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La historia se repite

Daniel Barjum

El sector eléctrico de Honduras es altamente complejo. Constantemente escuchamos y vemos que suceden muchas cosas dentro del sector: la creación de comisiones para intervenir a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), emisión de bonos soberanos para obtener financiamiento, el presidente critica los cambios a la tarifa, el Congreso Nacional aprueba contratos de generación sin seguir el proceso establecido en ley, entre otras. La última noticia es que el Congreso se prepara esta semana para aprobar el decreto de modernización y escisión de la ENEE que dividirá la empresa en tres. Todos estos esfuerzos se han hecho con el propósito de solventar los problemas del sector, bueno es lo que se supone. Es aquí, precisamente, donde se encuentra una de las barreras más grandes referente a reformas en el sector. Hemos visto como una y otra vez se han llevado a cabo varios esfuerzos, por varias décadas, para arreglar el sector eléctrico. Lastimosamente, ninguno de estos ha dado los frutos esperados. La realidad es que el pueblo esta cansado de escuchar este tipo de noticias, pues al final del día los consumidores no reciben un servicio bueno de electricidad, y muchos otros carecen de acceso al mismo.

Es por esta razón, que me pareció muy curioso un mensaje que publicó José Morán, comisionado de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica, en Twitter. Su mensaje decía: “Esta es la semana más importante para el sector eléctrico hondureño en mucho tiempo! Esperamos la aprobación del decreto de modernización y escisión de la ENEE.” 

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Este mensaje parece apuntar a que este nuevo decreto legislativo vendrá a resolver los problemas de la ENEE, y del sector. Una posición que la veo errónea ya que un decreto legislativo no es nada más que un papel. Sí claro, se podrá decir que es ley, pero ya conocemos muy bien que tanto se siguen las leyes en nuestro país. Es bueno tomarse un momento para ver que nos dice la historia acerca de la aprobación de leyes y decretos que “reforman” al sector eléctrico. 

Para aquellos que recuerdan, a principios de los años noventa Honduras sufría de apagones, las tarifas del sector no cubrían los costos de generación y las pérdidas eléctricas eran altas. ¿Qué hizo el gobierno? Decidió aprobar la “Ley Marco del Subsector Eléctrico” la cual permitió la liberalización del mercado, separando las funciones de generación, transmisión y distribución de electricidad. ¿Cuáles fueron los resultados? Se logró la privatización de la generación, y en sí se logró cubrir la demanda, pero la transmisión y distribución quedaron igual. Esto significó que las tarifas aún no cubrían los costos de generación y las pérdidas eléctricas seguían sin ser atendidas. Este esfuerzo culminó en nada más que un incremento a los costos de generación, que es un factor importante por el cual la ENEE actualmente cuenta con una deuda enorme.

Al 2013, años después, nos encontramos con un sector eléctrico donde las tarifas no cubren los costos de generación, las pérdidas eléctricas son altas y los contratos con generadores privados son costosos. ¿Qué hizo el gobierno? Decidió aprobar la “Ley General de la Industria Eléctrica” la cual permitió, por segunda vez, la liberalización del mercado, separando de nuevo las funciones de generación, transmisión y distribución de electricidad. ¿Cuáles fueron los resultados? En esta ocasión no hubo cambios al modelo de mercado, la ENEE sigue funcionando de la misma forma. ¿Qué curioso, no? Estamos en el año 2021 y seguimos con los mismos problemas que teníamos a principios de los noventa. Como que arreglar al sector mediante decretos legislativos no funciona en Honduras. Entonces, ¿por qué volver a intentar aprobar un nuevo decreto que permite la separación de la ENEE si ya se ha intentado dos veces y no ha resultado en nada?

La razón es porque al gobierno le gusta correr a entregar “soluciones” sin tomarse el tiempo de comprender el problema. En este caso desconocen cómo proceder o por donde comenzar. Sé que esto será visto algo controversial, pero no los culpo, como dije en la primera oración de este artículo, este es un sector altamente complejo. Las estructuras existentes no le permiten al gobierno hacerle frente a este tipo de problemas, que es algo que vemos que sucede en muchos países. Se debe entender bien las causas por las cuál el sector se encuentra en una situación precaria. En este caso ya tenemos varios estudios que apuntan a que se necesita comenzar con la reducción de las pérdidas eléctricas, no por cambiar el modelo de mercado. Es más, existen varios estudios que indican que transformar el modelo de mercado en países en vías de desarrollo no funciona.

No comparto que esta es la semana más importante para el sector eléctrico hondureño. Dudo mucho que este decreto legislativo traerá cambios positivos para el sector. Necesitamos dejar de pensar que este es un problema a nivel de sector. Cuando la ENEE cuenta con un déficit anual de aproximadamente 55 millones de dólares y una deuda equivalente al 8% del PIB de Honduras, esto ya se convierte en un problema que es a nivel de país. Es el reto más grande que enfrentamos en cuanto al crecimiento de Honduras, y no veremos mucha actividad económica si no arreglamos el sector. Este tipo de problemas no se resuelven mediante decretos legislativos, se necesita crear un diálogo abierto y honesto con los consumidores, los trabajadores de la ENEE, el sector privado y la población en general. No es fácil, pero sí es necesario. No solo se puede seguir aprobando decretos con la esperanza que las cosas van a cambiar. Se debe de hacer un esfuerzo más grande por el bienestar del país.

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