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La FilBo homenajea a Jorge Semprún, el intelectual que narró los infiernos de Europa

Bogotá – Con una conversación vibrante entre editores y ensayistas, la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo) rindió este jueves homenaje a Jorge Semprún, escritor español, guionista, político y testigo del siglo XX europeo.

Su vida, marcada por el exilio, la resistencia, los campos de concentración y el desencanto ideológico, fue evocada como ejemplo de lucidez crítica y memoria activa en tiempos convulsos.

«No sé qué saben de la figura de Jorge Semprún en Colombia, pero sé que en España no está lo suficientemente reconocido», afirmó la moderadora Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, al abrir el coloquio.

La charla hizo parte de la serie ‘In Memoriam’ del pabellón de España, país invitado de honor de la FilBo, y reunió al ensayista Jordi Gracia, al periodista y escritor Jordi Amat y a Juan Cerezo, quien fue editor de Semprún.

Tras exiliarse con su familia durante la Guerra Civil española, Semprún (1923–2011) se unió a la resistencia francesa contra el nazismo, fue capturado y pasó dos años en el campo de concentración de Buchenwald.

«El prisionero 44,904», como lo identificó el régimen nazi, llevó esa experiencia al papel en su primera novela, ‘El largo viaje’, publicada en 1963 en francés y galardonada en Europa, aunque prohibida en España por el franquismo.

«Semprún no fue un escritor cualquiera. Era un hombre de una inteligencia abrumadora, con prestigio en el mundo francófono, que supo construir una imagen moderna y europea en un contexto español aún encerrado», destacó Juan Cerezo.

Jordi Amat subrayó por su parte que Semprún fue «reinventándose hasta convertirse en la mejor figura de la cultura europea del siglo XX».

Aunque escribía mayoritariamente en francés, su obra dejó una profunda huella en la literatura en español. Para Jordi Gracia, «Semprún trasciende cualquier formato o tradición. Es una anomalía en la historia cultural española».

Comunismo desde la clandestinidad

Más allá de su obra literaria y guiones cinematográficos, Semprún fue una figura clave en la política española. Militante del Partido Comunista Español (PCE), lo representó clandestinamente en España durante los años más duros del franquismo.

«Hay que tomar conciencia del nivel de audacia que implicaba vivir esa clandestinidad con riesgo vital», señaló Gracia.

Su ruptura con el PCE en 1965 marcó el inicio de un giro ideológico que lo llevó, décadas después, a ser ministro de Cultura en el Gobierno socialista de Felipe González.

«Fue un disidente ejemplar», insistió Cerezo. «Su capacidad de decir que no, de enfrentarse incluso a su propio Gobierno, lo convirtió en una figura incómoda pero imprescindible».

Su discurso ‘Una tumba en las nubes’, pronunciado en la Feria del Libro de Frankfurt, evocó el humo de los hornos crematorios como símbolo de las víctimas, pero también de las lecciones no aprendidas. «Allí se juntaron los dos infiernos: el nazi y el estalinista», dijo Cerezo. EFE

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