spot_img

La mortalidad materna cae un 40 % desde 2000, pero aún hay un fallecimiento cada 2 minutos

Ginebra – Las muertes de mujeres durante el embarazo o el parto han descendido un 40 % desde principios de siglo, pero todavía fueron 260.000 en 2023, una cada dos minutos, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme futuros retrocesos en esta lucha a causa de los recortes en cooperación sanitaria internacional, encabezados este año por Estados Unidos.

Un estudio de la OMS publicado con ocasión del Día Mundial de la Salud destaca la enorme desigualdad que muestran las cifras, ya que un 70 % de esas muertes registradas (182.000) se produjeron en el África Subsahariana y un 17 % (43.000) en el sur de Asia, regiones en desarrollo que a menudo adolecen de sistemas sanitarios inadecuados.

El mayor descenso en las tasas de mortalidad materna en el periodo 2000-2023 se produjo en Europa Oriental y la mencionada Asia Meridional (por encima del 70 % en ambos casos), mientras que el África Subsahariana, pese a mantener cifras absolutas aún altas, logró una estimable bajada del 40 %.

La tasa de mortalidad materna en los países más desarrollados es actualmente de 10 fallecimientos por cada 100.000 partos, mientras que en las naciones menos desarrolladas es más de 30 veces mayor (346 muertes).

La posibilidad de que una mujer fallezca eventualmente en algún embarazo o parto a lo largo de su vida es 120 veces mayor en los países de menores ingresos (una mujer por cada 66) que en aquéllos con rentas más altas (una por 7.933.

Riesgo extraordinariamente alto en determinados países

En naciones en conflicto ese riesgo aumenta a una mujer por cada 51, y los países con tasas más altas en este sentido son Chad y República Centroafricana (una de cada 24), Nigeria (una por cada 25), Somalia (una por cada 30) y Afganistán (una por cada 40).

Según la OMS, un 75 % de las muertes maternales se producen por unas pocas causas: hemorragias e infecciones generalmente durante el parto, preeclampsia y eclampsia (derivadas de subidas de presión durante el parto), complicaciones diversas al dar a luz, y abortos llevados a cabo en condiciones poco seguras.

La organización recuerda en este sentido que todas las mujeres, incluidas las adolescentes, deben tener acceso a anticonceptivos, prácticas abortivas seguras con arreglo a la ley y cuidados postparto de calidad para poder reducir unas cifras de mortalidad que a juicio de la OMS son «inaceptablemente altas».

El estudio de la OMS recuerda que la pandemia de covid causó un aumento de la mortalidad materna, tanto por la complicación de embarazos en mujeres que se contagiaron de la enfermedad como por las perturbaciones en los servicios de maternidad como efecto secundario de la presión que sufrieron muchas redes sanitarias saturadas por la incidencia del coronavirus.

Si en 2020 las muertes maternales ascendieron a 282.000, al año siguiente hubo 40.000 más, hasta un total de 322.000.

Avances pero cada vez más lentos, e insuficientes

Aunque las cifras indican avances, la OMS advierte que la tendencia a la baja en la mortalidad materna se ha frenado desde 2016 y actualmente el ritmo anual de descenso (del 1,5 %) es insuficiente para lograr los objetivos de desarrollo sostenible en este aspecto, que sólo se conseguirían con una bajada diez veces mayor.

«El informe ofrece rayos de esperanza pero también destaca lo peligroso que el embarazo es en gran parte del mundo, pese a que existen soluciones para evitar las complicaciones causantes de la mayor parte de estos fallecimientos», resumió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La OMS subraya que los recortes globales en salud están obligando a reducir servicios vitales para la salud materna e infantil, lo que ya se traduce en cierres de instalaciones y despidos de empleados sanitarios, mientras las cadenas e suministro de tratamientos se ven severamente perturbadas. JS

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img