más de un año y mientras se den estos procesos como entregarse, ser testigos protegidos, y hasta condenados, ellos -capos- dejan una estructura, así que pensar que con llevar un traficante a Estados Unidos se acabó el problema, es un error”.

Atacar estructuras de aliados

Siempre en esa misma línea de análisis, el dirigente de sociedad civil, Omar Rivera, es del criterio que un factor determinante para que los carteles de los narcotraficantes no se reconstituyan -luego que sus líderes han sido extraditados o se han entregado a las autoridades norteamericanas- es desmantelar las estructuras de sus aliados, muy especialmente los socios que tienen, según dijo,  en el empresariado y la clase política.

OROmar Rivera.Citó que las nuevas generaciones de narcos tendrán éxito si cuentan con el respaldo de muchos empresarios y políticos que ayudaron a sus antecesores. “Por eso es fundamental golpear a los que les facilitaron el lavado de activos y quienes los representan en los partidos políticos, el gobierno, el Congreso y las entidades operadoras de justicia”.

Rivera punteó que muchos de los que antes eran cómplices de Los Cachiros y Los Valle, “ahí van de candidatos a cargos de elección popular o están tranquilos en sus sillas ejecutivas en las oficinas de grandes compañías y negocios que han sido financiadas con dinero sucio”.

Omar Rivera recomendó “ponerles un torniquete a los canales de comunicación y transacción entre el narco y las empresas, entre el narco y la política”, puntualizó.

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