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La matanza en Connecticut revive latente armamentismo en Honduras

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Tegucigalpa – Aunque las condiciones de la sociedad norteamericana con respecto a la hondureña son abismalmente distintas, la reciente matanza en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), reabre el debate sobre la urgente necesidad de actualizar la Ley de Portación de Armas en Honduras, misma que data desde hace 10 años.
 

– En Honduras lo que existe es una “matanza por goteo” que reporta de 15 a 20 muertes diarias, señalan expertos.

Y es que si bien en Los Estados Unidos las masacres en escuelas y en sitios públicos se vuelven cada día más frecuentes, en Honduras las muertes violentas y la inseguridad cobran a diario muertes que le hacen una nación marcada en el mundo por el crimen. En ambos países, salvando nuevamente las diferencias, el control de las armas es solo una quimera.

La Ley de Armas en Honduras permite que cada ciudadano tenga hasta cinco armas comerciales, apenas con mínimos requisitos.

En este país centroamericano, los mecanismos de control de armas y desarme, están contemplados en el Decreto 30-2000 publicado en La Gaceta 29,236 del 29 de julio de 2000, que contiene la Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros similares.

Aunque las armas de fuego se ofertan y publicitan en el país hasta por la vía del Internet. El distribuidor exclusivo, La Armería de Honduras, órgano que depende de las Fuerzas Armadas (FFAA).

Igualmente el tráfico de armas en la región ha quedado evidenciado en la operación “Castaway” (Náufrago) en la que Honduras se vio involucrada aunque sus autoridades apenas lo han aceptado.

Según registros del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), en el país hay más de 800 mil armas en poder de diversos sectores de la población, de las cuales, alrededor de 650 mil (81%) estarían siendo portadas en forma ilegal. Ese número de armas es incongruente con el nivel de la población del país y por ello diversas instituciones demandan aprobar una nueva ley de armas y mayor control sobre las mismas.

Se perdió esencia de la Ley

Para el conocedor del tema en materia normativa, Raúl Pineda Alvarado, el propósito original de la ley de control de armas era mantener un buen registro balístico para estimular el uso responsable de las armas que determinaba que dicho proceso iba a relacionar la ojiva encontrada en la comisión de un delito con el arma de donde procedía, lamentablemente esto no está pasando en Honduras, dijo.

“Creo que el Gobierno debe actualizar la Ley, pero con criterio científico”, acotó.

Pineda Alvarado detalló que cuando se hizo la norma se levantaron estudios por regiones del país, a efecto de establecer uno de los factores más importantes para la tenencia de un arma, mismos que marcaban los exámenes sicológico que debía presentar el comprador potencial.

“Ahora con solo una constancia de no tener antecedentes penales y policiales, cualquiera puede comprar un revolver y aún hasta con facilidades de pago”, recordó.

“No estamos en guerra, pero tampoco en paz”

Para el experto, el gran debate es que las armas son objetos inertes, y el verdadero problema es el operador. En el caso de la sociedad norteamericana genera ese tipo de monstruos por su mismo modelo de desarrollo económico, ese afán productivo y consumista hace que la gente descuide valores familiares” razonó.

Recordó que él sirvió de asesor para redactar la actual Ley de Armas. “Siempre es mejor alguna regulación que ninguna, pero las condiciones sociales que vive Honduras hace concluir que aunque no hay una guerra, tampoco estamos en paz”, remarcó.

Pineda Alvarado explicó que “la violencia se genera en lo que se llama la matanza por goteo, que se evidencia en los medios de comunicación en los que cada día se habla de un promedio entre 15 y 20 muertos utilizando fundamentalmente armas de guerra, entendiendo por armas de guerra las automáticas”.

Urge una política criminal

Pineda Alvarado es del criterio que si el Gobierno tuviera un instituto de política criminal debería enfocar con mucho cuidado el tema del comercio de armas, aunque destacó que en Honduras se tiene la ventaja que las armas legales son monopolio de una sola empresa de las Fuerzas Armadas, en los restantes países de Centroamérica su venta es prácticamente libre.

“Siento que el país debe diseñar una estrategia completa, integral, multidisciplinaria para enfrentar el proceso de la violencia. Cada una de las agencias, llámese policía, fuerzas armadas, jueces y fiscales deben hacer su propia estrategia porque la mayoría no la tienen”, manifestó.

La tenencia de armas en otros países

En países como Cuba la ciudadanía no porta armas, estas son de uso exclusivo de las autoridades. Mientras en Canadá hay muchas más armas en poder de particulares que en Estados Unidos, pero hay mucho menos índice de violencia.

Para el caso en Suiza todo ciudadano está autorizado para tener un arma en su casa con el objetivo de defender la democracia y sus libertades.

No es una decisión simplista de reducir las armas que pueda tener un ciudadano o por decreto suprimir la venta o comercialización de armas que se va a reducir el problema. La violencia en Honduras no se va a solucionar mientras no se defina una política criminal en cuanto a la venta de armas de fuego”, aseveró.

Asimismo, Pineda Alvarado rememoró que los norteamericanos inundaron de armas este país y no se preocuparon por retirarlas, “de hecho, Honduras hoy es un exportador de armas a zonas conflictivas como Colombia y parte del pago que se hace por droga es precisamente en armas de guerra como las que han sido decomisadas recientemente en el norte del país”.

Añadió que “es más cercana la posibilidad que en este país haya una guerra con tanta arma que circula a que tengamos una verdadera paz y convivencia ciudadana”.

“El círculo vicioso se mantiene, la gente compra armas porque tiene miedo. El mismo proceso de armar a las personas genera más violencia. Hay una necesidad urgente de actualizar la ley que ya data de diez años. Los criminales generalmente no utilizan armas de tipo comercial sino de tipo de guerra. Me río porque las autoridades dicen que las decomisan cuando en realidad es que se topan con ellas. El estado está en la obligación de trabajar en dos rutas, en el control de las armas comerciales y el férreo control de las armas en poder de la Policía y las Fuerzas Armadas”, puntualizó el experto.

Armas en descuentos

La venta de armas, municiones y otros artículos guerreristas son puestos a disposición del público hondureño a través del sitio en línea de la página oficial de “La Armería” de las FFAA. Las pistolas son ofrecidas como productos de consumo básico.

“La Armería” comercializa revólveres y pistolas hasta calibre 45, fusiles hasta calibre 7.62mm y escopetas para la práctica deportiva como también para la seguridad. Estas son de las reconocidas marcas Smith and Wesson, Beretta, Taurus, Sig Arms, Walther, Browning, Glock, Winchester, Remington, Mossberg y otras más.

Descuentos, planes de pago, promociones y hasta créditos son anunciados a los potenciales clientes que deberán acreditar ciertos requisitos para adquirir armas y municiones.

Datos del Conadeh

Según datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), unas 25 mil 649 personas perdieron la vida por causa de las armas de fuego, entre el 2005 y el 2011.

Mediante esa ley, el Estado autoriza el armamentismo, al permitir que cada ciudadano pueda tener en su poder hasta cinco armas de fuego de uso comercial, lo que unido a la cantidad de armas ilegales que circulan en el territorio, constituye una de las principales causas de la violencia en este país centroamericano.

La mayor parte de las muertes violentas que ocurren en el país son causadas por armas como la AK-47, rifles de asalto, ametralladoras, pistolas, revolver, machetes y puñales.

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