Londres – La Premier League mantendrá el sistema actual de ‘fair play’ financiero una temporada más, pese a que planeaba cambiar al final de esta, poniendo en jaque las cuentas de equipos como el Manchester United.
La regla actual, que se ampliará un año, permite a los equipos declarar pérdidas de hasta 105 millones de libras a tres años, mientras que la nueva normativa se sostendría en dos pilares: el primero, que los clubes sólo podrían gastar el 85 % de sus ingresos en salarios, traspasos y comisiones y agentes; y segundo, que los clubes más grandes tendrían el gasto en jugadores limitados a cinco veces lo que ingresa el colista de la tabla en premios e ingresos por derechos televisivos.
Sin embargo, esta nueva normativa está en entredicho por parte del sindicato de jugadores de Inglaterra (PFA, por sus siglas en inglés) que tiene derecho de veto sobre el mismo y que entiende que no se le ha considerado, pese a que es una decisión que puede afectar al futuro de los jugadores.
Además, el Manchester City mantiene dos litigios con la Premier por las reglas actuales de empresas asociadas, es decir, aquellas transacciones que involucran a un club y una compañía del mismo dueño.
Según el diario británico The Times, los clubes consideran que no tiene sentido implantar un nuevo sistema con todos estos problemas legales en liza.
El actual sistema de ‘fair play’ financiero se ha quedado anticuado porque fue instaurado en 2013 y desde entonces no ha tenido en cuenta, por ejemplo, la inflación en el fútbol.
Clubes como el Manchester United, el Leicester City y el Aston Villa han estado cerca de quebrantar las actuales reglas, las mismas que complican la inversión de los equipos medianos para tratar de reducir la brecha con los mejores. JS